La industria de reuniones (en inglés MICE –de las siglas Meetings, Incentives, Conferences and Exhibitions) es una de las más dinámicas en nuestro país. Hace algunos meses la Secretaría de Turismo (Sectur) publicó el estudio ‘La importancia de las Reuniones en México’, que indica que esta industria tiene un valor de casi 25 millones de dólares anuales, derivado de la organización de 266 mil reuniones anuales y cerca de 29 millones de asistentes.
Y por supuesto, como sucede con cualquier actividad humana y económica, genera impactos ambientales y sociales, los primeros más medidos que los segundos; de acuerdo con Sectur, un participante gasta más del triple de agua, genera más del cuádruple de basura y muchas más emisiones durante un evento, en comparación con sus consumos en su vida diaria.
El potencial para minimizar los impactos de las reuniones es enorme; a diferencia de cualquier otro tipo de operación turística, en un congreso, convención, expo o viaje de incentivo sabemos muy claro (y en general con anticipación a que se lleve a cabo) el perfil, el número y en algunos casos los consumos que se van a generar en el evento. Por otro lado, tenemos un grupo de personas en un tiempo y lugar específico, y la posibilidad de involucrarlos en la disminución de sus impactos aumenta.
¿Cómo podemos avanzar en la organización de eventos sustentables?
Lo primero es tener muy claro que, como todas las decisiones en este tema, debe haber un compromiso desde lo más arriba de la empresa y un trabajo en los diferentes niveles de la organización; la conformación de un equipo verde para la organización de eventos, la medición inicial de los impactos y la identificación de las oportunidades de disminuirlos deben ser el primer paso, y de ahí hacia adelante.
Pero lo más importante es siempre trabajar sobre cinco principios básicos: prevenir, es decir, identificar qué podemos dejar de consumir, producir o generar; reducir consumos e impactos; tratar, como en el caso de aguas residuales o residuos que se reciclan o reutilizan; compensar, cuando no sea posible ninguno de los anteriores (como por ejemplo, la compensación de emisiones de CO2 por vuelos) y, por supuesto, comunicar: al equipo de ventas y organización de la empresa, al asistente al evento, al meeting planner, a los aliados, proveedores, entre algunos otros.
¿Qué beneficios genera a la empresa la organización de eventos con este enfoque de sustentabilidad? Primero, permite disminuir costos derivado del menor consumo de recursos; segundo, permite involucrar a los asistentes en acciones de conservación (como en el caso de compensación de emisiones) y generar una mayor conexión con el evento; en algunos casos da un valor agregado con organizadores de eventos que se preocupan por estos temas en la selección de destinos o sedes, y, por supuesto, mejora la imagen de la empresa y aumenta el valor de marca.
Y ustedes, ¿qué están haciendo para disminuir el impacto que generan sus eventos?