El estilo del embajador Ron Johnson

por NellyG

 

 

En las casi tres décadas que llevo cubriendo los asuntos de la relación bilateral México-Estados Unidos, nunca había visto un equipo de gobierno tan robusto y con experiencia tan marcada en el hemisferio occidental como el equipo que presentó en las últimas semanas la administración de Donald Trump. Empezando por el secretario de Estado y también consejero de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Marco Rubio (exsenador cubanoamericano); del subsecretario de Estado, Christopher Landau (ex embajador de EUA en México); del Enviado Especial para la Región, Mauricio Clavere- Clarone (ex consejero de Seguridad de la Casa Blanca -cubanoamericano) y por supuesto, el embajador Ron Johnson quien ya entregó sus cartas credenciales a la presidenta de la México. Aunado a este equipo en la primera línea de mando se agrega un cuerpo de funcionarios de carrera con experiencia en la región. 

¿Quién es Ron Johnson y por qué ha causado tanta intriga su llegada como embajador a México? Tradicionalmente los puestos de embajadores (en la gran mayoría de las capitales importantes para los intereses de Estados Unidos) están reservados para aquellas personas que aportaron una buena cantidad de dinero a la campaña presidencial, a políticos, o a personajes cercanos a la familia presidencial. En un segundo grupo aparecen personajes con características sui-generis o con alguna especialidad dependiendo el país, y el tercer grupo es para diplomáticos de carrera. Johnson es parte del segundo grupo.

Johnson ha sido un militar condecorado, boina verde (entrenamiento en las fuerzas especiales) con años de servicio en la CIA en misiones cercanas a América Latina y exembajador en El Salvador en una época cuando ese país atravesaba una de las peores crisis de seguridad en su historia. De hecho, se criticó mucho a Johnson durante su comparecencia en el Senado su cercanía con el presidente Bukele, un personaje cercano al presidente Trump, pero controvertido en muchos rincones del mundo por el uso de la fuerza y potenciales violaciones a los derechos humanos en su intento por eliminar el crimen y las mafias. 

Mi lectura es que Johnson fue propuesto como parte de una terna de perfiles para la misión de México y el presidente Trump se inclinó por él por su perfil “policiaco” y su cercanía con el grupo del secretario Marco Rubio (la esposa de Johnson es cubanoamericana) con una historia similar a la familia de Rubio. 

En varias reuniones recientes Johnson ha delineado una agenda con 5 ejes de trabajo con México: seguridad y migración y agilizar la frontera de manera segura; revisión del TMEC; innovación e impulso a la agenda “America First”; neutralización de China y su avance en México y América Latina, y finalmente, protección de los intereses (empresas) norteamericanas en México.

En conclusión, llegó a México un embajador cercano al “grupo de poder” de seguridad nacional y política exterior de Trump. Un exmilitar y exfuncionario de la CIA con conexiones directas a la milicia y al mundo de la inteligencia que conoce bien nuestro país. Estimo un diálogo franco, directo y hasta cierto punto tolerante, pero firme.