Superando todo pronóstico, la industria automotriz mexicana, por encima de problemas globales de volatilidad, incertidumbre y desde luego económicos, motivados por temas tanto nacionales como internacionales, logró cifras récord en ventas al cierre de
2016, de acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de Distribuidores de Automotores (AMDA), lo que representó un crecimiento del 18% en relación con el año inmediato anterior, al pasar de un millón 352 mil unidades vendidas a un millón 604 mil… Para el 2017 el pronóstico es también alentador.
Desde luego dentro de esta industria, tema que merece atención aparte es la comercialización de los autos de lujo, pues con cada vez más innovaciones y avances tecnológicos y de diseño se convierten en las joyas que todos, pero en especial los caballeros, desean tener. Este nicho de mercado, de acuerdo con datos del sector, reportó en ese periodo un crecimiento del orden del 15%, con la venta de más de 60 mil unidades en el país, de un conjunto de poco más de 10 marcas de prestigio.
Para beneplácito de los amantes de los automóviles de lujo, y por qué no decirlo de la tecnología japonesa, al ser la marca prémium de Nissan, recién abrió en esta latitud su primer Centro Infiniti, el décimo del grupo en la república mexicana, como parte de la agresiva estrategia de crecimiento de la firma para este 2017, luego de alcanzar el año pasado cifras récord en ventas y crecimiento del 21%, además de consolidar el lanzamiento de marcas.
Por la ocasión, nuestra portada de la edición de junio la ocupa Philipp Heldt, director general para México y Latinoamérica de Infiniti, quien reconoce la solidez económica de Cancún, razón por la cual decidieron invertir en este nuevo centro, desde el que atenderán todas las necesidades del estado.
La marca de lujo de Nissan, por cierto la más joven en territorio nacional, cuenta con una interesante historia que inició en 1989, concentrando sus actividades en América del Norte; siete años después inicio un proceso de expansión por el Oriente Medio y Taiwán, luego Rusia, Ucrania, China y a Europa a finales del 2008. En México abrió sus puertas en 2011.
Sin temor a equivocarnos, este segmento va de la mano con Cancún, el principal destino turístico de México y América Latina, que a 47 años de su fundación mantiene también un crecimiento, visto desde cualquier perspectiva y que al paso de los años superó por mucho las expectativas con una envidiable industria hotelera que genera desarrollo económico y posibilidades de empleo por arriba de la media nacional, y además se complementa con un centro urbano, que también crece a pasos agigantados.
Con infraestructura complementaria como el aeropuerto internacional de la ciudad, hoy en día el segundo más importante del país en operaciones, pero el primero en arribo de turistas internacionales, más de 800 mil habitantes y un flujo turístico próximo a los cinco millones de visitantes al año, el destino se convirtió en un imán natural para la atracción de inversiones de toda índole, desde educativa, médica, comercial y de servicios hasta por supuesto la automotriz, representada actualmente por prácticamente todas las marcas y sus segmentos prémium, que no han podido evitar voltear a ver a Cancún.
Si alguien nos hubiera dicho lo que sucedería en torno al destino en tan solo cuatro décadas, pocos lo hubieran creído; actualmente no solo las marcas hoteleras de mayor prestigio en el mundo están representadas aquí, sino también las firmas de automóviles más reconocidas, los autos más lujosos desfilan por las calles de esta ciudad, cuando hace tan solo unos años (ni siquiera tantos) se contaba una sola gasolinera y un semáforo en el centro de este paraíso.