Estrategias de altura: Jesús Rosano García

por ahernandez@latitud21.com.mx

Jesús Rosano García cierra un capítulo al frente del AICM, el aeropuerto más importante de América Latina 

Desde octubre de 2019, después de más de tres décadas de experiencia como directivo de varias aerolíneas en el país, Jesús Rosano García fue nombrado como director general del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, un encargo que desempeñó en medio de muchos retos y dificultades, pero que, asegura, sacó adelante para mantener el liderazgo de esta importante terminal, en la que al día se mueven más de 350 mil personas, entre pasajeros y empleados.

Tras la conclusión de su ciclo, llega Carlos Morán Moguel, exsubsecretario de Transportes, a quien le tocará continuar con los proyectos de rehabilitación y ampliación en todas las áreas.

Estuvo al frente del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México durante 26 meses, ¿qué representó para usted esta experiencia?

Hubo muchos logros que valdría la pena mencionar; sin embargo, es importante ubicar el antecedente: De 2015 a 2018, el aeropuerto dejó de recibir dinero para mantenimiento y obras porque se iba a cerrar, dado el proyecto del NAIM… Incluso, los contratos de locatarios terminaban el 30 de septiembre de 2019, fecha que se daba como cierre definitivo,

Hay que imaginarse una ciudad, porque eso es el aeropuerto más grande la Latinoamérica, el AICM -donde conviven, con datos del cierre de 2019, 300 mil pasajeros y acompañantes diarios, más 42 mil empleados, y todos requiriendo servicios básicos y complementarios, así como los de viaje y seguridad, tales como baños, agua, comida, trámites, buenas pistas luces, mil oficinas administrativas, decenas de hangares, etcétera-. 

El principal reto al que me enfrenté es que no es fácil encontrar unos edificios y todo su mecanismo de viabilidad deteriorados y con desastroso estado con el uso de una población tan grande sin ningún mantenimiento por tanto tiempo.

¿Cuáles fueron sus principales logros durante este tiempo?

Actualizar tal situación en dos años se logró, casi al 100%, que es imposible, y principalmente porque es como querer cambiar una llanta ponchada y cambiar desgastes del motor en un auto en movimiento, porque arreglar todo funcionando es pantanoso y molesto.

Mucho del servicio que la gente veía es que de pronto había tapiales con los acostumbrados letreros de “estamos trabajando mejoras en beneficio de usted”, es complicado, a la gente no le gusta ver tapiales, ver espacios de piso cambiándose, baños cerrados por remodelación, etcétera, lo que no se sabe es que el aeropuerto es 24 horas los 365 días del año, y hay más pasajeros en la noche que en la mañana, es decir, no hay forma de pensar en espacios de horarios ociosos… no existen.

Lo mismo es para el “lado aire” que llamamos, donde se dan las operaciones aéreas y terrestres.

Igual con más de mil operaciones diarias y tienes que reencarpetar pistas, plataformas, rodajes, con el AICM operando. Todo debe funcionar como reloj desde que el avión va a aterrizar o despegar y las más de 100 posiciones de atraque libres, así como los mil vehículos que en cualquier momento están circulando llevando combustible, equipajes, comida, etcétera.

En los edificios, remodelar más de 100 baños con el tránsito de los cientos de miles diarios de usuarios; también ampliar y remodelar 80 mil metros cuadrados de piso, 90 mil de plafones, ir cambiando 100 mil metros cuadrados de impermeabilizantes viejos, luminarias, escaleras eléctricas y elevadores; se tiene que hacer con el pasajero transitando, no se pueden cerrar secciones como en otros edificios con horario.

También hay que mencionar la actualización digital, equipos de rayos x y filtros de seguridad modernos, centro de control de primer mundo, digitalización de atraques, pistas renovadas, rodajes nuevos, más de 3 mil cámaras de última generación,  500 cámaras de seguridad interior,  flujos de control internacional con esclusas digitales, modernización de 600 paneles de información de vuelos, camiones de auxilio e incendios de última generación, plataformas de APP para auxilio de pasajeros, oficinas de lactancia, modernos y nuevos equipos de tratamientos de aguas y muchos logros más.

