Llegamos a Noviembre; la mayoría de las empresas empezamos a trabajar en los presupuestos y proyecciones de cierre de año, así como en metas y escenarios para el año que entra. ¿Y qué creen? No tengo ni la menor idea de cómo plantear el escenario.
Por lo pronto tengo claro que debemos usar un factor inflacionario. Pero ¿cuál poner?: ¿La real, real, real o la que publica Banxico? Creo que optaré por poner una media entre ambas cifras. Sí, seguro ya todos ustedes pensaron lo mismo. ¿Y el crecimiento económico?
Los analistas informan una desaceleración a nivel mundial y con todos los temas que estamos viviendo en el país no podemos esperar un escenario diferente. ¿Crecerá la economía en México? Lo dudo mucho; no se crean que es mi apreciación, yo sólo estoy plagiando la idea de otros mucho más versados en el tema. La gran ventaja que tenemos en nuestro maravilloso Cancún, son nuestros turistas. Muchos pensamos que debido a la situación en Europa tendremos afluencia y esperamos un crecimiento en el arribo de turismo. Seamos optimistas, pero también cautos.
Así andamos la mayoría de los empresarios indagando, leyendo a los expertos económicos, buscando indicios de la política económica a aplicar el próximo año. Empezando a preparar nuestro próximo año, nuestras metas, nuestros equipos. Es un gran trabajo, pues las empresas somos previsoras y queremos seguir aportando. Pero lamentablemente existe un gran ‘pero’: andamos bien confundidos de los escenarios para el próximo año; incertidumbre, inseguridad y muchas dudas.
Todos sabemos que tanto las personas, como las empresas y los países tienen ciclos, hemos pasado muchos y la verdad, como mexicanos somos bien resilientes (me encanta esa palabra), aquí seguimos creando y logrando.
Sin embargo, 2023 es un año en el que todos debemos estar bien alertas, ¿Qué pasa si el gobierno federal sigue estableciendo políticas en contra de las empresas? Hoy lo vivimos con los trámites (algunos hasta absurdos), la corrupción que no se ha erradicado, el discurso de que todos los empresarios somos unos explotadores, políticas económicas en exceso regulatorias, entre otros.
Estos factores no los prevemos en los presupuestos de gastos o proyecciones de ingresos, pero ahí están, son reales. La afectación es un efecto compuesto, que aún no vislumbramos en su totalidad; se va acumulando y mermando la operatividad empresarial. Afectará principalmente los salarios…
¿Qué podemos hacer? Sólo nos queda participar con nuestros gobiernos locales, sensibilizar y permear nuestras ideas para incidir con políticas que contrarresten estos efectos. Si no lo hacemos nosotros…. Me pregunto, ¿Quién entonces?
- Mirada empresarial
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