Nuevas tendencias

por Latitud21 Redacción

 

Con casi tres décadas de presencia en el Caribe mexicano, la firma global EY, se consolida con un portafolio de más de 100 empresas de las 300 que asesora en el Sureste.

Una de las llamadas cuatro grandes, por encontrarse entre las mayores firmas de servicios profesionales del mundo -conocida por mucho tiempo como Ernst & Young, pero ahora totalmente identificada como EY-, no solo ha logrado posicionarse en el ámbito internacional con 758 oficinas en 150 países, sino que en México, y de manera particular en el Caribe mexicano, se consolidó a lo largo de ya casi tres décadas como un referente ineludible para el sector empresarial.

Lo que inició como un plan de apoyo para Cancún desde su oficina en Mérida hace 28 años -con el servicio único de auditoría-, derivó a la fecha en la labor que realizan 42 profesionales especializados, que se suman a los casi 150  colaboradores que emplea la firma en sus tres oficinas en el Sureste, región en la que atiende un portafolio de 300 empresas en rubros como impuestos, finanzas, contabilidad, estudios actuariales, asesoramiento en gestión de empresas, entre otros.

Desde luego, Quintana Roo, la principal entidad turística del país, con una oferta actual de 89 mil llaves hoteleras y un desarrollo que no se detiene, no podía quedar fuera del ámbito de acción de EY, que a través de la profesionalización, la transformación, apertura a los cambios y nuevas tendencias sigue vertiendo sus conocimientos de manera muy especial en segmentos como el de bienes raíces, hospitalidad y construcción, puntales de desarrollo en la entidad, y desde luego para el soporte del emprendimiento.

LA ENTREVISTA

Con casi tres décadas de presencia y trabajo en Cancún, el principal centro turístico del país, EY ha ido de la mano con el crecimiento del sector empresarial y turístico con muy buenos resultados. Al respecto habla Henry González, socio líder de Impuestos para las oficinas Mérida, Cancún y Puebla de la firma, en entrevista con Latitud 21.

Latitud 21.- ¿Por qué el cambio a EY?

Henry González.- Hemos pasado por varios cambios, no solo de branding. Hace tres años comenzamos un nuevo capítulo de nuestra vida institucional al adoptar ‘Construyendo un mejor entorno de negocios’ como nuestro propósito y lema, lo cual significa que en EY nos comprometemos a hacer lo que nos corresponde para generar confianza y seguridad en los mercados de capital y en las economías internacionales, así como a utilizar nuestro alcance global y la relación con las partes interesadas para crear un cambio positivo en nuestros clientes, gente y comunidad.

Además, acortamos nuestra marca a EY. Con ello alineamos nuestro nombre para un uso más homogéneo entre nuestros clientes y las prácticas de la firma en todo el mundo. Para reflejar este cambio, también rediseñamos nuestro logo, el cual denota optimismo, energía y transformación. Estos cambios son un indicador importante de lo que somos y lo que representamos. Aprovechamos esta oportunidad para fortalecer y modernizar la forma en que nos presentamos.

L21.- Ya casi tres décadas de presencia en Cancún…

HG.- En la región Sureste, la firma creó primero la oficina Mérida y desde ahí comenzamos a dar apoyo en Cancún, en Plaza Caracol, donde tuvimos nuestra primera oficina. Posteriormente nos mudamos en varias ocasiones hasta llegar a Plaza Nayandei. Al inicio éramos cuatro personas y básicamente ofrecíamos servicios de auditoría, con el tiempo crecimos e incorporamos personas con experiencia en diversas disciplinas para brindar al mercado servicios más especializados en temas legales, de impuestos, entre otros.

EVOLUCIÓN COMPARTIDA

L21.- EY va de la mano con el desarrollo de Cancún, ¿cómo ven la dinámica?

