Burbujeante legado

por Latitud21 Redacción

Con una producción anual de cinco millones de botellas de champagne, CasaTaittinger reconoce al Caribe mexicano como plataforma de promoción internacional

Detrás de una casa como Champagne Taittinger, una de las más antiguas y perteneciente a un muy selecto club de los mejores champagnes en el mundo, además del prestigio que añade a su marca el ser todavía dirigida por la familia fundadora, no puede sino haber una gran historia, una historia de trabajo, esfuerzo y dedicación que le dan el sello de calidad que le distingue hasta ahora.

Es Pierre-Emmanuel Taittinger, presidente de la empresa, quien siguiendo la tradición familiar, ahora de la mano de sus hijos, Clovis y Vitalie, ha logrado no solo mantenerla en la cúspide del mercado internacional, sino que fiel a sus principios pretende continuar, aun en un mundo globalizado, con su negocio familiar. “Creo en el negocio familiar y en que negocios como éstos pueden ser exitosos”, afirma.

Casa Taittinger, con sede en Reims, en el norte de Francia, produce actualmente cerca de cinco millones de botellas al año y tiene presencia en 120 países, incluyendo a México, que junto con Cancún son para la firma tan burbujeantes como su champagne.

Es precisamente en este centro vacacional donde el directivo de Taittinger habla con Latitud 21 sobre la empresa, sus intereses y los planes de la compañía, en los que, por cierto, no contempla un crecimiento grande o explosivo. “Somos  artistas en champagne y preferimos seguir siendo top del champagne en el mundo con la calidad que tiene ahora. No por el hecho de expandir la compañía mi ataúd será más grande, será el mismo. No quiero ser el más rico del cementerio”, afirma Pierre-Emmanuel Taittinger.

LA HISTORIA  

Todo comienza en 1240. Teobaldo IV, conde de Champagne, rey de Navarra y trovador perdidamente enamorado de su tía, la reina Blanca de Castilla, regresa de las cruzadas. Además de nuevos poemas para su amada, trae consigo dos tesoros. El primero, una de las rosas más bellas del mundo, la Damasquina. El segundo, la planta de vid predecesora de la cepa Chardonnay, que acabaría marcando el destino de la Casa Taittinger y la elegancia de sus vinos.

En 1734 Jacques Fourneaux estableció un negocio de vinos de Champagne y trabajó estrechamente con los benedictinos, que en ese momento eran dueños de los mejores viñedos de la región.  Después de la Primera Guerra Mundial, el vino de la casa fue trasladado a una mansión de la Rue de persiana en la que Teobaldo I de Navarra (1201-1253) había vivido.

Hacia 1870, los Taittinger, otra familia de comerciantes de vinos, pero de Lorena, deciden mudarse a París para escapar de la guerra franco-prusiana. Se nacionalizaron franceses y después de muchos años de exportar champagne a Gran Bretaña compraron la empresa de Fourneaux y la bautizaron con el nombre familiar.

En 1932 Pierre-Charles Taittinger compró el Château de la Marquetterie del vino de la casa de Bosque-Fourneaux.  De 1945 a 1960 la empresa fue dirigida por su tercer hijo, Pierre François.  Bajo su dirección las bodegas Taittinger se establecieron en la abadía de Saint-Nicaise, construida en el siglo XIII en hoyos de tiza galo-romanas que datan del siglo IV.  Después de la muerte de François en un accidente, su hermano Claude se hizo cargo y dirige la empresa desde 1960 hasta 2005. Fue durante este tiempo que Taittinger se convirtió en una casa de champagne de renombre mundial.

Champagne Taittinger se vendió en julio de 2005, junto con su filial, Société du Louvre, a la firma de inversión privada estadounidense Starwood Capital Group, pero al verse en riesgo la industria en manos extranjeras, el 31 de mayo de 2006 el Banco Regional del Noreste del Crédit Agricole, en colaboración con el nieto de su fundador,  Pierre-Emmanuel Taittinger, compró el negocio por 660 millones de euros.

