En Solidaridad, los líderes políticos que, a su vez, respaldan a los candidatos de las agrupaciones que han puesto en marcha el foco en este proceso electoral, a menudo utilizan las encuestas como una herramienta para moldear percepciones y motivar o desmotivar a los votantes, con resultados mixtos y a veces no intencionados que objetivan persuadir al electorado.
“TOMADURA DE PUEBLO”
En efecto, las encuestas pagadas que realizan algunos candidatos a la presidencia municipal en plataformas digitales, parecen indicar que un personaje determinado lidera las preferencias y la intención de votar, cuando no necesariamente es así, si se contrastan los resultados con estudios y rigor metodológico más serio, o de casas encuestadoras de mayor prestigio.
Como dato, rescato las palabras de quien preside la asociación civil-Observatorio Legislativo de Quintana Roo, Eduardo Galaviz, el cual a señalados en reiteradas ocasiones que, varios de los actores políticos participantes en la contienda electoral, en especial señalo el municipio de Solidaridad, durante su paso por el Congreso del estado como legisladores, se han caracterizado por faltistas y con pobre participación en tribuna por mes.
De ahí que, la pregunta es obligada: ¿De dónde salen los números que le dan una ventaja amplia contra sus adversarios? No cabe duda de que eso de las encuestas es una tomadura de pelo, nadie en su sano juicio se cree el cuento que, en tan solo unos meses y haciendo proselitismo, logren posicionarse en la preferencia del electorado.
Sin duda, este tipo de acciones se llevan a cabo porque funcionan para los intereses de quienes orquestan estos esfuerzos por desinformar, confundir, manipular y reorientar la conversación en el marco de las campañas. Parte del problema lo conforman las personas que, en medios digitales y redes sociales, suelen dejarse llevar por la simple lectura de titulares y por no investigar a fondo el detalle de la información cuestionable que reciben.
“LAS BENDITAS ENCUESTAS”
Para concluir, uno de los principales desafíos de las democracias actuales es la falta de información. Durante los últimos años, la utilización de las redes sociales y el uso de la tecnología han simplificado el acceso a la información, pero también han impulsado la peligrosa difusión de noticias e información falsa que representan una actividad ilegal para las democracias, poniendo en jaque a las autoridades electorales, a los partidos políticos y a la misma población.
Dicho de otra manera, conocer, entender y difundir los esfuerzos por frenar la desinformación y las noticias falsas pueden ayudar a construir una mejor cultura política…TIEMPO AL TIEMPO
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