Conocer las tendencias de los consumidores y cómo responden las empresas minoristas a esto, marca la diferencia en resultados financieros
Considerar los factores que influyen en la experiencia de compra y cómo los minoristas pueden adaptarse para satisfacer sus necesidades y las de sus familias, puede marcar una gran diferencia en los resultados de ventas.
Por ejemplo, los niños representan una parte significativa de la audiencia de las tiendas y centros comerciales, pues casi 9 de cada 10 padres dicen que sus hijos influyen en al menos algún aspecto de sus compras. Sin embargo, a menudo, las tiendas y centros comerciales no se diseñan pensando en los niños, lo que puede llevar a visitas estresantes para los padres y experiencias de compra menos atractivas para los niños.
Si los minoristas pueden ofrecer esto a los niños, no solo estarán mejorando la experiencia de compra para las familias, sino que también estarán fomentando la lealtad de los clientes desde una edad temprana.
Por eso, es importante la comprensión del comportamiento del consumidor y el uso inteligente de la tecnología.
Por otro lado, es una realidad que el alza en los precios de productos y servicios es un tema generalizado en las economías globales. En México, los incrementos son del 15 %, con una inflación alrededor de 7%. Los aumentos de precios se ven reflejados en un consumo que no crece en volumen.
Por eso, para incentivar la compra, se están ampliando los canales de pago y las tiendas dejan poco a poco su papel tradicional, para agregar más funciones que sólo exhibir productos.
La marca propia está siendo una salida de ahorro para el consumidor. Los canales de mayoreo, clubes de precio, la tienda tradicional y los hard discounters (establecimiento que prioriza la marca propia), son a los que más acuden los diferentes niveles socioeconómicos mexicanos.