Por Rafael Martínez Cristo
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En la última semana de febrero, la gobernadora Mara Lezama firmó un acuerdo de vinculación de estudiantes de universidades tecnológicas y politécnicas con el sector productivo de la entidad, un convenio que no sólo debe permanecer, sino fortalecerlo y aumentarlo para que cada vez más egresados de los institutos de educación superior cuenten con oportunidades dignas de empleo y remuneración.
El asunto no es menor, por el contrario, se trata de una apuesta de “ganar-ganar”, toda vez que las empresas del estado darán entrada a gente comprometida con su entidad y, en muchos casos, con la tierra que los vio nacer.
Sin caer en posturas “chovinistas”, siempre será plausible el hecho de que el sector productivo local privilegie a la gente preparada del estado, en lugar de importar talento, al brindar oportunidades a los egresados de las universidades locales, lo que genera confianza, compromiso y abate problemas como el desempleo.
En un principio, este convenio beneficiará de manera directa a más de 5 mil 500 alumnos de seis universidades, gracias a la iniciativa de la Secretaría de Desarrollo Económico, encabezada por Paul Carrillo, y las instituciones educativas.
Con este convenio los estudiantes universitarios tecnológicos podrán participar en acciones como Capacitación Empresarial, que contempla cursos, talleres y programas dirigidos a estudiantes y docentes para el fortalecimiento de las competencias empresariales; Articulación Productiva, para facilitar la vinculación de estudiantes con sectores productivos mediante prácticas profesionales y proyectos de impacto.
Además, Fomento Artesanal y Atracción de Inversiones, a fin de apoyar la mejora de procesos en la producción artesanal e impulsar cadenas de valor; y el Financiamiento y Comercio Exterior, para proveer asesoría sobre acceso a programas de financiamiento para emprendedores universitarios.
La gobernadora Mara Lezama expresó su satisfacción, pues dijo que mediante este convenio se potenciará el papel de las universidades tecnológicas y politécnicas en áreas estratégicas como la innovación, el turismo, las energías renovables y la sostenibilidad, que impulsen el desarrollo económico y social del estado, con base en el Nuevo Acuerdo por el Bienestar y Desarrollo de Quintana Roo.
“A través de este importante instrumento se podrán vincular mejor los contenidos educativos con la demanda de los sectores productivos, e instrumentar programas formativos que sean innovadores y que generen empleo y desarrollo en áreas aún no exploradas”, dijo la gobernadora.
Con acciones como ésta, el gobierno humanista da un enorme paso hacia la prosperidad compartida de la que el sector estudiantil no puede quedar atrás.