HG.- Tuvimos la suerte de ver, por ejemplo, el desarrollo del concepto de tiempo compartido y su evolución, cómo se transformó y se replicó en otros sitios, hasta llegar a lo que hoy son los clubes vacacionales, el desarrollo del fraccional y el cambio de un esquema europeo al All Inclusive. Todo esto lleva a nuestros clientes a tener distintas necesidades y enfrentar nuevos desafíos, por lo que tuvimos que evolucionar y conocer desde adentro sus procesos de control, de eficiencia, con el objetivo de apoyarlos como auditores o asesores de negocio.

L21.- ¿El desarrollo de Cancún provocó la expansión de la firma?

HG.- Las necesidades de mercado siempre conllevan a esto, y lo más actual o lo que nos piden las nuevas generaciones es estar más interiorizados en lo que vive el sector y el negocio, ya que actualmente el sector turístico no es solo cuestión de destino, de ubicación o alojamiento. Hemos evolucionado, comenzamos con cuatro grandes líneas de servicio, muy generales, como Auditoría, Impuestos, Consultoría y Transacciones, que con el paso de los años se fueron especializando. Ya estamos en otra etapa, vamos por segmentos de mercado dirigidos a distintas industrias, como la de productos de consumo y retail, automotriz y la de bienes raíces, construcción y hospitalidad, que es el segmento que abarca esta zona. No solo buscamos que nuestros  profesionales sean técnicos en la especialidad que ejercen como asesores fiscales o auditores, sino que conozcan mucho más de la industria para atender al cliente, de tal forma que nuestro servicio sea integral.

LA INDUSTRIA TURÍSTICA

L21.- ¿Qué porcentaje de su cartera ocupa la industria turística?

HG.- A nivel México, un 18% en el rubro de bienes raíces, construcción y hospitalidad. Dentro de este último están los casinos, restaurantes y la hotelería. En nuestro caso particular el sector creció en los últimos tres años de manera importante. Entre 2012 y 2013 sentimos la recuperación de la crisis inmobiliaria, así como de los efectos del brote de influenza, que en su momento impactó al mercado. A nivel mundial el turismo no dejó de crecer en los últimos seis años, y en México los últimos tres años fueron muy buenos con crecimiento del seis y siete por ciento, mayor al de la inflación o del crecimiento del país. Esta industria tiene un papel relevante en nuestro contexto.

L21.- ¿Qué papel juega el Caribe mexicano?

HG.-  Hay dos grandes polos comparativos en el país hablando de sol y playa, Cancún y Los Cabos. Sin embargo, el liderazgo intelectual de innovación nació en Cancún y el peso de este último dentro de los organismos de turismo es relevante e importante. Incluso, para nosotros, la cartera de clientes dentro de este rubro representa el 90%.

RENACE EL SECTOR INMOBILIARIO

L21.- ¿Consideran que el mercado inmobiliario ya se recuperó?

HG.- La tendencia para los próximos cuatro años es de crecimiento; obviamente hay riesgos, la propia volatilidad, efectos externos, conflictos que hay en otras regiones, la propia seguridad en el país y sobre todo en algunas entidades del norte factores que pueden traer temor, pero la tendencia es de crecimiento, las cifras van a la alza de manera constante y no se espera un cambio.

VOLATILIDAD CAMBIARIA

L21.- ¿Cómo repercute la paridad peso-dólar?

HG.-  Basándonos en que las tarifas de este sector utilizan el dólar americano como referencia, por supuesto que favorece la rentabilidad con el deslizamiento cambiario; Sin embargo, se debe tener la precaución de no descuidar la demanda interna y el turismo nacional ya que juegan un papel importante. Un tipo de cambio demasiado alto sin cambiar la estrategia comercial hacia el  mercado turístico local puede generar un impacto en la demanda, situación que los prestadores de servicios han entendido y lo deben manejar con prudencia.  En los próximos tres años estimamos la suma de unas 10 mil nuevas habitaciones y eso habla de que hay demanda y oportunidades.

