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Carta de la Editora
Nelly GarcÃa
ngarcia@latitud21.com.mx
Quintana Roo dio un paso poco común: preguntarle a la gente cómo quiere moverse. En plazas, calles y módulos instalados por el Instituto de Movilidad (Imoveqroo), estudiantes, adultos mayores, personas con discapacidad y ciudadanos en general compartieron experiencias, quejas y propuestas sobre el transporte público. La pregunta central era sencilla, pero profunda: ¿cuánto estarÃan dispuestos a pagar por un servicio más rápido, cómodo y frecuente?
Las respuestas mostraron la diversidad de necesidades y opiniones, pero también un sentir común: la gente está harta de esperar horas bajo el sol o la lluvia, de combis y autobuses que llegan tarde o en mal estado, y de rutas que no siempre conectan con lo que necesitan en su dÃa a dÃa. Muchos coincidieron en que mejorar no puede significar solo subir tarifas; otros entendieron que para ver cambios reales se necesita inversión, pero dejaron claro que quieren ver resultados: unidades renovadas, choferes capacitados, más rutas y horarios que funcionen de verdad.
La consulta también puso sobre la mesa un tema que va más allá del transporte: la infraestructura urbana. Las recientes lluvias evidenciaron calles inundadas y caos vial, recordando que la movilidad no solo depende de los vehÃculos, sino de avenidas y calles que soporten el crecimiento de ciudades como Cancún. La ciudadanÃa exige que las mejoras se noten en su dÃa a dÃa, que los desplazamientos sean dignos y seguros, y que la inversión se traduzca en soluciones visibles y prácticas.
El Imoveqroo publicará los resultados, pero más allá de cifras y estadÃsticas, lo que quedó claro es que la gente no quiere promesas ni discursos; quiere sentir la transformación. Los ciudadanos están dispuestos a colaborar y aceptar ajustes en las tarifas si, y solo si, estos significan un transporte eficiente, inclusivo y confiable.
La lección es sencilla: mejorar la movilidad no es un lujo, es una necesidad. Y Quintana Roo necesita actuar ahora, con decisiones concretas que garanticen que todos puedan trasladarse con rapidez, seguridad y comodidad. La ciudad está hablando, y esta vez exige ser escuchada de verdad. Â