Corrupción
Hugo Chávez escogió cancelar la construcción de un superrascacielos para simbolizar la llegada al poder de la clase social pobre que, según Carlos Marx, está destinada a ser la sepulturera de la clase media. Y la 4T escogió cancelar un superaeropuerto.
El manual de los símbolos del castrochavismo es el mismo esperpento, desde que el “Che” Guevara ordenó en Cuba comunista sustituir la Cola-Cola por un refresco socialista. Pero cuando lo probó dijo: “Esto sabe a cucaracha”.
Al Chávez ganar las elecciones en Venezuela, en 1998, era construida en Caracas la Torre David, con la idea de que simbolizara el pujante desarrollo del país con las mayores reservas de petróleo del mundo, y encaminado a ser la potencia continental.
Era un complejo de seis edificios, una torre central de 200 metros de altura, helipuertos y pistas de tenis. El plan de sus constructores era convertirla en el Wall Street del subcontinente; y la XIII Bienal de Venecia le otorgó el premio León de Oro de Diseño.
Pero lo primero que hizo Chávez fue cancelar su construcción, pues el símbolo de entorno moderno y cosmopolita de la obra iba en contra de su concepto de país aldea, desarrollo austero y que el modo de vida de los venezolanos estuviera en la justa medianía.
La Torre David se convirtió entonces en la vecindad vertical más grande del planeta, ocupada por unas cuatro mil personas, básicamente indigentes y expresidiarios. A falta de ascensores, los habitantes de los últimos pisos optaron por nunca bajar a la calle.
“Es un símbolo de la Venezuela de los últimos 30 años, desde la promesa modernizadora del capital hasta la promesa revolucionaria del Estado”, explicó esta semana al diario El Mundo el artista venezolano Juan José Olavarría.
Hoy, la Torre David está vacía, después de que sus ocupantes fueron desalojados: una metáfora de la ruina total de Venezuela, tras dos décadas bajo el régimen populista de Chávez, primero; y su sucesor designado, Nicolás Maduro, después.
En México, el símil de la Torre David de Chávez fue el aeropuerto que estaba construido en 30 por ciento, un símbolo de la modernidad, que desplazaría al de Miami como centro de las conexiones aéreas entre el norte y el sur del continente.
Diseñada por el arquitecto británico Norman Foster, ícono del estilo vanguardista, la obra (al igual que la Torre David en la Bienal de Venecia) ganó el Premio Rethinking The Future de Arquitectura, Construcción y Diseño en 2021.
En lugar del aeropuerto cancelado, la 4T inauguró uno que ofrece unos cuantos vuelos diarios y construido por ingenieros militares sin ninguna imaginación arquitectónica o sentido urbanístico. Y que parece no tener futuro.
Otra metáfora populista, pues.
POR ISABEL ARVIDE
Entre tantos insultos, descalificaciones públicas que en otro país acarrearían la cárcel, se les olvida que Andrés Manuel López Obrador es un político muy sagaz, muy inteligente, que siempre se guarda el siguiente movimiento. Ponerse a las patadas con él, independientemente del poder presidencial, es una ecuación equivocada. Doblemente errónea si tienes dinero, propiedades que no corresponden a tu profesión, a la lógica elemental de tus ingresos.
Carlos Loret de Mola es un ciudadano, lo que le reduce las obligaciones de transparentar sus ingresos y sus propiedades. Sin embargo, como el resto de los ciudadanos mexicanos, tiene la obligación de declarar estos ingresos, si es que son lícitos, y pagar impuestos sobre el monto que reciba. Esto, a través de facturas que deben o no, según el concepto, llevar IVA.
Imposible a estas alturas del control del SAT, imaginar que un sueldo, un pago de honorarios como periodista puede salir de una empresa legalmente constituida sin una factura, recibo, de por medio. Lo que, obligadamente, implica una declaración a Hacienda.
Hasta los gánsteres norteamericanos han sido detenidos por los impuestos que omitieron.
Y esa es, tiene que ser, la carta que se guarda López Obrador.
El reportaje sobre la casa de su hijo en Houston es una patada en “santa sea la parte” por parte del periodista que se ha asumido como enemigo político del primer mandatario. Mal estructurado y peor sustentado, no consiguió sino golpear por golpear, innecesariamente, vilmente.
