Grupo Karisma es otra de esas cadenas hoteleras cuya fundación ocurre en República Dominicana hace 15 años, y cuya dinámica expansión sucede en el Caribe mexicano, donde concentra el 85% de su negocio.
Como otras cadenas internacionales, en la región mexicana es donde experimenta nuevos conceptos y modalidades hoteleras para trasladarlas a otros puntos turísticos del Caribe, y es evidente porque mantiene el liderazgo turístico, concentrando anualmente a más de 15 millones de turistas procedentes de los principales mercados emisores, EU y Canadá (versus más de cinco millones de turistas en República Dominicana).
Y es en México donde Grupo Karisma consigue la alianza de una de las firmas más sólidas en cuanto a producciones infantiles se refiere, Nickelodeon, con tres billones de televidentes en 170 territorios del mundo y en más de 40 idiomas.
Y otro punto interesante, ya con pasado dentro de la industria turística, es la unidad de negocio hotelero en Orlando, y la participación de entretenimiento dentro de la industria naviera a través de Norwegian.
Grupo Karisma mantiene un perfil bajo, pero estratégicamente rentable. Fue de las primeras cadenas en darle un justo peso a la gastronomía a través de su modalidad Gourmet Inclusive, que integró en otros inmuebles tanto en el Caribe (República Dominicana, Jamaica), como en Latinoamérica (Colombia) y Europa del Este (Serbia y Croacia).
Bajo alianza con Nickelodeon desarrolla en principio un concepto para el segmento familiar, con toda la parafernalia de su barra infantil, aunque segmentado, como antesala del primer hotel Nickelodeon fuera del territorio estadounidense, el cual despegará formalmente en República Dominicana con un parque acuático para diversificar su “atractividad”, aún escasa en esa zona de la región caribeña, para continuar de vuelta en el Caribe mexicano, ya con un sólido expertise.
Será entonces la apuesta más compleja para un nicho de mercado cada día con mayor potencial, y prioritario para el sector turístico, tanto de hoteles como de restaurantes, incluso de la oferta de ocio y aventura. Un rubro que tiene un gran efecto de arrastre y prescripción a otros segmentos de mercado. Incluso como aducen los especialistas, es el segmento idóneo para realizar acciones de fidelización de la demanda. En los últimos años, en la medida en que aumenta la competencia, el sector turístico ha tenido que especializarse, y uno de los públicos objetivos de esta fidelización es el segmento familiar. Por tanto, siendo un segmento ´maduro’ como objetivo del sector turístico, está en una fase ’emergente’ en cuanto a su ciclo de vida en el sector,
Hard Rock International y Nickelodeon lo han demostrado. Y ambos se arriesgaron y no temen concretar alianzas con empresas del Caribe para potenciarse.
La mata turística caribeña sigue dando de qué hablar entre los grandes monstruos del entretenimiento, con otra clase de suerte y bonanza, ajena a la industria restaurantera eclipsada en la década de los 90 con la de la “matización”. La hotelería en cambio se convirtió en tierra fértil para abonar sus unidades de negocios con mayor rentabilidad, y en tierras con grandes promesas, y con una visión particular: corresponder a las demandas del sector con productos diferenciados, experiencias únicas, motivacionales y con instalaciones y servicios de calidad mundial.