Mi casa es tu casa
A pesar del acuerdo tributario entre Airbnb y el gobierno de Quintana Roo, los sectores hotelero y empresarial consideran que aún no están en igualdad de condiciones
El auge de las plataformas digitales en todos los ámbitos de la actividad económica rebasa toda expectativa, a la que no escapa la industria turística que aprovecha la tecnología para ofrecer sus productos y servicios, entre ellos el hospedaje, que hasta hace poco tiempo se centraba en los hoteles pero que actualmente se disputa con los portales que ofertan propiedades para hospedar a turistas. De entre todas las disponibles sobresale Airbnb, que en 2016 aumentó 148 por ciento su demanda en la región de América Latina, generando inquietud en la industria hotelera establecida.
Airbnb, que conecta a propietarios de viviendas con quienes buscan alojamiento en destinos principalmente turísticos, es hasta ahora la más grande del mundo, con presencia en 65 mil ciudades y pueblos de 192 países. Atiende un promedio anual de 160 millones de usuarios, a quienes ofrece precios más bajos que un hotel, y sumó el año pasado 5.2 millones de personas en América Latina que utilizaron el servicio, lo que generó ingresos por 650 millones de dólares. En este ámbito México es uno de los países con mayor desarrollo de la app.
En el país, 62 mil inmuebles ofrecen servicio de hospedaje a través de Airbnb en destinos de alta demanda, como la Ciudad de México, Riviera Maya, Cancún, Puerto Vallarta, entre otros.
Ante el crecimiento en la oferta del servicio fue necesaria la regulación en Quintana Roo, rubro en el que la Ciudad de México es pionera en el país al anunciar en mayo pasado un acuerdo con la plataforma para cubrir el pago del tres por ciento del impuesto al hospedaje, y así cumplir con las obligaciones tributarias locales desde el primero de junio. También Airbnb instalará en breve oficinas en la capital del país, destino al que llegaron 143 mil personas que utilizaron la plataforma el año pasado, 174% más que en 2015.
Debido a la inconformidad de los líderes de la ‘industria sin chimeneas’, que demandan trato tributario equitativo, el gobierno de Quintana Roo firmó recientemente un convenio de colaboración con Airbnb para regular la prestación de sus servicios de renta vacacional de casas o departamentos particulares. Por ello, además del gremio hotelero, el sector empresarial en su conjunto demanda la regulación del servicio que brindan también otras plataformas, ya que no pueden ir en contra de las nuevas tendencias pero sí es necesario integrarlas al marco legal.
Paso al frente
Por primera vez en un estado mexicano se estableció el cobro de un gravamen que regulará la operación de las apps de renta vacacional no hotelera, que es el preámbulo para su réplica en otros sitios del país, como Cancún y Riviera Maya, dos de los destinos con mayor potencial en territorio azteca, luego de que el gobierno de la Ciudad de México y la Asamblea Legislativa formularon la iniciativa.
El acuerdo suscrito por el jefe del gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, y recientemente el firmado por el gobernador Carlos Joaquín, en Quintana Roo, establece que el gravamen del tres por ciento lo pagarán los viajeros; al momento de elegir el inmueble se muestra el costo de la renta más el Impuesto por la Prestación de Servicio al Hospedaje, posteriormente Airbnb retiene y paga a los gobiernos respectivos.
Graves daños
En lo que compete directamente a nosotros, lo que es Cancún y Puerto Morelos, estas aplicaciones nos crean un verdadero problema y sí pedimos una regulación. No solo es Airbnb, porque ya son muchas plataformas, aunque algunas no llegan a serlas como tal, que están rentando departamentos.
“Es mucho el daño que causan estas plataformas al sector y a la economía local, en primer lugar porque toman asientos de avión que deberían dedicarse para la operación hotelera de los destinos; es gente que llega y se aloja en ese tipo de propiedades. En segundo lugar, independientemente de que los propietarios pagarán impuestos similares al del hospedaje, aún quedan otros pendientes, pues no cubren los demás servicios derivados de la operación hotelera, que generan recursos muy importantes para las ciudades y sus ayuntamientos”.
Inmuebles inseguros
“Por otro lado, no hay una protección hacia los adquirientes de tiempos vacacionales en cuanto a la calidad del inmueble y del servicio, además de que tampoco generan empleos, como en los hoteles que tenemos hasta cuatro trabajadores por cada cuarto, y en esa actividad no se da eso.
“El sector hotelero crea en promedio al menos dos empleos por cada cuarto. Si hablamos de que en Quintana Roo hay 100 mil llaves hoteleras, unas 200 mil personas tienen empleo, y si consideramos una composición familiar mínima de tres miembros entonces serían 600 mil habitantes, del millón 300 mil que tiene el estado, prácticamente 50% de la población depende de la hotelería.
“La Asociación de Hoteles hizo una propuesta para la regulación, pero hay que parar esto, no queremos que se afecte la inversión privada. Es una inversión desviada, porque no deja beneficios a la comunidad ni al desarrollo de los destinos turísticos. Otro problema es que los inmuebles de tipo habitacional no tienen las características adecuadas, por ejemplo para casos de incendio o por el impacto de un huracán, no hay registro de la gente alojada en esos lugares, lo que no ocurre en la hotelería que tiene un control absoluto de sus huéspedes”.
