Jóvenes entusiastas lideran un proyecto que busca promover los sabores de la cerveza artesanal y contribuir al posicionamiento de la Península de Yucatán en turismo y gastronomía
Lo que nació en pláticas de tres jóvenes durante la universidad, hace siete años, muy pronto cobró forma y se cristalizó en un emprendimiento que poco a poco se ha ido consolidando, bajo el nombre de Esmeralda Brewing.
Fernando Méndez Alfaro, Carlos Castillo y Jorge Preciat, son los artífices de este proyecto; además de producir cerveza artesanal, son socios de un bar en el centro de Mérida, llamado Bird.
Fernando comentó que todo empezó en 2016, con las primeras charlas, ideando lo que harían, inclinándose por el mundo de las bebidas.
Fue hasta 2018 cuando formalizaron la marca y empezaron a producir en Dzityá, Yucatán.
“Somos tres socios, amigos que empezamos en la universidad, nos interesó el mundo de la cerveza y empezamos a investigar y capacitarnos para producir y crear una marca”, relató.
Añadió que el nombre, Esmeralda, está basado en la costa yucateca; iniciaron con dos cervezas de línea: Oasis y Celestún.
Refirió que la receta que hicieron fue su propia interpretación de la marca American Pale Ale, que es un estilo inglés con lúpulos americanos. “Empezamos a practicar hasta que nos gustó la receta”, dijo.
Las American Pale Ale o APA son propiamente un estilo de cerveza, caracterizado por ser cervezas de alta fermentación (Ale), rubias (Pale) y elaboradas al estilo americano con lúpulos cultivados allí. Podemos decir que son la versión americana de las clásicas Pale Ale británicas.
Después, siguieron con una Oatmeal Stout, “una cerveza de estilo inglés que nos gustaba mucho e hicimos nuestra propia interpretación, así que también la empezamos a comercializar”.
El estilo Stout es originario de Inglaterra, se caracteriza por ser sumamente oscura, casi negra, bien tostada. En nariz se perciben aromas a café y chocolate. Estos jóvenes hicieron su propia interpretación.
Alianzas y colaboraciones
Mientras seguían dándose a conocer, avanzaron con colaboraciones. Así, surgió la cerveza Colorada y la Yucatán; esta última, la hacen en conjunto con la Secretaría de Fomento Turístico de Yucatán (Sefotur).
Las distribuyen en tiendas, bares, restaurantes y pueblos mágicos de Yucatán, Río Lagartos, Progreso y Sisal; así como Playa del Carmen, en Quintana Roo.
Sus planes son expandir la producción para vender su línea de productos fuera de la región; además, tienen productos experimentales que venden en el bar Bird, en Mérida, del cual son socios.
En promedio, al mes distribuyen 150 cajas de 24 botellas; cada una de 335 mililitros.
“La más aceptada ahorita es la Yucatán, citros Pale Ale, que le agregamos cáscara de naranja local, que es la naranja agria, es muy ligera y ha tenido muy buena aceptación”, comentó Fernando.
Reconoció que no ha sido todo fácil, pero están orgullosos de lo que han logrado; “es costa de constancia; lo más complicado, como cualquier marca, es que al principio no ves el retorno de inversión muy fácil, pero poco a poco vas creciendo, te van recomendando. Hemos tenido éxito con la colaboración con otras marcas de cerveza, con hoteles y restaurantes, siempre ha sido nuestro punto fuerte”.
También han hecho colaboraciones con el sector turístico de Río Lagartos, para una cerveza de venta exclusiva ahí.
Izamal y hoteles boutique de Tulum, también figuran entre sus aciertos.
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“La más aceptada ahorita es la Yucatán, citros Pale Ale, que le agregamos cáscara de naranja local, que es la naranja agria, es muy ligera y ha tenido muy buena aceptación”.
Fernando Méndez Alfaro