TOMAN SUS PRECAUCIONES

L21.- ¿Esto se refleja también en la otra parte, en el ámbito empresarial?

HG.- La volatilidad riesgo-país lleva a que los inversionistas tengan más precaución y las enseñanzas de la crisis hacen que nos focalicemos hacia nichos o sectores donde hay oportunidades. En la medida en que esto se entienda habrá nueva generación de negocios exitosos. Ese entendimiento del mercado es lo que puede hacer que un negocio sea exitoso.

NUEVOS NICHOS

L21.- ¿Hacia qué nichos podrían dirigirse las inversiones?

HG.-  Un nicho que tiene mucho crecimiento es el industrial, y en este rubro el automotriz y todos los negocios que se desarrollan a su alrededor. En la frontera también la maquila tiene un desarrollo importante que se ha vuelto a reactivar; la industria energética tiene un impacto clave en las empresas y dentro de esta la producción de electricidad tendrá en el corto plazo las mayores inversiones y el mayor desarrollo porque habrá necesidad de más energía, pero más barata y competitiva. La parte de la producción de petróleo se dará, pero a más largo plazo; sin embargo, vendrán inversiones interesantes, aunque no con ese boom que se esperaba, y desde luego la parte de turismo que es una tendencia global que se ha sostenido en el tiempo y donde nuestro país juega entre los 10 primeros lugares de visitantes internacionales.

LAS REFORMAS HACENDARIAS 

L21.- ¿Hay un antes y un después de las reformas?

HG.- Por supuesto, no hay que perder de vista que la reforma tributaria es un instrumento de política económica y por lo tanto nos da la pauta de lo que podemos esperar. Por un lado con mecanismos como la contabilidad electrónica, nuevas declaraciones informativas y mayor alcance en los comprobantes fiscales digitales que permitirán una fiscalización más eficiente. Sin embargo, identificamos pocos estímulos que fomentan la inversión y facilitan el establecimiento de negocios.

En el ámbito fiscal, como país tenemos que trabajar con mayor certeza en mejorar las leyes para dar mayor seguridad jurídica a los inversionistas, y en el caso del uso de la tierra tenemos trabajo, al respecto debemos buscar un equilibrio porque es importante proteger el ambiente, la sustentabilidad, pero sin detener las inversiones. La certeza jurídica es materia en la que México tiene tarea por hacer. En el ámbito fiscal, aunque las leyes van a la par de las tendencias de fiscalización mundial, hemos dejado de observar los impactos que pueden tener en ciertas industrias o negocios, o no estamos todavía maduros para algunas de ellas.

L21.- ¿Sería el caso del uso de la tecnología para las declaraciones fiscales?

HG.- Hay que reconocer que las autoridades tributarias desarrollaron una estrategia con visión y la basan en la obtención de información que les permita monitorear el comportamiento del contribuyente y por lo tanto establecer planes de fiscalización más puntuales.

No hay que perder de vista que el 40% de la población no tiene acceso a esta tecnología y al final solo un grupo limitado es objeto de la aplicación de estas reglas, por lo que los contribuyentes cautivos deben adoptar sistemas que les proporcionen métricas e indicadores que detecten y eviten riesgos, todo en pro de la auditoría fiscal.

Es positivo, sí; es justo y equilibrado, no. Las cosas deben ser parejas y debemos tener claro que la fiscalización, en principio, no es mala cuando el gasto se ejerce adecuadamente, hay países en los que las tasas de impuestos son hasta del 50 al 55%, pero el desarrollo de infraestructura y salud son distintas a las que tenemos. En la medida que haya mayor transparencia y eficacia en cómo se ejercen los recursos nos sentiremos más tranquilos y confiados en contribuir a ese gasto público.

FRENTE A NUEVOS RETOS

L21.- ¿Cuáles son las recomendaciones para enfrentar los nuevos retos?