Firme compromiso
México destaca como una prioridad estratégica, en donde Quintana Roo sobresale como un destino en las plazas turísticas más importantes a nivel continental. Estamos satisfechos de poder apoyar para recaudar el impuesto destinado para la promoción turística.
“Tenemos el compromiso de trabajar con los gobiernos de todo el mundo para proponer soluciones responsables en beneficio de los usuarios. Al día de hoy ya hemos suscrito más de 300 acuerdos a nivel global, siendo la Ciudad de México y Quintana Roo de los primeros en la región, con lo que se apoya el desarrollo de las economías locales”.
Retribución de impuesto
“Airbnb tomará las medidas necesarias para su registro y así poder retribuir el tres por ciento del impuesto al hospedaje y a partir del primero de octubre empezar a impactar en las arcas del estado. El impuesto recaudado será remitido a la Secretaría de Finanzas y Planeación de Quintana Roo, que dedicará este recurso a los rubros que considere pertinente; entendemos que es para desarrollar un mercado que tiene una oferta incomparable.
Esperamos encontrar acuerdos similares en otros estados, como Jalisco, Nuevo León y Baja California. Tenemos un compromiso con la región, en breve abriremos oficinas en México y Argentina”.
Estrategias recaudatorias
Durante la firma del convenio entre el gobierno de Quintana Roo y Airbnb, el secretario de Finanzas del gobierno del estado, Juan Vergara, afirmó que “ser la primera potencia turística del país nos compromete a ofrecer más y mejores servicios a nuestros visitantes, y nos impulsa a establecer estrategias para hacer eficientes los procesos recaudatorios para captar más ingresos que permitan atender la demanda de bienes y servicios que toda la población requiere. Esto solo se logra mediante acciones de modernización e innovación de todas las estructuras jurídicas con las que cuenta el estado para allegarse recursos necesarios para cubrir el gasto público”.
Liderazgo turístico
“Para mantener esa hegemonía en materia turística en plena era digital, Quintana Roo no se puede quedar atrás de todas las plataformas tecnológicas que existen en el mundo, y debido a la globalización necesita tener un nivel competitivo a la altura de las grandes ciudades y lograr potenciar el desarrollo, por lo que se han implementado esquemas recaudatorios más eficientes.
“En el estado existen más de diez mil propiedades que se ofertan en renta total o parcial, a las que llegan aproximadamente 270 viajeros cada día. En este contexto es ineludible que se genere la obligación de pagar el impuesto al hospedaje, por lo que Aribnb, con los gobiernos de los lugares en los que tiene presencia, ha establecido mecanismos que le permitan a aquellos recibir los recursos de ese gravamen”.
Necesario evolucionar
No podemos sustraernos a las tendencias en cuanto a hospedaje y otros rubros, Airbnb es una app que tiene mucho auge, que ocupa un nicho muy importante de mercado; sin embargo, todo tiene que evolucionar y llegará el momento en que la hotelería tendrá que reacomodarse y determinar cómo ofrecer los servicios, cómo llegar a las personas que buscan hospedarse en casas particulares y todo eso.
“Los hoteleros tienen toda la razón al inconformarse; realmente construir un hotel requiere una gran inversión, compromiso, hay que pagar empleados, impuestos, entonces el piso no es parejo. Las apps tendrán que regularse de alguna manera, porque al fin y al cabo ofrecen un servicio y como tal, como toda actividad económica, tendrán que contribuir como lo hacen las empresas establecidas con el pago de impuestos que les corresponda.
“En los hoteles, entre empleos directos e indirectos, podríamos sumar de tres a cuatro por cada cuarto. La cantidad que eso representa es grandísima. Estamos hablando de que Cancún tiene arriba de 25 mil cuartos, Riviera Maya otro tanto, a eso hay que sumarle Cozumel, Isla Mujeres, Puerto Morelos, la verdad es una cantidad importante”.
En las mismas condiciones
“Para que todos podamos competir bajo las mismas bases tenemos que contribuir con la parte de impuestos que nos corresponda; además, es una tendencia que si no se cuida, si no se regula, podría tener situaciones nocivas, porque en otras ciudades del mundo ha pasado que hay páginas que clonan, que llega el visitante al lugar y resulta que lo estafaron, que piratearon la cuenta o la página y se quedan prácticamente en el aire.
“Se debe dar certeza al usuario, porque si compra el servicio y lo defraudan, la molestia nadie se la va a quitar y eso va a perjudicar al destino, por eso hay muchos aspectos por cuidar. Un ejemplo es cómo reclamar ante la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) por un mal servicio. Hay muchas cosas qué revisar, y establecer reglas muy claras para que todos participen de igual manera en cuanto a derechos y obligaciones”.
