Pronósticos desafiantes para la economía mexicana
La economía mexicana enfrenta un inicio de año complicado, con un debilitamiento en sus pilares de crecimiento. El consumo privado, principal motor de la actividad económica, ha mostrado signos de estancamiento debido a la desaceleración en la creación de empleos formales registrados en el IMSS, que se encuentra en niveles críticos, incluso menores a los de la recesión de 2019. La caída en la confianza de empresarios nacionales y extranjeros contribuye al deterioro de este escenario.
Por otra parte, el panorama político agrega incertidumbre. La inédita elección de jueces y magistrados del Poder Judicial, prevista para junio de 2025, deja dudas sobre la independencia de este órgano ante el nuevo Tribunal Superior Disciplinario. Además, la desaparición de los Órganos Reguladores Constitucionales Autónomos amenaza con concentrar el poder en el gobierno federal, generando desconfianza entre los inversionistas, particularmente en el sector energético.
Una crisis de confianza y sus repercusiones
La confianza empresarial, un factor clave para la atracción de inversiones, está en niveles preocupantes. La reciente designación de funcionarios sin experiencia en organismos clave, como CENAGAS, ejemplifica el impacto de decisiones políticas en sectores estratégicos. Sin un entorno de certeza y estabilidad, México corre el riesgo de perder oportunidades de inversión y desarrollo.
México inicia 2025 en medio de tensiones políticas y económicas que podrían frenar su crecimiento. Mientras que la economía estadounidense muestra signos de fortaleza, el país necesita medidas urgentes para recuperar la confianza empresarial, fomentar el consumo interno y garantizar la independencia institucional. En un entorno global de competencia y transformación, México enfrenta la necesidad de tomar decisiones acertadas para asegurar su estabilidad y desarrollo.