Sin sentido periodístico, en toda la extensión de la palabra. Porque José Ramón no es funcionario público. Punto. No lo es por decisión propia, como también lo fue vivir fuera del país. Sería ridículo que a cambio de “contratos” le hubiesen “prestado una casa”, es decir, le hubiesen permitido vivir en ésta sin pagar renta; es como de niños.
Sobre todo, porque hablamos de muchos millones de dólares. La corrupción no tiene, no podría tener nunca, esos precios.
Loret tiene propiedades que miles de periodistas, la inmensa mayoría de periodistas mexicanos no imaginamos siquiera poder comprar. En México y en el extranjero. Explicar su procedencia es tema menor, no es lo que le interesa al presidente agraviado; los impuestos, los que ha pagado, los que no pagó, los que debió pagar… ahí está lo importante.
El departamento de Miami, ¿de dónde salió?… esa es la verdadera pregunta. ¿Cómo se pagó? ¿En qué momento salió dinero de México a Estados Unidos? Y todo lo que hay implícito en esto.
Loret no ha hecho ninguna aclaración fidedigna sobre los famosos 35 millones de pesos que habría ganado; no sabemos si también facturado, o si únicamente facturado, en 2021. La forma de hacerlo es la que tendríamos cualquier periodista del montón, columnista o editorialista, incluso dueño de revista, transparentar nuestros ingresos. Si son legítimos no importa cuánto sea, sobre todo porque no hay forma de llegar a las cantidades que se le señalan al socio, amigo y/o empleado de Roberto Madrazo.
¿Cuánto debe ganar un periodista? Todo lo que sea legítimo, legal, lo que pueda demostrar que no corrompe su oficio periodístico. Esa es la teoría, y también la tesis, el mensaje que comunica excelentemente el presidente. Lo demás, todo lo demás… ya sabemos qué es. Y, sobre todo, ya López Obrador sabe de dónde proviene.
Para golpear a un poderoso hay que estar dispuesto a recibir golpes, a medir antes hasta dónde puedes recibir estos golpes, y vaya que Loret de Mola, como tantos otros, se han equivocado en juzgar a López Obrador… que de cabrón a cabrón, le sobran muchas mañas…
Muchos se quejan del lastre que significa la corrupción, y lo poco que nos permite avanzar como país. Muchos nos lamentamos de vivir en un país corrupto, pero ¿Qué hacemos para erradicarla?, muchos la señalan a diario, empezando por el presidente de la República, pero la mayoría la tolera, empezando también por el presidente.
Todos conocemos a un corrupto, desde el que se roba la electricidad, el que soborna agentes de tránsito, el que gana licitaciones de manera “fácil”; hasta el funcionario que extorsiona; el problema es que se tolera; no se señala al corrupto, se le perdona, se convive con él y mucho menos se denuncia. Vivimos en una sociedad en donde la corrupción es sistémica.
Es por ello, que, en Ciudadanos por la Transparencia, organización de la sociedad civil sin fines de lucro, nuestra misión es construir una sociedad con CERO tolerancia a la corrupción, y trabajamos desde diversas trincheras. Somos empresarios, ciudadanos y académicos que sin percibir ingresos, conformamos un Consejo Consultivo y uno Directivo, y que apoyados por un equipo de mujeres profesionales, tratamos de incidir en las agendas públicas y formentar la participación ciudadana para crear programas anticorrupción y proponer esquemas de gobierno abierto; tenemos ya 10 años como organización debidamente constituida.
Ante ello, me permito proponer a mis ocho lectores, cinco formas de apoyarnos y contribuir a lograr nuestra visión, que Quintana Roo sea el mejor lugar para vivir en 2030.
1.- Cero tolerancia
Comienza en casa, educando a nuestros hijos y nietos para no contribuir con estas prácticas. La formación en valores, se aprende en casa, no en la escuela.
Implica denunciar a los funcionarios corruptos, a los intentos de soborno y extorsión, pero también, no participar en el juego.
2.- Participar como ciudadano
Participar en comités, recabar firmas para que reparen una avenida, asistir a sesiones de cabildo y atestiguar lo que se discute y se aprueba, es ejercer nuestros derechos y presión sobre prácticas de gobierno o de funcionarios que nos afectan; no hacerlo es ser cómplice.