Generando ventas
A nosotros como sector inmobiliario nos está generando ventas de propiedades que pueden estar dentro de este formato, pues aunque hay desarrollos o residenciales que no lo aceptan, sí hay inmuebles que se están vendiendo y que pueden tener un valor más alto porque sirven para renta a través de Airbnb, entonces vemos que se están desplazando más propiedades; evidentemente ya hay otras consecuencias que afectan directamente a quienes se dedican al hospedaje.
“Es difícil precisar la demanda en esta modalidad, pero hemos detectado que hay muchísimos cuartos ofertándose a través de esta plataforma. A nosotros lo que nos ha generado es inversionistas queriendo comprar propiedades para poner en este segmento.
“Estamos conscientes de que esto afecta a la hotelería. Te metes a la plataforma y escribes Cancún y te salen casi cinco mil opciones que dejan de ser cuartos hoteleros. Si bien la competencia es sana, lo que no aceptamos es que no sea de manera regular, como asociación siempre vamos a estar a favor de la legalidad.
“La oferta para rentas vacacionales ha crecido mucho, hay hasta casas de interés social que se muestran para el servicio, desde zonas de playa hasta los lugares más alejados, por lo que decir un número de propiedades que podrían estar en Airbnb es como contabilizar toda la oferta inmobiliaria disponible, que en el estado es de 60 mil propiedades, de las que 35 mil están en Cancún.
“Estamos a favor de las nuevas tendencias de hospedaje, pero tienen que regularse. Debemos entender que todo tiene que generar impuestos, desde un predial hasta una cuota por hospedaje; se necesita más dinero para las campañas de promoción de los destinos, por lo que este tipo de acciones en la que la gente no está involucrada en el pago de impuestos no se vale”.
Respaldo total
“Apoyamos en el sentido de que se regule la actividad; no estamos cerrados a que haya otras alternativas de hospedaje, siempre y cuando estén reguladas. Nosotros somos una asociación dedicada a la comercialización de bienes inmuebles y lo que tenemos que fomentar es la venta de propiedades, lo que no significa que no tengamos conciencia como ciudadanos, pero sin embargo no depende de nosotros como asociación que se regulen estas rentas virtuales, por así llamarlas”.
Regulación urgente
La situación con Airbnb es que es una competencia desleal que afecta a la industria hotelera. No tenemos un cálculo como tal de cuánta gente habría dejado de venir a los hoteles por alojarse en propiedades ofertadas por la plataforma, pero sí sabemos que son miles de casas y departamentos que se rentan como estancias vacacionales, incluyendo a hostales, que también son irregulares y han proliferado en los últimos años.
“También está la parte de la seguridad de los clientes, la certidumbre, porque es tan frágil la imagen del destino que cualquier situación que afecte a un huésped daña a toda la industria hotelera. Muchas de las personas que rentan en esas apps desconocen que se van a quedar en una casa. A nosotros nos ha llegado mucha gente que es timada, compra las vacaciones y acaba en un hotel porque no hay nadie que los respalde.
“Debe quedar claro que no nos oponemos a la competencia regulada, pero sí en el caso de apps que están fuera del marco legal, porque no pagan impuestos, operan desde la clandestinidad; además, en caso de una contingencia no le dan ningún tipo de respaldo al huésped”.
Los más vulnerables
“La oferta de hospedaje en casas y departamentos si bien perjudica a todo el sector, los hoteles del centro son los más vulnerables porque sus tarifas son más reducidas que en la zona hotelera. Este tipo de actividades matan a la hotelería, a los centros establecidos que dan empleo a miles de familias quintanarroenses.
“El comité agrupa a 20 hoteles, de un total de 40 establecidos en el centro de Cancún, que suman tres mil cuartos y mil 200 empleos directos, además de unos tres mil indirectos. Próximas inversiones agregarán 520 habitaciones a la oferta”.
Cometido global
Alrededor del mundo se trabaja de forma proactiva con gobiernos y autoridades locales no solo en temas de impuestos, también en promoción turística, emprendimiento e incluso ayuda y respuesta a catástrofes y desastres naturales.
“Hemos trabajado con más de 310 jurisdicciones locales específicamente en recaudación de impuestos. En América Latina ya logramos varios acuerdos fiscales con las autoridades, mismos que son aplaudidos como innovadores no solo en la Ciudad de México, también en Puerto Rico y las Islas Vírgenes estadounidenses. Queremos seguir expandiendo nuestra comunidad y trabajando proactivamente con gobiernos en toda la región.
“Airbnb es una plataforma que conecta viajeros con personas que tienen espacio disponible para compartir en sus casas y quieren un ingreso extra. Los anfitriones de Airbnb establecen sus propios precios y se quedan con el 97% del total de su anuncio.
“Nuestra plataforma les ha dado una escala sin precedentes a los hogares compartidos en México y el mundo; las actividades nuevas necesitan reglas nuevas. Precisamente por eso tenemos un cometido global de seguir trabajando con autoridades locales, buscando abrir nuevos caminos legales que celebren la innovación y el emprendimiento. Estamos en diálogo constante con gobiernos en todo México, incluido Quintana Roo”.