Hubo también algunas quejas por algunos servicios en el AICM, sobre todo en cuanto a crisis por la atención en módulos de Migración, ¿en qué situación quedó esto tras su salida?

Los espacios donde trabajan las demás instituciones que el AICM alberga se les dota de instalaciones para que desempeñen su trabajo, pero el AICM no interviene en los protocolos propios de la profesión de cada una, por ejemplo, el recinto de Migración, ellos tienen su personal y la capacitación para atender a los pasajeros internacionales y el AICM no interviene, más que en la infraestructura.  Si llegan 15 vuelos internacionales (caso real) y se satura, como también pasa en otros países, el AICM no puede hacer nada, así como en aduanas y otras instituciones, sólo se apoya desde el espacio administrativo.

Las líneas aéreas tienen su personal para atender los equipajes y salidas y llegadas a tiempo de acuerdo con sus agentes de atención por vuelo y si por alguna razón, falta o se daña un equipaje o tripulación incompleta, el AICM no tiene que ver.

Hay poca memoria para comparar el aeropuerto de hace dos años con el actual, pero sí veo que hay un importante cambio donde todo se ve limpio, luminoso, señalado, confortable y seguro.

Uno de los puntos vitales de una terminal es la seguridad aérea. Este rubro per sé tiene una atención presupuestaria y logística muy importante para el AICM, es de los que más atención se le dedica y logramos tener uno de los aeropuertos más seguros del mundo con todas las normas internacionales.

Con la experiencia que usted tiene como directivo de aerolíneas en el país, ¿cuál es su visión particular del esquema aeroportuario del gobierno federal, sobre todo por la terminal de Santa Lucía, la operatividad del AICM y la cancelación del NAIM?

Estuve más de 33 años en líneas aéreas en puestos directivos, incluso en direcciones internacionales y como director general en otras. Eso da una visión a detalle de servicio y alcances de la calidad en lo que requiere un aeropuerto para cumplir estos estándares mundiales.

El AICM ha sido reconocido, incluso es la primera vez que se le dio un puesto directivo en el ACI, que es la asociación mundial de aeropuertos del mundo y un reconocimiento a nuestra labor.

El NAIM no me tocó tener los estudios y análisis que derivaron en su cancelación; sin embargo, la visión del Felipe Ángeles es un aeropuerto que en algún momento se tendría que hacer debido a que el AICM puede manejar la operación con eficiencia del transporte de 3 millones y medio de pasajeros mensuales, pero por el transporte aéreo en general tendría que tener la ciudad dos aeropuertos que se distribuyan y manejen el exceso de pasajeros en la demanda natural que la recuperación tendrá a partir de este fin de año.

En todo 2021 se atendieron a 35 millones 854,378 pasajeros, y en diciembre pasado, 3 millones 857,228 pasajeros, un récord para ser tiempos de pandemia todavía. ¿Cuáles son las fortalezas que usted ve en el AICM, uno de los más importantes de la región?

El AICM será siempre el aeropuerto de la capital y de la Ciudad de México, porque ya tiene las bases para ser un aeropuerto confortable, ya tiene el 97% del avance que nos propusimos en general para su actualización, tanto del lado aire como las terminales.

Anunció también el mandatario nacional un aeropuerto en Tulum, ¿qué opinión le merece, en cuanto a retos y oportunidades este proyecto?

Va a ser un complemento para el aumento también de esa zona, ya que el de Cancún se ve saturado dando un servicio “complementario” a la zona de la Riviera Maya, pero ya se necesita uno que que sea el destino preciso de esa oferta; todo esto es por la recuperación tan rápida de la industria aérea.

A nivel nacional, ¿cómo ve la recuperación de la actividad aérea?

Existen muchos proyectos vitales que faltan para fortalecer a esta industria, pero hay que analizar su viabilidad y desarrollarlos poco a poco.

¿Cuál será el futuro inmediato de Jesús Rosano?, ¿hay proyectos en puerta o algún desempeño profesional en el que se enfocará?

En lo particular me dedicaré a asesorar a las empresas que requieren de los elementos profesionales y legales para concretarlos, tales como la expansión de aeródromos, los regionales, las de carga, la conversión de aeropuertos financieramente sanos, explotación comercial, etcétera.