Psicólogo
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Linkedin: davidasencio195
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La vida es un viaje lleno de preguntas profundas y complejas. Desde el momento en que comenzamos a ser conscientes de nuestro entorno, nos encontramos ante la gran pregunta: ¿de qué se trata la vida? Esta interrogante nos puede llevar a reflexionar sobre nuestra existencia, nuestras relaciones y nuestros propósitos. En un mundo que a menudo parece caótico y desalentador, es fácil perderse en el ruido y la confusión. Sin embargo, si miramos con atención desde el corazón y desde nuestra conciencia, podemos encontrar respuestas que trascienden las dificultades del día a día.
¿Cuál es la realidad del mundo actual? Es innegable que vivimos en tiempos desafiantes. La información fluye a gran velocidad, y muchas veces parece que las malas noticias superan a las buenas. La injusticia, la desigualdad y la crisis ambiental son temas que nos afectan a todos. En medio de esta realidad, es natural sentir desencanto y desmotivación. Pero ¿qué pasaría si cambiáramos nuestra perspectiva? En lugar de dejarnos llevar por el pesimismo, podríamos buscar el aprendizaje en cada experiencia.
¿Y si miramos desde dentro? Cuando nos tomamos un momento para mirar hacia adentro (desde el alma), comenzamos a descubrir el verdadero significado de la vida. La introspección nos permite conectar con nuestras emociones, nuestros sueños y nuestros valores. A menudo, el ruido del mundo exterior nos aleja de lo que realmente importa. En nuestra esencia, todos anhelamos amor, conexión y un propósito. Al sintonizarnos con nuestros corazones, podemos escuchar las lecciones que la vida tiene para ofrecer.
¿Cuáles son esas enseñanzas de la vida? Cada desafío presenta una oportunidad para crecer. Las relaciones que formamos, tanto las positivas como las difíciles, son espejos que reflejan partes de nosotros mismos. A través de la empatía y la compasión, aprendemos a entender mejor a los demás y, por ende, a nosotros mismos. Las dificultades pueden ser duras, pero también son maestras que nos guían hacia una mayor resiliencia y sabiduría.
¿Existe un propósito? Claro que sí, pero tampoco es algo que deba preocupar, simplemente el consejo es vivir, disfrutar, reír y estar dispuesto a experimentar cada situación en la que nos pone la vida.
Las circunstancias de la vida las pone la vida, pero cómo vivimos esas circunstancias es decisión nuestra, y eso se llama libre albedrío.
Cada uno de nosotros tiene un propósito único, una huella que dejar en el mundo. Este propósito puede ser pequeño o grande, pero lo importante es que resuene con nuestro ser. La búsqueda de ese propósito puede ser un camino lleno de exploración y descubrimiento. A veces, se revela en las pasiones, en los talentos que cultivamos o en las causas que defendemos. Al identificar lo que realmente nos mueve, encontramos dirección y significado. Al final del día, la vida se trata de un equilibrio entre lo que ocurre a nuestro alrededor y lo que llevamos dentro. Al conectarnos con nuestra esencia y con los demás, podemos encontrar respuestas a la pregunta fundamental de la vida. Abracemos el viaje, con sus altos y bajos, y recordemos que cada día es una nueva oportunidad para crecer, amar y descubrir el sentido de nuestra existencia.
Toda agrupación, marca o empresa está en la necesidad inmediata de hacer cambios en sus formas de generar relaciones con sus integrantes o colaboradores. Las nuevas tecnologías nos obligan a cambiar las estrategias y a generar valor a través del desarrollo humano. La paradoja de hoy es que ahora nosotros trabajaremos y concentraremos nuestra energía en el bienestar de nuestros colaboradores si deseamos que ellos nos brinden lo más valioso que pueden tener: ¡su pasión!
¡Vamos a cambiar de perspectiva! Los ejecutivos de recursos humanos son quienes cuentan con la herramienta de disrupción, y deberán modificar su forma de captar colaboradores y generar una buena imagen desde el primer contacto que las personas tienen con nuestras marcas. Hoy, los jóvenes hablan un idioma diferente al de generaciones anteriores; tienen visiones distintas de cómo será su vida y sus intereses son completamente diferentes a lo que conocimos históricamente.
¿Qué te gusta hacer? ¿Cómo puedes desarrollarte en nuestra marca? ¿Qué herramientas necesitas para lograr aquello que deseas hacer en alineación con nuestra empresa? ¿Cuáles son tus intereses y qué esperas de nosotros? ¿Y qué es lo que nosotros podemos esperar de ti? Estas son preguntas básicas para conocer a nuestros aspirantes y crear esa sinergia que nos permite, como responsables de recursos humanos, colocar a la persona adecuada en el puesto adecuado.
El human centricity (enfoque en lo humano) se basa en comprender al ser humano como punto de partida para generar éxito en los negocios. Impulsar, motivar e incentivar son palabras clave para lograr que los colaboradores se enamoren de lo que hacen, valoren su participación y disfruten del trabajo en equipo dentro de nuestra marca.