Personalmente recabé más de 3 mil firmas para exigir la remodelación del Blvd. Colosio, y hubo quienes no firmaron por “temor” … totalmente incomprensible. Si no participas, ¡eres cómplice!
3.- Ser embajadores
En Ciudadanos por la Transparencia te proponemos ser un embajador de nuestra causa. Si no nos conoces, búscanos en las redes sociales, o escríbeme y te comparto nuestros materiales. La invitación es a empresarios y ciudadanos comprometidos.
4.- Participa activamente con nosotros
Necesitamos manos activas y mentes pensantes y comprometidas para llevar a cabo la gran cantidad de tareas que nos permitan cumplir la misión y alcanzar la visión.
5.- Aportando recursos económicos
La mayor parte de nuestro presupuesto se destina a la remuneración del equipo técnico que dedica su tiempo al diseño de estrategias anticorrupción y a incidir de manera profesional y organizada en las agendas públicas. Gracias a ello hemos logrado que USAID, Agencia del Gobierno de Estados Unidos se fije en nosotros y estén dispuestos a apoyar nuestra causa.
No recibimos recursos de gobiernos mexicanos de ninguna forma y somos apartidistas.
A la vista de lo expuesto, requerimos de benefactores y donantes, quienes, con sus aportaciones, totalmente deducibles de impuestos, contribuyan al logro de nuestros objetivos.
Ahí están pues querido lector, lectora, las formas de sumarse para luchar contra la corrupción.
Señalar, criticar y denunciar en Facebook, ayuda, pero no es lo único, se requiere mucho más.
FB Ciudadanos por la Transparencia
Tw @cxtransparencia
Ig @cxtransparencia
#SoyAnticorrupcion
#ComunidadAnticorrupcion
Mientras Andrés Manuel López Obrador se la pasa repitiendo que la corrupción en México es cosa del pasado, los hechos lo desmienten.
Al menos eso ocurre con un contrato del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para comprar ventiladores.
Según investigación de Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, el contrato fue para León Manuel Bartlett. Sí, el hijo del titular de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Bartlett, ese mismo que dijo que no pueden hacer descuentos de la luz porque la CFE tiene muchos empleos que pagar.
Contrato polémico
- Lugar: IMSS de Hidalgo
- Asignado a: Cyber Robotics, de León Manuel Bartlett Álvarez
- Adquisición: 20 ventiladores
- Dinero: 31 mdp
Es decir, que por cada ventilador pagaron $1,550,000, el precio más alto desde que inició la crisis del #COVIDー19
Tiene una empresa espejo de Cyber Robotics en Panamá que utiliza prestanombres.
Misma característica, pero más caro
El contrato a Cyber Robotics fue asignado el 17 de abril por el IMSS y ese mismo día el IMSS Hidalgo pagó 880 mil pesos a otro proveedor llamado Conduit Life, por un ventilador de similares características, pero importado de Eslovaquia.
MCCI detectó una diferencia de hasta 85% entre el precio más barato y el más caro.
Recordemos que desde el 27 de marzo, los contratos ya se asignan de forma directa, porque Obrador firmó un decreto.
Así que el gobierno puede comprar sin licitaciones equipo médico. De hecho, ya van 30 asignaciones para comprar ventiladores respiratorios.
La Fiscalía Especializada en Combate a la Corrupción de Quintana Roo estudiará la transparencia y rendición de cuentas del ejercicio de recursos públicos ante la contingencia por el COVID-19.
Esto, a propuesta del Comité Coordinador del Sistema Estatal Anticorrupción.
El fin es iniciar el estudio del Plan Integral de Transparencia y Redición de Cuentas para Quintana Roo, sobre el ejercicio de los recursos públicos ante la contingencia sanitaria mundial.
Así, la Fiscalía se suma al esfuerzo que realizan todas las instituciones, con acciones y estrategias a partir del uso responsable de recursos públicos.
Es por eso que el plan será fundamental del desarrollo integral e institucional en Quintana Roo, dentro de un marco de combate a la corrupción.
Rosaura Villanueva Arzápalo, Fiscal Especializada en Combate a la Corrupción del Estado de Quintana Roo, se suma a la estrategia con la donación de un mes de su sueldo.