Cuando uno escucha las cifras oficiales en Quintana Roo, los llenos en los hoteles, la cantidad de operaciones en el aeropuerto y de paseos que contratan los visitantes, es esperanzador para un destino que tardó seis años para recuperarse del “golpe” de la influenza.
Por otro lado, están las cifras de la Secretaría de Turismo federal desbordantes de números alegres. El Banco de México en su último reporte dice que el ingreso de divisas por turistas internacionales durante los primeros cinco meses del año creció casi 17% en relación con el mismo periodo de 2013, con captación de siete mil 22 millones de dólares, 16.7% más que en el mismo periodo del año pasado.
El flujo de turistas internacionales también mostró un significativo incremento de 19.2%, al contabilizarse 11.7 millones de personas, y así más turistas, más dinero, más vuelos, más todo.
Y entonces nos hacemos una pregunta, ¿en dónde está el dinero? La población en general, por lo menos aquí en Quintana Roo, no tiene el dinero suficiente para vivir como hace seis años el dinero no alcanza, las empresas se atrasan con las quincenas, los hoteles no pagan a sus acreedores, y las empresas entran en crisis.
Es por ello que nos preguntamos, ¿en dónde está el dinero? Finalmente la única industria de nuestro estado que todavía hace seis años caminaba bien y sus empresas fluían sin complicaciones, hoy piden solidaridad a sus empleados para aguantar la paga.
Empresas que producen, empresas que venden, empresas que generan empleos, muchas están en el alambre porque el dinero simplemente no se ve, no está, y la situación para muchos es ya preocupante.
El huso horario
Si bien la discusión sobre un nuevo huso horario para la Zona Norte de Quintana Roo parece que no tendrá solución legislativa en corto plazo, continúa generando polémica entre una parte de la población. Agradezco al señor Carlos García, que es uno de los que no está de acuerdo con la medida, que me lo haga saber con vehemencia cada vez que tiene nuevos datos.
Lo más reciente, un artículo de la revista Equilibrio, que cita a la Universidad de Texas como fuente, en la que asegura que el horario de verano no ha sido provechoso para México debido a que realmente junto con Yucatán, Quintana Roo está regido por el huso horario que le corresponde, y de acuerdo a este argumento asegura que la capital y los estados del centro son los que deberían cambiar el horario. Y de verdad creo que tiene razón, geográficamente es cierto.
Sin embargo, también creo que la discusión no debe ser geográfica, porque el argumento que marca la Universidad de Texas, diciendo además que es urgente que se corrija, obligaría también a este estado de la Unión Americana a corregir el suyo, que es el mismo del DF.
Texas se rige por el mismo meridiano que el DF, y si la capital está tan mal como dicen entonces Texas también. Es complicado, ¿no cree?
En verano Quintana Roo tiene hasta 14 horas de sol, y por ello con el horario de verano podemos tener luz de 6 a.m. a 7:30 p.m., pero en invierno solo tenemos 12 horas de sol, ahí es en donde debemos preguntarnos, ¿a qué hora queremos la luz del sol? ¿De 5 a.m. a 5 p.m. o de 6 a.m. a 6p.m.?, ¿qué le conviene al estado? A eso se reduce todo, dejemos de lado estudios, meridianos, paralelos, inviernos y veranos.
¿Ahora Aeroméxico?
De verdad pensé que con la quiebra de Mexicana los empleados de Aeroméxico entrarían en razón y se darían cuenta que las prestaciones que tienen (otorgadas cuando el gobierno operó) son insorteables, ninguna empresa puede conducirse así sin corregir.
Cuando llegó como presidente del consejo de administración de Aeroméxico Eduardo Tricio, aparentemente llegó a un arreglo. Los sobrecargos contratados a partir de esa fecha tendrían prestaciones distintas a las que ya habían sido adquiridas por los que tenían años en la empresa.
Todo estaba en calma hasta que se dio la noticia, la Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA) acordó emplazar a huelga a Aeroméxico para el 15 de septiembre. Ojalá que sanamente lleguen a un arreglo, no sea este el principio del fin de la que hasta hoy y después de la quiebra de Mexicana es la línea aérea número uno de México.
Queda claro que nadie experimenta en cabeza ajena.