¿Qué aprender de Costa Rica?

por Latitud21 Redacción

Vicente Ferreyra Acosta

Recientemente fui invitado a la Conferencia Internacional Planeta, Personas, Paz (P3) en Costa Rica, para compartir el trabajo que se hace en México en materia de turismo sustentable y comunitario, y más allá de la grata experiencia del foro y las oportunidades de seguir aprendiendo, traje de aquel maravilloso país ideas y reflexiones de lo que hacemos y no hacemos en este tema.

Costa Rica se posiciona desde la década de los 90 como uno de los destinos de turismo sustentable más importantes del mundo, y esto no se ha dado por casualidad. Quiero compartirles algunas buenas prácticas que encontré en dicha visita.

La primera es la organización gremial; la conferencia a la que fui invitado es organizada por la Cámara Nacional de Ecoturismo y Turismo Sostenible de Costa Rica (Canaeco), que agrupa a las empresas del sector. La instancia incide en la política pública y también logra alinear a las empresas privadas y comunitarias en una misma visión.

La experiencia de la sustentabilidad inicia cuando llegamos al aeropuerto. La primera imagen que uno encuentra no es un personaje de Marvel colgado del techo… no. Uno descubre desde el primer instante, por diversos carteles e información colocada estratégicamente en el recinto, que Costa Rica posee el cinco por ciento de la biodiversidad mundial.

Cuando uno sube al transporte que lo lleva del aeropuerto al hotel descubre que la camioneta está en un programa nacional que se llama Carbono Neutral, es decir, el total de las emisiones de los transportes se compensa con inversiones en la conservación de bosques y selvas.

El hotel, de cadena americana con presencia en más de 100 países, tiene en el lobby el Certificado de Sostenibilidad Turística con cinco hojas, la distinción más alta de sustentabilidad del programa del Instituto Costarricense de Turismo. Y además, el hotel se “vende” como el  más sostenible de Costa Rica.

Y ni qué decir de las actividades que uno puede realizar allá, la oferta va desde empresas privadas con productos de turismo de naturaleza y aventura pulcramente diseñados, hasta productos comunitarios en los que puedes convivir con la gente de las comunidades de una forma muy auténtica. En ambos casos, la organización, velocidad de respuesta e infraestructura para reservaciones, la alineación de recorridos y la logística están muy bien pensadas y diseñadas.

Y podría hablar de muchos otros temas que en lo personal me dejaron muy sorprendido. Pero para cerrar, dos reflexiones del por qué allá sí se han logrado subir al barco todos los actores y aquí nos cuesta tanto trabajo.

Primera: hay una visión país, una visión destino alineada a la sustentabilidad; quien no lo hace no sale en la foto.

Segunda: son muy buenos para la “foto”. Han logrado que su estrategia de comunicación tenga como eje su naturaleza y sus comunidades, Costa Rica no vende commodities (aunque las tenga), vende experiencias.

Sin duda hay mucho que aprender y más que aprovechar dado el potencial que tenemos en México y Quintana Roo en temas de biodiversidad, cultura y gastronomía.

 

*Director general de Sustentur, con más de 15 años de experiencia en el diseño de estrategias de turismo sustentable para destinos, empresas y organizaciones en México y Latinoamérica.