Capítulo XVI • El big bang

por ahernandez@latitud21.com.mx

 

Hasta hoy, la visión científica más aceptada del origen del universo es la teoría del big bang, según la cual hace unos 14 000 millones de años se produjo una gigantesca explosión de origen inexplicable. Al principio se hablaba de una concentración infinita de materia; hoy no se sabe bien si realmente fue así.

Einstein dedujo que la energía es igual a la masa por la velocidad de la luz al cuadrado, es decir, E = mc², con lo cual terminó con la era aristotélica de separación de masa y energía, para revelarnos que ambas son una misma cosa manifestada de forma diferente.

El hecho de que masa y energía sean la manifestación concreta de algo que puede ser lo mismo (energía original) tiene enormes implicaciones para toda la concepción de nuestra biosfera y para lo que se ha dado en llamar visión holística del universo (visión de la totalidad).

La ciencia ha comprobado a través de la física cuántica que cuando dos frentes de energía chocan o se entrelazan, generan rizos energéticos que, al aglomerarse, se convierten en materia, específicamente en partículas infinitesimales, las cuales son el origen de protones, neutrones, electrones, neutrinos, etc. Estas partículas integran el átomo, que es la base de lo que nosotros hemos determinado como materia.

Se han buscado toda clase de definiciones para los conceptos de materia y de energía, pero, como la luz, no sabemos definirla científica ni empíricamente, Sin embrago, sí podemos definirla filosóficamente, porque  “materia o energía es aquello que no es como yo» dado que yo no soy ni piedra, ni agua, ni masa, ni electricidad, etc. Entonces, definimos el universo en dos grandes campos perfectamente reconocibles e identificables:

Lo material: que no es como yo

Lo espiritual: que es como yo

Ya en ocasiones anteriores he marcado la diferencia entre manifestación y presencia del espíritu. El espíritu se manifiesta en lo material, pero hace presencia sólo en el ser humano, es decir que el mundo material es una evidencia de que existe el espíritu, mientras que el ser humano lo lleva dentro, en su capacidad de autodeterminación, de creación, de pensamiento, etcétera.

En el humano se conjugan los aspectos material, energético y espiritual (cuerpo, mente y espíritu) en su parte física, motora y natural, su parte psíquica e intelectual y sus capacidades espirituales. Son sus partes física y psíquica las que están inmersas en la biosfera terrestre, es ahí donde se interrelaciona con todo su medio mineral, vegetal y animal.

En nuestro aspecto material, los seres humanos somos polvo de estrellas, condensado y evolucionado como todos los objetos que nos rodean. Y estamos sujetos a las mismas reglas de supervivencia que los demás seres vivos de nuestro planeta.

En la biosfera se dan los ciclos del agua y del nitrógeno, la fotosíntesis, las cadenas alimentarias y todos los procesos de los cuales depende nuestra existencia. Con esta visión holística, los humanos tendremos que enfrentar nuestra problemática ecológica y aprender a legislar en favor del medio ambiente.

La visión antropocéntrica es válida siempre y cuando sea totalmente filtrada por un alto grado de conciencia de que siempre deberemos estar relacionados con nuestra biosfera.

Los más altos grados de tecnología moderna y futura no nos distraerán de esa obligación. La energía atómica nos independizará y nos dará energía sin límite, pero si no cobramos suficiente conciencia ecológica también puede destruirnos.

De esta forma, nos damos cuenta de que desde el big bang hasta la fecha, hemos venido interactuando con nuestro medio ambiente, y en ese proceso nos hemos vuelto la especie dominante, aunque dependientes de esa interrelación que tenemos con el medio ambiente.

Si nosotros no desarrollamos una conciencia colectiva de esta interdependencia, basándonos en los derechos humanos y logrando nuevas correlaciones de países y personas ricas y pobres, cada día nos haremos más daño y pondremos en riesgo la supervivencia de nuestra especie.

Nota al calce 

Psicología: Parte de la filosofía que trata del alma y sus operaciones.

Todo lo que atañe al espíritu.

Manera de sentir de una persona o un pueblo.

Marcos Constandse Madrazo
Ingeniero de profesión, Marcos Constandse Madrazo, además de ser uno de los pioneros en el Caribe Mexicano e impulsor de conceptos únicos para la atracción del turismo, es un escritor que comparte su filosofía de vida, fragmentos de la historia y crecimiento de este destino. Una de sus obras es “Ecología y Espiritualidad”, en la que aporta su interesante visión y propuestas para avanzar en el desarrollo económico de la región, privilegiando acciones que moderen y regulen el consumo, para reducir la huella ecológica, a fin de preservar lo más valioso de la humanidad y que está bajo profunda amenaza: el medio ambiente. Hoy más que nunca este tema cobra relevancia, por lo que en cada edición de Latitud 21 incluiremos fragmentos de esta publicación. Búscalo completo en nuestra web: www.l21.mx.