¿De quién será la culpa?

por NellyG

 

 

En Quintana Roo tenemos áreas hermosas, pequeños paraísos donde la naturaleza desborda el entorno y nos envuelve el verde en una explosión que nos abre los sentidos y las sensaciones. No por algo somos marcas mundialmente reconocidas: Cancún, Tulum, Bacalar…   sin embargo, vamos perdiendo esos espacios debido al crecimiento de la civilización, la sobreexplotación turística, la falta de respeto, mala educación y la poca regulación sujeta a los caprichos de la corrupción.

En las infinitas pláticas que todos tenemos en las sobremesas nos quejamos siempre de que el gobierno no regula, que hay cientos de áreas en Cancún que aún están sin drenaje, que en Tulum se sigue construyendo y destruyendo la selva, que en Bacalar ya hay cientos de botes contaminando la laguna. ¿Que si el gobierno debiera hacer? ¿Que si la corrupción en Tulum? ¿Que si la conservación? Claro, nunca encontramos respuestas prudentes, pero mi principal pregunta es: ¿Y nosotros qué hacemos? ¿Qué hacemos los empresarios, la sociedad, los ciudadanos, los conservacionistas, los dueños de hoteles, los dueños de embarcaciones? ¿Qué estamos haciendo para cambiar las cosas?

En realidad, sí existen algunas asociaciones civiles que intentan compensar, regular, señalar, pero son esfuerzos aislados, la mayoría con pocos recursos y pocos participantes. Imaginen que realmente una gran parte de la población de una colonia, comunidad, pueblo o por qué no, ciudad, participara con un objetivo de conservación y sustentabilidad. Esa fuerza sería capaz de lograr cosas tan trascendentales como terminar con la corrupción, porque ningún constructor estaría dispuesto a pagar mordidas, o si hay alguno que lo haga, la misma comunidad lo señalará, creando una regulación tácita. Imaginen una comunidad que pueda exigir que se inviertan los recursos gubernamentales destinados para infraestructura. Una gran diferencia en el crecimiento de las ciudades. Imaginen que nadie por ahorrarse un poco de dinero dejase de invertir en sistemas que mitiguen la afectación ambiental. Es soñar con una sociedad que está dispuesta a cuidar su entorno, priorizando la sustentabilidad vs ganancia monetaria. ¿Será posible? Si no empezamos a participar en las asociaciones y no empezamos a apoyar a esos líderes, lo veo difícil.

Me da una pena pensar que mañana nos reclamen cuando ya no exista selva, laguna, cocodrilos… paraíso. Y luego ¿qué cuentas vamos a dar? ¿A quién culparemos? No podemos voltear a ver a nadie, nosotros somos los que estamos aquí, debemos asumir nuestra responsabilidad y empezar a asumir nuestra fuerza.