En el universo de las catas a ciegas, pocos destilados logran construir un relato tan consistente como el ron veracruzano Villa Rica 23 Edición Oro, recientemente distinguido por el International Taste Institute en Bruselas. Allí, donde chefs y sommeliers de más de 20 países evalúan sin etiquetas ni referencias externas, este extra añejo volvió a colocarse entre los grandes: 33 estrellas de oro en once años consecutivos, un registro tan inusual como admirable.
Su presencia en esta edición del iTQi recordó por qué se ha convertido en un referente del ron mexicano: un perfil sensorial que supera los 90 puntos año tras año y reconocimientos como el Crystal Taste Award y el Diamond Taste Award, reservados para quienes sostienen la excelencia durante periodos prolongados. Detrás de su carácter está la tradición de Licores Veracruz, una casa con 75 años de trayectoria que madura rones de hasta 45 años y que ha llevado la identidad de Córdoba al escenario global. En un panorama donde los destilados buscan distinguirse por historia y calidad, Villa Rica 23 Edición Oro reafirma la voz del ron mexicano en los paladares más exigentes.