LOS VIÑEDOS 

“De un extremo a otro, nuestras vides se extienden dos mil 880 km, lo que supone un paseo muy largo. Compuesto por un 37% de Chardonnay, un 48% de Pinot Noir y un 15% de Pinot Meunier, el viñedo refleja a la perfección el estilo Taittinger. Se sitúa en las grandes regiones del Champagne vitícola. Sus viñas abarcan 288 hectáreas, armoniosamente repartidas en 34 viñedos seleccionados entre los mejores de la denominación champagne.” señala Taittinger.

LA CEPA NOBLE

El Chardonnay más que una cepa es una firma. Esta cepa de Chardonnay llamada cepa noble debe su reputación a sus admirables cualidades, que incorporan la finura y la ligereza que ésta aporta a los vinos. Su fruto es brillante y dorado. Es una cepa rara y una de las más caras del champagne. Aporta al vino una gran elegancia y posee un fuerte potencial aromático. Con atributos femeninos, suaves y delicados, sus aromas de vainilla, cera y tilo son encantadores. Sus notas de levadura tostada son maravillosas. El Chardonnay está en el centro de las mezclas vinícolas y el estilo de la Casa Taittinger. Es su firma distintiva.”

En un escenario inmejorable, el hotel Ritz Carlton Cancún, y con la sencillez y amabilidad que lo caracterizan, Pierre-Emmanuel Taittinger responde a las preguntas de Latitud 21 sobre la valiosa tradición de Casa Taittinger.

NEGOCIO FAMILIAR

Latitud 21.-  ¿En un mundo globalizado y competido, cómo puede una marca familiar al paso de los años seguir vigente y además entre las mejores del mundo?

Pierre-Emmanuel Taittinger.- Hay varias compañías en el mundo que son familiares y exitosas y  para mí es muy importante. Creo en el negocio familiar, creo que los negocios como el nuestro pueden ser exitosos.

L21.- ¿Cuál es desde su perspectiva la diferencia entre una empresa familiar y una comercial?

PET.- Una empresa familiar como la mía viene de herencia, de un trabajo con visión a largo plazo y por el hecho en sí de que el champagne Taittinger lleva nuestro nombre. Es parte del honor, de la consistencia en el estilo y la calidad que queremos ofrecer, porque para nosotros es importante ser leales con un producto, en este caso el champagne que lleva nuestro nombre,  y lo presentemos como un producto de calidad. La calidad, la consistencia en la calidad y el estilo es la base.

DELICADEZA Y ELEGANCIA

L21.- ¿Cuáles son las características que hacen la diferencia en su producto?

PET.- No quiero hacer comparaciones, Taittinger es todo un legado de delicadeza, fineza y elegancia; el champagne es un arte y más que competir es una forma de diferenciarse, tener nuestro propio estilo, es como tener una pintura de Renoir o Van Gogh, no es uno mejor que otro, solo tienen diferentes estilos. Nosotros firmamos el champagne con nuestro nombre y cada botella es como una obra de arte.

L21.- Siendo un producto tan sofisticado y prestigiado ¿hay propuestas u ofertas de empresas transnacionales interesadas en adquirir la marca o hacer alianzas?

PET.- Ni siquiera pienso en eso. Casa Taittinger seguirá siendo una empresa familiar, será un  legado para mis hijos, quienes intervienen en la compañía, Clovis es director de Exportaciones y Vitalie es la imagen elegante y sofisticada del champagne Taittinger.

LA AVENTURA

L21.- ¿Qué recuerda de su abuelo, quien inició esta aventura?

PET.- Alrededor de 1920 había crisis en la zona de Champagne y el cuñado de mi abuelo tenía una pequeña empresa y necesitaba ayuda; mi abuelo le ayudó invirtiendo y comenzaron a trabajar en ella. Poco tiempo después, en 1925, cuando ya habían avanzado, compraron otra propiedad, fundada en 1784, y una vez que la compraron, como ya no había ningún familiar vivo que siguiera el legado le cambiaron el nombre a Taittinger, pero en las etiquetas seguimos honrando ese nombre para que se vea y se sepa que esta era una propiedad que tenía una herencia en calidad.

PRODUCCIÓN MUNDIAL

L21.- ¿Cuál es la producción actual del Champagne Taittinger?

