Las campañas de correo electrónico, mercadotecnia de contenidos, redes sociales, –y un sinfín de medios que ahora existen gracias a Internet,– deberían ser utilizadas por los fideicomisos de promoción turística como armas inigualables para fortalecer su presencia en la red, pues permiten entrar de forma personalizada en mercados importantes ya existentes y abrir nuevos mercados. ¡Por primera vez podemos promovernos directamente con los consumidores de forma global!
Antes del auge de Internet era casi imposible –y fuera de cualquier presupuesto– comunicarnos directamente con el público. Estábamos limitados al B2B para promovernos. Buscábamos contacto con intermediarios, que a su vez tenían relación con otros intermediarios, y finalmente con el consumidor. Establecimos acercamientos con tour operadores, líneas aéreas, agencias de viajes, casas de incentivos y otros, a través de eventos como Travel Mart, Fitur, Tianguis, y las ferias de Brasil, Berlín, Buenos Aires y Rusia. Sólo nos dirigíamos al público a través de campañas de publicidad muy costosas en televisión y prensa en nuestros mercados más importantes.
Ahora tenemos a nuestro alcance instrumentos electrónicos increíblemente accesibles para hacer una labor de contacto humano: conversar, informar, participar (lograr “engagement”) y crear demanda en forma directa. Hoy en día contamos con sencillas herramientas para fidelizar a nuestros visitantes. Y tenemos la prueba de que esta labor es efectiva, pues el 90% de los internautas busca algún tipo de información en línea del destino antes y después de hacer su reservación.
El contacto directo con el consumidor nos permite dirigir nuestro público a áreas de importancia para los destinos y promover productos y servicios directamente. Los beneficiarios actuales de la promoción de los destinos son los hoteles, lo cual se entiende ya que el ingreso para promoción de las plazas entra por medio del impuesto al hospedaje. Tenemos mucho qué promover, y los destinos –tan ricos en diferentes tipos de oferta– deberían ser los primeros en informar al consumidor y futuro visitante.
Pero… ¿qué sucede en nuestros destinos del Caribe mexicano? Se hace un trabajo débil teniendo una oportunidad tan grande. Tienen sitio web, pero en general son anticuados. Tenemos redes sociales de los destinos, pero el impulso, la importancia y el presupuesto que se le asigna es débil y casi nulo. En las redes sociales se habla de nuestra región, hay fotos fantásticas y usuarios enamorados.
Pero, ¿están esas conversaciones alineadas con los esfuerzos de promoción? ¿Consideran los responsables de la promoción a las redes sociales como el canal más importante de hoy? ¿Se hacen esfuerzos a la altura de estos increíbles lugares? Lo mismo ocurre en otros canales digitales; hemos constatado que las campañas de e-mail marketing son prácticamente inexistentes o rudimentarias… cuando ya existen sistemas automatizados para hacerlo.
¿Las razones?
Primero, la falta de presupuesto. El presupuesto de nuestros destinos es muy pobre comparado con otros menos importantes que los nuestros. Una OVC en Estados Unidos dedica en promedio el 30% de su presupuesto total al marketing digital (fuente: DMAI: 2012). En Europa este porcentaje sube al 50% (fuente: ECM). En nuestros destinos este presupuesto es de menos del tres por ciento. Y desafortunadamente no se entrega en tiempo y forma.
Segundo, el funcionamiento de las oficinas de promoción no se ha modernizado, pues siguen invirtiendo en las mismas acciones de hace 15 años (antes de Internet). Es un hecho que la publicidad más costosa (Tv, revistas especializadas y prensa escrita) está en descenso, pero nuestros destinos siguen invirtiendo gran parte en estos medios.
Hace 20 años la única forma de tener conversaciones de promoción era visitando a los intermediarios y darnos a conocer en las ferias especializadas, pero con la comunicación de hoy día y las herramientas a nuestra disposición podemos hacer más promoción con menos viajes. Si las oficinas de promoción de nuestros destinos invirtieran en marketing digital tan sólo el 20% del presupuesto actual para viajes y asistencia a ferias, ¡seguramente estaríamos mucho mejor!
Considero que se deben integrar herramientas importantes, como marketing de contenidos y CRM (Customer Relation Marketing) para captar directamente al turista. Se deben aplicar novedades en el marketing digital, como el inbound marketing (consistente en acompañar y dirigir al usuario en su decisión del destino, sus productos y servicios, antes que sólo esperar a que vea nuestra página web). De esta forma, las compañías turísticas de los destinos verían un esfuerzo que –sin duda alguna– nos beneficiaría directamente a quienes vivimos de esta noble industria.
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