Como una mala costumbre, sin duda el turismo ha sido despreciado por los gobernantes casi de manera institucional, incluso el presidente Felipe Calderón, antes de cerrar con un giro de 360 grados, le estaba quitando la posibilidad, incluso, de pertenecer al gabinete. Pero en los últimos años finalmente ha salido del closet donde lo tenían guardado, y parece que ahora sí se encarará desde el gobierno un trabajo que lo coloque como lo que es, el segundo generador de divisas de nuestro país.
La culminación del recientemente celebrado XI Foro Nacional del Turismo puso en claro que el presidente Enrique Peña Nieto no quiere dejar nada a la deriva, y ha puesto al turismo en manos de una profesional de la política que se ha rodeado de verdaderos expertos para maniobrar. El que cada uno de los actores del equipo dé la cara sin temores ni tapujos, que cada uno exprese sus ideas pero siempre encaminadas a un mismo objetivo, habla de un trabajo serio.
A mí me sigue llamando la atención que la secretaria Claudia Ruiz Massieu, quien tomó las riendas de Sectur, maneje el cúmulo de temas, el argot y los detalles de operación como si toda la vida hubiera estado involucrada. También me llamó la atención que el mensaje es el mismo, desde el presidente hasta los subsecretarios o directores. Pero ¡¡¡ ya no queremos discurso, queremos acciones!!!
La mayoría está en sus manos para seguir por el mismo camino, pero lo que queremos todos, y además fue expresado con claridad en todas la ponencias, es que hay que regresar al top 10. Para ello tendríamos que voltear sin duda alguna hacia los legisladores, que tal vez dieron la exhibición menos grata del foro.
Tuve la oportunidad de platicar con el presidente de la Comisión de Turismo del Congreso, el diputado Rodolfo Dorador Pérez Gavilán, que lo más cercano al turismo que ha tenido es que es “protegido” del ex secretario Rodolfo Elizondo. Y desgraciadamente no puedo decir que en el discurso se perciba que ya hizo la tarea, que ya tomó las riendas de su encomienda.
Sus respuestas nunca fueron lo suficientemente convincentes en temas como: el huso horario para Quintana Roo, el destino y distribución del DNI, los problemas de los transportistas, la Ley de Turismo, en fin tantas cosas que el presidente de la Comisión de Turismo debería saber al dedillo.
Seguimos a obscuras
No me he encontrado ningún diputado que haya levantado la mano para decir, “yo lo voy a subir al pleno”, ni el citado presidente de la Comisión de Turismo ni los legisladores por Quintana Roo: Román Quian, que estaba en el panel, o Graciela Saldaña, que “se dio su vuelta”. Me refiero a la implementación del nuevo huso horario para Quintana Roo, el mismo que ya fue aprobado en el Senado hace casi un año y que en el Congreso se atoró. Primero que porque era el último periodo ordinario y que ya estaba muy a la carrera, después que porque era nueva la Legislatura y había que trabajar en repartir las comisiones y preparar el presupuesto, pero finalmente nada, nadie dice nada, literal.
Carlos Constandse, que participó en el panel de empresarios y legisladores, al pedirles que fueran breves en sus discursos por falta de tiempo, sólo dijo: “Quintana Roo necesita el nuevo huso horario”, y se escuchó el silencio, ningún legislador de los presentes tomó la palabra; el siguiente en hablar fue otro empresario, con otro tema.
¿A que le tienen miedo? ¿Será que piensan que tendría un costo político ahora que están cerca las elecciones? No lo sé, pero de que evaden el tema está claro, como también está claro que Quintana Roo debe tener un huso horario distinto al que aplica en el centro del país; pertenecemos a otro meridiano y sobre todo nuestra única industria, el turismo, requiere del sol para complacer a nuestros visitantes; es absurdo que en los días más cortos, en pleno diciembre, estemos a obscuras a las 5:00 de la tarde.
El Dragon Mart
Es increíble todo lo que se ha escrito y hablado sobre el Dragon Mart Cancún, pero me queda claro que vemos del proyecto sólo lo que los desarrolladores quieren, finalmente buscan complacer a la opinión pública de algo que sin duda y a pesar de que se lleve a cabo seguirá teniendo sus detractores.
Dentro de las cosas del discurso que no cuadran es el tema de la cantidad de chinos que vendrían a trabajar en el proyecto. No porque les hagamos el feo a los chinos, sino porque las cifras han variado una barbaridad desde el momento en que se presentó el proyecto a la realidad actual.
Por principio de cuentas esta era una propuesta de Chinamex, por lo menos así se anunció; hoy dicen que Chinamex sólo tiene el 10% y que es solamente una de las empresas que rentarán un local en Dragon Mart Cancún, que el proyecto es de capital mexicano.
Por otro lado dicen que tendremos 300 mil visitantes al año, que se convertirá en turismo de negocios porque vendrán de toda América a cerrar sus acuerdos comerciales aquí, en lugar de ir a China y recorrer sus siete provincias. ¿Entonces en qué quedamos? ¿Será un centro de negocios de chinos o no?
Como dije, es difícil descifrar los alcances, pero las dudas persisten ante los mensajes contradictorios.
[editor]Arturo-Medina[/editor]