Este 27 de septiembre celebramos, como desde hace 36 años, el Día Mundial del Turismo, cuyo objetivo es sensibilizar en mayor medida a la comunidad sobre la importancia del turismo y su valor social, cultural, político y económico, y, por supuesto, poner de relieve el potencial del turismo para contribuir a que se puedan alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Este año el tema es por demás interesante: “Turismo para Todos: promover la accesibilidad universal”. Y es de interés en Quintana Roo no solo porque, en materia de sustentabilidad, el aspecto social es de los menos avanzados, sino porque también nos permite hacer un análisis de qué retos enfrentamos y qué oportunidades aprovechamos (o dejamos de atender) en este tema.
Si bien es cierto que toda persona tiene derecho a disfrutar de su tiempo libre, también es cierto que no todos tienen las mismas posibilidades de hacerlo, y aunque el tema es amplio ya que podemos hablar de distintos grupos vulnerables, como jóvenes, grupos indígenas, adultos mayores, entre otros, centraré este artículo en la accesibilidad de viaje para personas con discapacidad.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que cerca de mil millones de personas a nivel global sufren de alguna discapacidad, y es un segmento creciente y dinámico de la población; para el turismo representa oportunidades interesantes ya que las personas con discapacidad suelen viajar siempre con al menos un acompañante, su atención mejora la imagen de las empresas y destinos, viajan en temporadas diferentes a los periodos de alto flujo de turismo (lo que permite ayudar a desestacionalizar los destinos) y, debido a sus necesidades especiales, gastan más que un turista convencional.
Solo en Europa se ha estimado que 12% del mercado total de turismo del continente está representado por personas con discapacidad, entendiendo a éstas como personas con movilidad reducida, personas con dificultad en el desplazamiento, con visión reducida, invidentes, con limitaciones auditivas y con discapacidad intelectual, entre otras.
¿Estamos preparados como destino y como empresas para lograr la accesibilidad de las personas con discapacidad? Creo que en algunos temas sí, pero hace falta mucho trabajo al respecto. Y creo que un buen modelo a seguir son las acciones que se realizan en San Luis Potosí, donde han logrado avances importantes desde la política pública, pero también con el desarrollo de productos turísticos para personas con discapacidad, posicionándose como un destino amigable en este sentido.
Es importante avanzar en ese sentido; con los tiempos de cambio que vienen esperemos que también haya un impulso en tener un turismo para todos, sin discriminación, adaptado a las necesidades, y que Quintana Roo se convierta en punta de lanza en este tema. Promovamos infraestructura para atender a este turismo, diversifiquemos e impulsemos los esfuerzos que ya se hacen en el estado, que aunque son pocos y luchan contra corriente son ejemplo a nivel nacional e internacional.