Empresas del Caribe mexicano se suman a Fundación Jorge Alann para la atención de niños con autismo con el fin de integrarlos al sector productivo
A ocho años de constituirse en Cancún, Fundación Jorge Alann, que anualmente apoya a 80 personas de manera permanente y valora cerca de 150 casos, mantiene su compromiso de atender, diagnosticar y brindar terapias a niños y jóvenes con discapacidad intelectual, condición de espectro de autismo y problemas de lenguaje.
La asociación civil que tiene a más de 20 empresas como aliadas inició recientemente el Programa de Desarrollo y Habilidades Escolares e Inclusión, cuyo objetivo es enseñar a los niños con discapacidad intelectual a ir a la escuela para que conozcan la dinámica que hay en un salón de clases y adaptarse a la parte social.
Jonatán López, director de Fundación Jorge Alann, mencionó que la educación del país debe ser inclusiva; sin embargo, no se da así dentro del sistema. Ante esa situación –añadió- la institución capacita a escuelas, asociaciones, empresas, hoteles y otras agrupaciones civiles a fin de que comprendan la discapacidad y adapten sus instalaciones para las personas que están dentro de la neurodiversidad.
Explicó que de manera constante realizan entrevistas iniciales. A las personas que llaman al Centro Integral de Atención a la Neurodiversidad (CIAN) se les realiza una primera entrevista, a través del doctor Milton Baza, a fin de determinar si el niño requiere de un diagnóstico o no. De acuerdo con la primera fase se procede a un segundo encuentro que dura de dos a tres horas.
“En el resultado del diagnóstico se entrega una ruta de terapia que debe darse al niño y en qué orden tiene que aplicarse en cada uno de los casos. No se da el mismo tratamiento a todos ni en grupo porque cada uno tiene necesidades distintas”, detalló.
El ejecutivo destacó que hay empresas del destino que se suman a las acciones de la Fundación Jorge Alann para apoyar de manera económica a la institución a fin de cubrir los gastos, así como las becas y terapias que se ofrecen a los niños. “Como una forma de obtener fondos tenemos algunos productos con causa como gelatinas y repelentes naturales, pero siempre invitamos a quienes quieran a ayudarnos”, añadió.
Mencionó que en México no se cuenta con estadísticas sobre el número de casos de espectro de autismo; sin embargo, de acuerdo con los estándares a nivel mundial es una discapacidad que actualmente crece a la altura de las enfermedades epidémicas. Dijo que hace 10 años nacía un niño autista por cada 300 niños vivos; ahora, 10 años después, nace uno de cada 80.
“Es una discapacidad que crece cada vez más; es un problema que no se manifiesta físicamente, no es tan fácil de detectar”.
Agregó que muchos niños son etiquetados como gritones, inquietos y que no hacen caso, pero con el diagnóstico y las terapias correctas logran integrarse a la sociedad. “Esa es la meta final de la fundación, enseñar a los menores a que sean independientes, que se adecuen y lleguen a ser económicamente productivos”. (Marlene Hernández)