Colocar al ser humano en el centro de todas las decisiones permite a la sociedad transformarse, reconstruirse y evolucionar de manera trascendental. Este enfoque es aplicable a todos los ámbitos, incluida la política.
A pesar de los avances tecnológicos, nada puede suplantar el valor de una sonrisa genuina en el servicio. Se ha demostrado que cualquier problema puede resolverse de inmediato con una buena actitud por parte del prestador de servicios o colaborador. Es importante destacar que esta actitud está vinculada al bienestar personal de cada individuo.
La propuesta de valor al empleado representa nuevas formas de contratar colaboradores. Hoy en día, además de ofrecer un sueldo y prestaciones, es fundamental señalar los beneficios tangibles e intangibles adicionales, así como establecer una perspectiva de relación entre el crecimiento de la empresa y el desarrollo del colaborador.
A nivel global, todos deben tener un lugar en el plan de crecimiento del mundo y de las organizaciones. ¡Esa es la meta!
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Las relaciones de pareja son una parte fundamental de nuestra cultura y sociedad; son la base principal para la concepción de una familia. Sin embargo, hay factores esenciales que deben considerarse para establecer un compromiso verdadero y genuino.
Es vital entender que un compromiso auténtico no se basa únicamente en lo que llamamos amor, sino que requiere de la construcción consciente de valores compartidos, comunicación abierta y respeto mutuo. Solo así se puede forjar un vínculo sólido que soporte las pruebas del tiempo y las dificultades que puedan surgir y ahí es donde surge lo que verdaderamente es amor.
Te presento estos elementos que podrán ayudarte a construir una base sólida para una relación duradera y significativa.
Sigo sosteniendo que, antes de entrar en una relación, es fundamental trabajar en uno mismo y estar pleno y saludable en todos los aspectos para poder compartir momentos significativos con otra persona. La autocomprensión y el crecimiento personal son esenciales; solo cuando estamos en paz con nosotros mismos podemos ofrecer lo mejor a una relación.
Creo firmemente que quienes inician una relación desde la necesidad o por circunstancias de comodidad están abocados al fracaso. Las relaciones construidas sobre bases inestables, como la dependencia emocional o el miedo a la soledad, rara vez prosperan.
Además, considero que para buscar pareja debemos encontrarnos en una etapa de madurez que nos permita comprender el verdadero significado del compromiso genuino. Este compromiso no se trata sólo de estar juntos, sino de construir una conexión profunda basada en el respeto, la confianza y el apoyo mutuo. Sólo así podemos formar un vínculo duradero y satisfactorio que enriquezca nuestras vidas. En última instancia, una relación saludable comienza con el amor propio y la estabilidad emocional.
Por: @davidasencio195
Basta observarse y ser valiente para reconocerse y trasformar esos pensamientos que nos limitan nuestro crecimiento.
En el tema del desarrollo humano, los pensamientos limitantes son una parte importante de lo que se debe trabajar para poder desarrollar todo el potencial de tu ser. Observa tus pensamientos y dime cuántas veces te han venido a la mente cosas como: “No me siento atractivo”, “No me considero apto para ese ascenso o puesto que me ofrecen”, “No tengo la inteligencia necesaria”, “Es cuestión de suerte”, “Es complicado y difícil”. Si hay algo parecido en tu forma de pensar, podrías estar lidiando con creencias limitantes que están obstaculizando tu camino hacia tu propio éxito.
¿Qué son las creencias limitantes?
Esos pensamientos que has observado tienen un impacto muy fuerte en el desarrollo de tus potencialidades. Las creencias limitantes son básicamente esos pensamientos que tenemos y que, por circunstancias y parte de nuestra historia, entraron en nuestra mente y ahora nos están afectando, quizás sin darnos cuenta, porque provienen del subconsciente. Lo importante es que entiendas que esas creencias negativas sobre ti mismo tienen un gran impacto en tu actuar y en tu toma de decisiones, y eso limita tu desarrollo y crecimiento en todos los ámbitos, incluso en lo energético, que al final es lo que crea y atrae lo que sucede en tu vida.
¿Cómo cambiar las creencias limitantes?
Observándote, siendo valiente para verte y darte cuenta de esos pensamientos y de lo que provocan en ti. No es fácil; es cuestión de disciplina, de despertar y tener en el radar permanentemente que estás en modo observador. Con ello, te darás cuenta primero de cómo te expresas de ti mismo, de cómo son tus expresiones, si están en modo queja o en modo limitante. Escribe cómo te sientes; eso lo hace más fácil para observar. Escribe quién eres y date cuenta de la impresión que tienes de ti mismo. Escribe tu historia y observa los momentos de aprendizaje y los momentos difíciles. Una vez que tengamos esa información, haremos los ajustes. Puede sonar raro, pero despertar y lavarte los dientes con la mano diferente a la que comúnmente utilizas ya abre una forma nueva de hacer las cosas y mantiene tu cerebro a la expectativa. La idea es seguir siendo observadores, pero hacer cosas diferentes para obtener resultados diferentes.