PET.- Comparado con otras grandes compañías seguimos teniendo una  producción familiar, es de aproximadamente cinco millones de botellas.  Somos pequeños y grandes al mismo tiempo.

MÉXICO BURBUJEANTE

L21.- ¿En cuántos países están presentes en el mundo y cuál es su experiencia en México?

PET.- Estamos en 120 países en el mundo y en el caso de México considero que es un país muy importante; me encanta México, su gastronomía,  la gente aquí es extravagante, alegre; los mexicanos son personas burbujeantes  como el mismo champagne. Somos latinos como ustedes y hay empatía, lo que hace que haya amistad.

L21.- ¿Cuál es la producción que se destina a México?

PET.- No contabilizamos la cantidad de botellas por país, adoro tener conocidos y amigos en el mundo, y donde sea, en España, México, Francia, Alemania, Rusia, encuentro amigos que les gusta tanto como a mí y con eso me doy por bien servido. Con la cantidad de botellas que compran y consumen tres países conocidos por tener un consumo per cápita alto, como Francia, Inglaterra y Alemania, sería suficiente, pero al producir un champagne de tal calidad tenemos la misión de mandarlo al mundo para que lo conozcan y lo gocen.

L21.- ¿Qué piensa del Caribe mexicano?

PET.- Cancún es multinacional, aquí hay gente de todos lados y es muy bonito, con lindos hoteles, un lindo mar, clima y sol adorables. Cancún es una ciudad burbujeante como la gente que recibe. Nosotros vendemos champagne en 120 países, en Cancún reciben a gente de esos 120 sitios, entonces  hay una relación muy fuerte, pues vienen y encuentran algo que conocen en sus  países.

GASTRONOMÍA MEXICANA

L21.- ¿Qué opina de la gastronomía mexicana? ¿Hace mancuerna con el champagne Taittinger?

PET.- La gastronomía mexicana es rica en sabores, especias, y tiene una sinergia y empatía con el champagne, pues refresca el paladar, crea sensación de frescura que permite disfrutar el platillo. El champagne es una bebida que tiene empatía con todo tipo de gastronomía, la mexicana, la china, la europea, eso distingue a esta bebida, pues hay vinos que solo van con una u otra y el champagne va con la gastronomía del mundo.

L21.- ¿Un buen mole se marida con champagne?

PET.- Sí, porque las burbujas refrescan y permiten seguir disfrutando sin que canse en la boca.

L21.- ¿Qué opina de los productos mexicanos como el tequila y el mezcal, con denominación de origen?

PET.- Tengo gran respeto por todos los licores y destilados mexicanos, los he conocido y reconocido, tienen gran aceptación y demanda en la misma Francia  con la gente joven; me gusta conocer las bebidas nacionales, son  productos bien hechos y con mucha tradición. Precisamente Taittinger distribuyó hace 20 años en Francia el Tequila Olmeca, que tuvo éxito, pero luego la compañía cambió de canal de distribución. Tuvimos buena relación y era producto de buena calidad.

LOS PROYECTOS

L21.- ¿Hay proyectos de crecimiento en puerta?

PET.-  No tenemos en mente crecer en forma grande y explosiva, somos artistas en champagne y preferimos ser top champagne del mundo y seguir dando esa felicidad y generosidad a las personas, seguir haciendo amigos alrededor de mundo, con la calidad que tenemos hasta ahora y mantenerla. No por el hecho de expandir la compañía mi ataúd será más grande, será el mismo. No quiero ser el más rico del cementerio.

L21.- ¿Cuántos miembros de la familia participan y cuántos empleos generan?

PET.-  No son solo mis hijos, Clovis y Vitalie, los miembros de esta familia, sino todas aquellas personas que participan en la venta, la comercialización y quienes disfrutan del champagne. La familia no solo es por la sangre sino por toda la relación que se crea. Ahora la sangre ya no es roja sino color oro como el champagne. La hermosura de Taittinger es que la familia va creciendo, conforme más gente disfruta en el mundo del champagne. Ahora tengo familia en Cancún, la sangre en común es champagne Taittinger.

EXPANSIÓN

L21.- ¿En qué país no están presentes y les gustaría estar?

