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- Arturo Medina Galindo
- Periodista, Director NITU.mx • arturo@nitu.mx
- Twitter @Arturo_Medina_G
Aunque en el discurso el Tianguis Turístico de México se dice que fue un éxito, yo lo pongo en duda. Siempre hemos dicho que un evento así es una plataforma facilitadora que pone el gobierno, para que la industria turística pueda hacer negociaciones para fortalecer a los estados de todo el país, pero cuando los presidentes de asociaciones de hoteles de los más importantes destinos no acuden al evento, nos podemos dar cuenta que poco o nada de negocio se podría esperar.
En cifras no habría por qué dudar que al menos serían igual que otros años, tres mil 216 expositores de mil 259 empresas; mil 700 compradores de mil 154 empresas y la asistencia de representantes de 44 países. Pero no, sólo los empresarios, gobernadores y presidentes municipales (si es que fueron) fueron al acto protocolario y de regreso a la chamba en sus estados.
La titular de la Secretaría de Turismo, Josefina Rodríguez aseguró que, tras 50 años, desde su inicio en 1975 el Tianguis Turístico se ha consolidado como la fiesta del ramo más importante de América. Y en esta nueva modalidad se ha redefinido como “un evento cercano a la gente”.
Reiteró la importancia del sector turístico como generador de prosperidad compartida, como lo ha instruido la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, “bajo cuyo liderazgo se ha trazado la ruta para lograr ser el quinto país más visitado del mundo hacia el 2030 gracias a la implementación del Plan México”
Pero entonces, ¿qué pasó? Este evento, que es uno de los más importantes para el sector, se vio enmarcado por la falta de participación de figuras clave, lo que plantea varias preguntas sobre las razones y las posibles implicaciones de esta ausencia.
En primer lugar, es importante considerar las razones detrás de esta decisión. Podría ser que los presidentes de las asociaciones de hoteles consideraran que su presencia no era necesaria. Sin embargo, también es posible que haya habido desacuerdos o insatisfacciones con la organización del evento o con las políticas turísticas actuales a nivel federal.
La ausencia de estos líderes puede tener varias repercusiones. Por un lado, podría interpretarse como una falta de apoyo a los esfuerzos (nulos) por promover el turismo. Por otro lado, también podría ser una señal de descontento con la dirección actual de la industria turística, lo que podría llevar a una reevaluación de las estrategias y políticas actuales y no es un secreto que se ha solicitado desde hace 7 años, presupuesto de promoción, ademas de mejoras en Aduanas y Migración.
En conclusión, la ausencia de los presidentes de asociaciones de hoteles en el Tianguis Turístico de México en Tijuana-Rosarito es un tema que merece atención y reflexión. Es una oportunidad para evaluar y mejorar la colaboración dentro de la industria turística, asegurando que todos los actores estén alineados y comprometidos con el desarrollo y promoción del turismo en México.
Mayo volverá a ser mayo
Cuando llegué a esta ciudad hace casi 30 años, abril y mayo eran marcadas temporada baja, salvo Semana Santa, que siempre caen en ese lapso, el resto eran meses complicados. Por eso es que se impulsó en su momento al Spring Brake y el Festival de Jazz de Cancún.
Se había superado la inercia, se dejó ir el Festival de Jazz y ya no se promueve la visita de spring breakers, sin embargo, abril terminó con ocupación promedio de 75% en Cancún y Puerto Morelos e Isla Mujeres (zona continental) no llegó al 80% y esto a pesar de que en abril estuvo la Semana Santa y Pascua.
El mundo está convulso, vive en la incertidumbre, se pueden dar muchas explicaciones, puedes suponer muchas cosas, pero quizá no sea casualidad la intensa campaña en redes de “no viajes a Cancún” que nos ha pegado.
Cuando hay campañas de este tipo se debe contrarrestar, y a pesar del esfuerzo desde el CPTQ, ahora vivimos esa realidad que hay que revertir.