
Creo que no.
PodrÃa ser esta una columna tan corta como la pregunta y su respuesta. No parece, en los hechos, que el turismo sea del mayor interés para los candidatos presidenciales. No importa que sea un motor económico de la magnitud que lo es. No basta digo, al menos que sirva para hacer bonitos los discursos.
No parece importarles.
Hace unos dÃas entonces los cinco candidatos presidenciales participaron en el Foro Internacional de Turismo en la Ciudad de México. Era, pues, el foro en el que podÃan exponer con prÃstina claridad sus propuestas en la materia. Y si bien cada uno de ellos tuvo un desempeño distinto, ninguno fue sobresaliente. Unos más, otros menos, pero no hubo ninguna propuesta innovadora o un compromiso sobre lo que es en estos momentos fundamental.
Ahà el total desconocimiento de Jaime RodrÃguez, el ocurrente Bronco, que parecÃa más predicador que candidato; la inexistente propuesta de la ahora excandidata Margarita Zavala que, por más, fue la peor librada; los lugares comunes de Andrés Manuel López Obrador, cuya participación se centró en la polémica sobre el nuevo aeropuerto de la Ciudad de México; la bien estructurada propuesta de José Antonio Meade, a la que le faltó innovación y le sobró continuismo, o el que mejor aprovechó el foro, Ricardo Anaya, gracias quizá a su paso como subsecretario de Turismo en el sexenio de Felipe Calderón, que presentó cuatro de los principales retos del sector, pero que no consiguió redondear su participación con una propuesta especÃfica.
Lo cierto es que a todos ellos les falta, como a la mayorÃa de la clase polÃtica mexicana, comprender que el turismo genera 8.5% del Producto Interno Bruto (PIB) del paÃs, y que es de los pocos sectores que ha venido creciendo a más del doble que el resto de la economÃa.
Y que no siempre va a suceder asÃ.Â
Los Indicadores Trimestrales de Actividad TurÃstica (ITAT) revelaron que el PIB turÃstico del paÃs creció en promedio 3.4% durante 2017 con base en cifras originales, lo que representa su nivel más bajo desde 2015, informó recientemente el Instituto Nacional de EstadÃstica y GeografÃa (Inegi). En 2015, el promedio de crecimiento del PIB turÃstico arrojó un incremento de 3.6%, mientras que, en 2016, la cifra ascendió a 4.2%, de acuerdo con la serie original publicada por el instituto.  Â
La nota que publicó el periódico El Financiero es clara. Si bien no es una caÃda pronunciada, los especialistas advierten ya de una ralentización evidente. Las razones pueden ser varias: el incremento de la inseguridad, el ambiente polÃtico, la incertidumbre económica en nuestro paÃs. Lo cierto es que ese dato debe prender las alertas.
La crisis de inseguridad en los destinos turÃsticos principales de nuestro paÃs no se ha detenido. Si bien es cierto que en Los Cabos ha habido una evidente disminución en las ejecuciones tras la implementación de un programa emergente de seguridad que lidera la Armada de México y en la que participan igual el gobierno estatal y el municipal, en Cancún esto no ha funcionado. Solo en el mes de abril hubo 60 ejecuciones en el principal polo turÃstico de México.
Eso no puede seguir.
Es tiempo de campañas y promesas. Lamentablemente en estas no parece tener peso la industria turÃstica.
Y eso no puede ser visto más que como una mala noticia.