HG.- Vivimos en un mundo globalizado en el que la competencia se basa en el talento humano, innovación tecnológica y experiencia, por lo que debemos ser receptivos y tener la capacidad de adaptarnos al cambio con el fin de posicionar empresas bien estructuradas y eficientes.

Ante esto, mi recomendación sería tomar la ruta hacia la institucionalización y el gobierno corporativo donde la meta son empresas con visión estratégica, que hacen un uso eficiente de sus recursos  de manera transparente y que generan valor impactando de manera positiva a la sociedad.

DE LA MANO DEL EMPRENDIMIENTO

L21.-  ¿Cómo percibe la evolución y el respaldo al emprendimiento?

HG.- Es un tema que ha tomado mucha fuerza en los últimos años, lo que permite que el respaldo que se brinda hoy en día a los emprendedores provenga de diversas fuentes.

Actualmente vemos por ejemplo ferias de emprendedores, talleres de capacitación y diversas fuentes de financiamiento, lo que nos muestra de manera clara que el tema es una prioridad tanto para el gobierno como para las instituciones educativas, sin dejar de lado el impulso que firmas como EY brindan a este sector.

L21.- Ya se identificó, ¿pero hay dinámicas financieras que impulsen a los emprendedores?

HG.- Si bien esas dinámicas son un factor importante para detonar este sector el emprendimiento es una cuestión de cultura, por lo que el enfoque principal por el momento debería ser el impulso que se le da al emprendedurismo durante la formación educativa. Necesitamos trabajar más en la formación de los universitarios para que al egresar de sus respectivas carreras no tengan temor y tomen la iniciativa de poner en marcha sus ideas.

L21.- ¿Cuál es el objetivo de EY con los emprendedores?

HG.- Durante mucho tiempo hemos reconocido el potencial de los emprendedores. En los últimos 30 años hemos colaborado con emprendedores, adaptando nuestras experiencias, habilidades de la industria y recursos para trabajar con compañías emprendedoras y de rápido crecimiento. Trabajamos con una amplia gama de empresas, desde aquellas que reciben su primer capital de riesgo hasta las compañías grandes de mediana capitalización.

Nuestro compromiso con las compañías emprendedoras, tanto en las economías emergentes como en las desarrolladas alrededor del mundo, nos permite asegurar que hoy estemos trabajando con muchos de los líderes globales del mañana.

ESQUEMA ESR

L21.- ¿Qué valor tienen las Empresas Socialmente Responsables?

HG.-En primer lugar un valor humano y en segundo el de retribuir a la sociedad parte de los beneficios que obtuvieron de ella. Los programas que las empresas implementan para obtener el reconocimiento ESR buscan ayudar a los colaboradores, a las familias de los colaboradores y a la comunidad, lo cual siempre será positivo y necesario, sobre todo en un país como el nuestro que aún presenta varias áreas de oportunidad.

EXPLORANDO EL CAMINO

L21.- ¿Qué hay de las nuevas tendencias del mercado?

HG.- Una tendencia muy clara que vemos hoy en día es la atención a las necesidades de los viajeros del mañana. Actualmente es un hecho que las diferencias generacionales marcan la pauta para definir el tipo de productos que vemos en el mercado.

La generación de millennials tiene intereses e inquietudes muy distintas a las de la generación de baby boomers e incluso de la generación X, por lo que el mercado ya los está captando y se está moviendo hacia una mayor especialización con productos que representen el “quién soy”, es decir, productos que integren una serie de experiencias e interacción con el contexto local y no solo representen un hotel o una atracción. Recientemente, una encuesta reveló que el 47%  de los millennials elijen sus destinos en función a lugares donde pueden encontrar experiencias únicas, mientras que solo el 34% de los baby boomers y generación X lo hacen por esta razón.

Si a este tipo de factores le agregamos la globalización, el urbanismo y todos los avances en tecnología, se crea una combinación de factores que podrían ser determinantes para que una empresa asegure o no su permanencia en el mercado.