Trata de ser más flexible: Cuanto más rígidas son nuestras creencias, menos adaptables somos al entorno y a las circunstancias que nos rodean. Una forma de medir esta rigidez es darnos cuenta del número de conflictos que tenemos en nuestra vida y del esfuerzo que nos supone afrontar ciertas relaciones y circunstancias.
Imagina que alcanzas lo que deseas: Fantasea viéndote a ti mismo consiguiendo aquello que quieres y recréate en ello. Siente las sensaciones de bienestar que esto te genera.
Detecta para qué te servía actuar así: Cuando por fin veas lo poco que te ayudan tus creencias y te des cuenta de lo mucho que te limitan, irás dejándolas atrás poco a poco y las sustituirás por ideas más realistas, esperanzadoras y positivas.
“Pensé que era tonto, por mi poca capacidad de retener información o mi lentitud de aprendizaje, pero descubrí que tengo otros talentos y me replanteé mi definición”; estas palabras de don Marcos Constandse nos invitan a reflexionar sobre cómo nuestras percepciones pueden influir en nuestra autoestima y desarrollo personal.
A menudo, las personas se ven atrapadas en una narrativa negativa sobre sí mismas. Pueden sentirse inferiores por no cumplir con ciertos estándares de rendimiento académico o profesional, lo que los lleva a definir su valía en función de lo que consideran debilidades. Sin embargo, es fundamental recordar que cada individuo es único y posee un conjunto diverso de habilidades y talentos.
¿Cuántas veces hemos escuchado a alguien decir que se siente “tonto” o “incapaz” porque no puede aprender al mismo ritmo que sus compañeros? Este tipo de autocrítica puede ser destructiva y limitar el potencial de una persona. La clave está en replantear esa historia interna y abrirse a la posibilidad de que el aprendizaje no es un proceso uniforme. Cada uno tiene su propio ritmo y estilo, y eso es completamente válido.
Para comenzar este proceso de revalorización personal, podemos seguir algunos pasos:
Al replantear nuestra historia personal, no solo mejoramos nuestra autoestima, sino que también abrimos las puertas a nuevas oportunidades y experiencias. Recuerda que la vida no se trata de ser el mejor en todo, sino de descubrir y cultivar aquello en lo que realmente brillamos.
En conclusión, como don Marcos Constandse nos recuerda, es posible redefinirnos y reconocer que, aunque podemos enfrentar desafíos en ciertos aspectos, también poseemos talentos únicos que merecen ser celebrados.
La seguridad es un tema prioritario en cualquier estado, y Quintana Roo no es la excepción. En un contexto donde la seguridad ciudadana es fundamental para el desarrollo social y económico, es alentador observar que el Gobierno del Estado está tomando medidas concretas para abordar esta realidad. Hoy, Quintana Roo se destaca en el ranking nacional por contar con una de las policías mejor pagadas del país, un reconocimiento que refleja un compromiso hacia la valorización de quienes sirven y protegen a la comunidad.
Aunado a este importante avance, se ha creado la Dirección de Desarrollo Humano, una iniciativa destinada a crear herramientas y programas que eleven el bienestar de los policías. Esta dirección busca no sólo mejorar las condiciones laborales, sino también potenciar el desarrollo integral de cada agente. A través de programas de capacitación, apoyo psicológico y actividades recreativas, se pretende fortalecer tanto el ser individual como el colectivo de los policías.
Este esfuerzo titánico implica la colaboración de diversos factores, incluyendo la familia, el entorno y la sociedad en general. La seguridad no solo depende de la labor de los cuerpos policiales, sino también de un trabajo conjunto con la comunidad, que fomente un ambiente de confianza y respeto. Al invertir en el bienestar de los policías, no sólo mejoramos su calidad de vida, sino que también fortalecemos la seguridad y la cohesión social en Quintana Roo.
Con estas iniciativas, se está construyendo un camino hacia un futuro más seguro y humano, donde se reconozca el valioso papel de los policías y se les brinde el apoyo necesario para cumplir con su misión de proteger y servir a la ciudadanía.
Pronto comenzaremos a ver los beneficios de este gran trabajo en el ámbito del Desarrollo Humano en Quintana Roo. Es evidente que cuando hay voluntad y compromiso, se pueden lograr cambios significativos. Los tiempos están cambiando, y la historia de nuestro estado se ve marcada por la presencia de una gobernadora mujer, lo cual sin duda representa una diferencia positiva en nuestra política y sociedad.
Felicitamos a la gobernadora por su liderazgo visionario y a su equipo, en especial al secretario de Seguridad Ciudadana, Julio César Gómez Torres, quienes han impulsado este importante proyecto. Su dedicación y esfuerzo son prueba de que es posible construir un futuro más humano y justo para todos los ciudadanos.
La implementación de programas que priorizan el bienestar de nuestros policías no sólo fortalecerá sus capacidades, sino que también contribuirá a la seguridad y cohesión en nuestras comunidades. Con cada paso que se da, estamos un paso más cerca de un Quintana Roo más seguro y próspero para todos.
Por: @davidasencio195