Quizá mucha gente no lo tenga presente, pero es importante saber que así como nos damos tiempos de descanso para que nuestro cuerpo se relaje, necesitamos adquirir ciertos hábitos que ayudarán a que nuestro cerebro descanse. Al fin y al cabo, es uno de los órganos vitales de nuestro organismo y necesitamos que esté al 100% para que rindamos mejor.
Por eso, si procuramos que nuestro cerebro descanse, estaremos más motivados, mejorará nuestra memoria y aprendizaje.
Uno de los aspectos principales es priorizar el sueño, ya que entre el ajetreo diario y la rutina destinamos pocas horas al descanso suficiente todas las noches.
Lo idóneo es dormir entre siete y nueve horas durante la noche; evitar ver la tele o pantallas azules entre una y dos horas antes de dormir y mantener tu dormitorio fresco y oscuro.
¿Qué tal se te dan las rutinas? Debes saber que empezar algo nuevo puede darle a tu cerebro la actualización que necesitas para funcionar adecuadamente, así te impulsará a enfrentarte a nuevos retos. Así que anímate a los cambios.
Otro hábito que ayudará a que el cerebro descanse es desapegarte de la hiperconectividad en la que estamos sumidos actualmente. Aunque puede resultar un tanto difícil, hacerlo nos dejará tiempo para practicar la meditación, poner atención a nuestros sentidos, reconocer nuestras emociones y tener un momento de tranquilidad sin distracciones.