PET.- Todavía no estamos en el polo norte ni en el polo sur, pero en el futuro estaremos.

L21.- En pocas palabras, ¿qué representa la marca Champagne Taittinger para usted?

PET.- Fineza, delicadeza y seducción.

LOS ACTIVOS DE  TAITTINGER

Abadía de Saint-Nicaise

Dieciocho siglos de historia custodian el paraje de la loma de Saint-Nicaise, actualmente sede de Champagne Taittinger. Historia que comienza en el siglo IV, en las aspilleras galorromanas. En ellas durante el siglo XIII, los monjes de la abadía guardaban los vinos de Champagne con los que comerciaban. Ahí se encuentran los restos de la abadía, destruida durante la Revolución Francesa, en perfecto estado de conservación. Y de vuelta al siglo XIX en la sala de recepción se encuentra una maqueta de la basílica y otra de la Abadía de Saint-Nicaise.

El Château de la Marquetterie

“La joya de Champagne“, cuya construcción data de 1734, fue residencia del escritor Jacques Cazotte (1719-1792), autor de El diablo enamorado, sacrificado durante la Revolución, y del general De Castelnau, quien hizo de ella su cuartel general durante la batalla de Champagne en 1915. Y sobre todo de fray Oudart, monje benedictino que descubrió en el lugar ciertos secretos de la fermentación del champagne a finales del siglo XVII. En 1932 pasa a manos de la familia Taittinger.

Primer champagne de la propiedad en la historia de la marca, el “Folies de la Marquetterie“, es una mezcla compuesta por un 45% de Chardonnay y un 55% de Pinot Noir, vendimiados en verde y procedentes del viñedo de Folies, que rodea el castillo de la Marquetterie, cuna del champagne de la familia Taittinger.

La Residencia de los condes de Champagne

La Residencia de los condes de Champagne, construida en el mismo corazón de Reims, entre el Ayuntamiento y la Catedral, fue donde vivieron Teobaldo IV y los condes de Champagne durante sus visitas a Reims para la coronación de los reyes de Francia. La Residencia de los condes de Champagne es actualmente propiedad de Champagne Taittinger. Es uno de los pocos vestigios de la arquitectura medieval de la ciudad y de la dinastía que reinaba entonces en Champagne. Totalmente restaurada, recibe conciertos, eventos y exposiciones.

Como homenaje al Teobaldo poeta, Taittinger tuvo la idea de crear dos vinos excepcionales: el Comtes de Champagne Blanc de Blancs y el Comtes de Champagne Rosé.

Vincent Collard Director del viñedo Taittinger

“Nuestro viñedo, uno de los más grandes de Champagne, garantiza a la empresa un suministro regular de uva de calidad, y asegura vinos característicos y de reputación indiscutible, de una constancia reconocida en el mundo entero. Nuestra Casa adoptó hace tiempo “el enfoque de la viticultura racional, y me enorgullezco de ser su guardián, su exigente centinela”.

Loïc Dupont Jefe de cava

“Es en el corazón de nuestras cavas donde el tiempo hace su trabajo. Aunque en la vendimia se diga que tenemos un buen mosto, solo el paso del tiempo podrá darnos la razón. Nuestros vinos requieren paciencia, y la paciencia tiene un costo. Pero el resultado, el placer que nos proporcionará nuestro vino al cabo de tres años, para el Brut Réserve, y de más de siete años para el Comtes de 20 Champagne, es todo un tesoro. Detrás de toda promesa siempre hay algún secreto. Les revelaré uno. Casi la totalidad de la producción de Taittinger se realiza exclusivamente con viños de primer prensado”.

LAS CAVAS

A 18 metros de profundidad, en el lecho calizo, que apenas alcanza 12 grados centígrados tanto en verano como en invierno, se encuentran estas cavas únicas en Champagne, excavadas en la época galorromana, en las que la uva prensada, vinificada, mezclada y embotellada pasará entre 36 meses y siete años, según la barrica. Se localizan debajo de los restos de la Abadía de Saint-Nicaise, que Pedro el Grande, zar de todas las Rusias, honró con su visita en 1717. Fueron ampliadas en el siglo XIII.