Luis Alegre Salazar dejó una huella en Quintana Roo y a nivel nacional, por su labor en el quehacer político, radiofónico y hotelero
La repentina muerte del ingeniero Luis Alegre Salazar hace algunas semanas causó conmoción en el ámbito estatal y en la esfera política nacional, ya que gracias a su desempeño como legislador federal, tuvo relación con muchos funcionarios.
Hijo del empresario Gastón Alegre López y subdirector de Grupo Turquesa, falleció a los 58 años de edad, a causa de un infarto, en su vivienda en Cancún.
Fue diputado federal por Morena de 2018 a 2021. Además, en las pasadas elecciones buscó la candidatura a la gubernatura de Quintana Roo.
Destacó porque ayudó a gestionar la relación entre la presidencia y los empresarios del proyecto del Tren Maya en Quintana Roo, nombrado directamente por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En varias ocasiones, señaló que el mayor proyecto de inversión que se avecinaba, más allá de la infraestructura hotelera, era sin duda el Tren Maya, el cual consideró que era “un crucero tierra adentro”. “En vez de visitar isla, estaría uno visitando nuestra ruta maya, con la ruta arqueológica tan rica que tienen Quintana Roo y los demás estados de la península de Yucatán”, comentó en su momento.
Muy capacitado
Alegre Salazar era ingeniero industrial por la Universidad de Toronto, Canadá, con varios diplomados internacionales. Especialista en telecomunicaciones, donde destacó en varios puestos de alto nivel trabajando para el gobierno federal mexicano.
Fue director para Latinoamérica del Deutche Bank y presidente de Alegre Consulting Telcommunications en Florida, Estados Unidos.
Destacó como empresario de la radiodifusión, con Grupo Turquesa y también era dueño de varios hoteles junto con su padre.
Constitución en lengua maya
Por otro lado, Alegre Salazar impulsó la traducción en lengua maya de la Constitución del Estado de Quintana Roo, lo cual justificó como parte de su compromiso para acercar la justicia a las comunidades mayas.
De hecho, como presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados, encabezó una Caravana Maya, durante dos meses, para para recabar las firmas de los dignatarios, sacerdotes y jueces tradicionales mayas.