Al buen entendedor
Sergio González Rubiera
Presidente de la Asociación Mexicana de Agencias de Viajes de Quintana Roo • sgrubiera@acticonsultores.com
No se trata de criticar por criticar todo lo que hace el gobierno, sólo porque es el gobierno; se trata de que el turismo, nuestro sector, siendo la industria que más aporta al Producto Interno Bruto nacional (aunque éste ya no se mida, porque ahora habrá de medirse el estado de bienestar), siendo la actividad económica que genera más de 4 millones de empleos, entre otros tantos beneficios económicos, sociales y culturales, que ha convertido a México en potencia mundial en la materia, se encuentre en el total abandono y enfrentando el desdén oficial desde el día uno del presente sexenio.
El turismo como actividad económica y como motor de desarrollo, no sólo no ha figurado en el plan del gobierno federal, ni en el discurso oficial, con la única excepción del muy controversial Tren Maya, sino que ha sido soslayado, minimizado y se puede afirmar que hasta se ha atentado seriamente contra su desarrollo.
Se esperaría entonces la interlocución de la Secretaría de Turismo, la secretaría del sector, el ente que fuera capaz de aglutinar a las fuerzas vivas de tan importante asignatura y ser capaz de propiciar los encuentros, los debates, las alianzas entre todos los actores públicos y privados, para arribar a las mejores conclusiones y ser capaces de obtener el acuerdo presidencial en favor de una industria que puede ser la gran alternativa de desarrollo económico y generación de empleo para México.
Pero tristemente, Sectur ya no existe; la hemos perdido.
Ya hemos dicho alguna vez en este espacio, que Torruco no puede ser un secretario de Turismo objetivo y eficaz, entre otras, por tres razones fundamentales: es soberbio y arrogante, eso no le permite escuchar; está totalmente desactualizado, no entiende nada de nuevas tecnologías, ni nuevas tendencias, eso se refleja en sus decisiones o la falta de ellas y su absoluta fe ciega y devoción por el presidente; eso no le permite proponerle, convencerle o sugerirle.
De manera que la soberbia, desinformación y culto al líder, nos llevan a lo también ya antes dicho en estos espacios, en el turismo estamos completamente solos, e ingenuos somos si pensamos que habrá cambios, que escuchados seremos, o que novedosas y competitivas estrategias nos habrán de ser propuestas; no mis queridos ocho lectores, no, estamos irremediablemente solos en este desierto de la sinrazón gubernamental de la transformación de cuarta y creativos habremos de ser nosotros para poder avanzar, además de pacientes para esperar a que los tiempos democráticos nos lleven hacia mejores rumbos.
Al desaparecido CPTM, lo vino a “sustituir”, si es que el concepto aplica, el llamado “Consejo de la Diplomacia Turística”, que ni es consejo, ni es diplomático, y de turístico lo único que tiene es a sus integrantes, casi todos muy distinguidos y reconocidos empresarios de nuestro sector con impecables credenciales pero que, sin agenda, sin liderazgo y lo peor sin recursos, poco podrán ejecutar.
Esas falencias en la errática conducción de la triste y casi inexistente Sectur, explican fácilmente por qué la vergonzosa fachada, contenidos y estrategia, si es que tiene alguna, del sitio conocido como Visit México. Producto del descuido y la indolencia total, siendo de lo muy poco que nos quedaba en promoción nacional e internacional se ha convertido VisitMexico en el hazmerreír de la industria.
La verdad es que por pura dignidad el secretario ya debería haber renunciado hace mucho. Para él era más una cuestión de ego, capricho y sueño personal, que un verdadero compromiso con el sector turismo. Ese, hasta hoy no se ha sentido.
- Al buen entendedor
- Presidente de la AMATUR
- Presidente del centro de atención de salud mental y prevención de adicciones "Vital"
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