Gustavo de Hoyos presagia un año difícil para la economía nacional; no obstante, asegura que el empresariado mantendrá su nivel de productividad para, en lo posible, no afectar las fuentes de empleo
Sin lugar a dudas el sector empresarial es de suma importancia para el desarrollo económico de un país, y en ese sentido México no es la excepción ya que este contribuye con más de 65% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional; un importante porcentaje de este se encuentra agrupado en organismos camerales, de los cuales uno de los más importantes es la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), que con 90 años de permanencia ha sido testigo de diversos vaivenes políticos y sociales que han afectado de una u otra forma la economía nacional.
La Coparmex es un sindicato patronal apartidista y de afiliación voluntaria que aglutina a más de 36 mil empresas a nivel nacional, lo que representa más de cinco millones de empleos y 30% del PIB; se encarga de velar por los intereses de las empresas en lo laboral, social, político y económico.
Entre las funciones más importantes de este organismo está la de estudiar las condiciones en las que operan los empresarios, así como ver por su mejoramiento y defensa de sus intereses.
Dentro de sus funciones está la de estudiar propuestas de economía y sociedad, a través de 27 comisiones de trabajo, por lo que sus dirigentes (unos más que otros) emiten sus opiniones y observaciones en torno a las políticas económicas de los gobiernos federal y estatales, según sea el caso.
Gustavo de Hoyos, presidente nacional de la Coparmex por quinto periodo consecutivo, se ha caracterizado por ser un fuerte crítico del gobierno federal, al considerar que algunas de las decisiones tomadas por el Ejecutivo no traerán beneficios a los mexicanos, más aún afirma que ya se ve el retroceso en algunos rubros de la economía nacional.
A causa de lo anterior vislumbra un panorama difícil para el presente año, aunque asegura que pese a esto el empresariado nacional tiene la consigna de mantener su productividad a fin de no afectar las fuentes de empleo y abrir nuevos mercados; no obstante, la situación económica actual no favorece esos proyectos y dificulta los planes de expansión de muchos inversionistas.
Pese a todo esto, los miembros de la Coparmex apuestan por la educación, al considerar que es la única forma de avanzar como sociedad, por lo que en lo personal está muy involucrado en actividades que tienen que ver con ese rubro.
LA ENTREVISTA
Ante el panorama económico actual, ¿cómo afecta el estancamiento del PIB?
El crecimiento de la economía refleja que hay confianza, cuando disminuye el crecimiento fundamentalmente es un reflejo de la falta de confianza, de certidumbre, y desgraciadamente el principal responsable de que el país no esté creciendo hoy en día es el presidente de la república, por las decisiones que han minado la confianza. Nosotros pensamos que como ningún presidente, este recibió la economía en condiciones inmejorables; tenemos una economía diversificada, fortalecida con 12 acuerdos comerciales, de tal manera que nos parece que no hay derecho a que falle porque como nunca antes el país tiene las condiciones para que le vaya bien.
¿Qué estaría haciendo el empresariado al respecto?
En todas las regiones del país los empresarios están en lo suyo, tratando de ser más productivos, manteniendo las fuentes de empleo, tratando de producir con mayor calidad, de abrir nuevos mercados, pero ciertamente los planes de crecimiento que permiten que un empresario hipoteque su casa para comprar nueva maquinaria, que se aviente a abrir una nueva sucursal, que explore un negocio, no se llevan a cabo si no hay un ambiente de confianza; por eso es que insistimos tanto en que lo más importante que tiene que llevar a cabo el presidente de la república y sus funcionarios es devolver la confianza; hay muchas oportunidades, centenares de proyectos esperando la posibilidad de materializarse, pero en tanto haya decisiones sorpresivas, erráticas, estos proyectos no se van a materializar.
PÉRDIDA DE LA CONFIANZA
¿Cómo aumentar la capacidad de crecimiento en el país?
La meta de inversión como porcentaje del PIB debe ser de al menos 25%, incluyendo la inversión privada. Sin embargo, las fuertes afectaciones a la confianza del sector privado hacen difícil pensar que se pueda lograr esta meta si no hay un cambio en el actuar del Gobierno Federal. El panorama económico para este año es complicado en el contexto nacional e internacional. Necesitamos de un paquete económico que genere inversión pública para que así se promueva la inversión privada. Recordemos que no hay desarrollo sostenible sin crecimiento, ni crecimiento sin flujos de inversión productiva. Finalmente, se deben de dejar de usar mecanismos de democracia directa no representativa para cancelar obras de infraestructura pública que tienen participación privada. Sin duda, esto limita el margen de maniobra del Estado para crear desarrollo. El aeropuerto en Texcoco y el Metrobús de Durango son ejemplos prototípicos de las enormes afectaciones que puede tener el politizar decisiones de política pública que debieran ser técnicas. Los costos de dichas decisiones, hechas a “mano alzada” o en consultas no representativas causarán estragos en las finanzas públicas por décadas.
¿Cuáles son los sectores más afectados?
El sector energético principalmente, porque aunque todos requieren certidumbre por ser proyectos de largo plazo, es fundamental tener confianza porque son programas que se fondean internacionalmente, que tienen una visión de largo plazo, y si esta no se recupera difícilmente se llevarán a cabo.
Ante este panorama, ¿cómo se puede recuperar la confianza?
Nosotros lo que hacemos es a través de los medios legales disponibles tratar de contener estas acciones erráticas. Se aprobó la Ley de Extinción de Dominio que amenaza a la propiedad privada, impugnamos desde el punto de vista legal; en el caso de la decisión del aeropuerto, igual. Estamos comprometidos para preservar la plena vigencia del Estado de derecho.
MENOS INVERSIONES
¿Cómo es la relación de los empresarios con el actual gobierno?
Para que un país avance es fundamental que los sectores público y privado trabajen de la mano. Con el actual gobierno de México tenemos grandes coincidencias en el diagnóstico sobre atacar la pobreza y la desigualdad, lo mismo que la corrupción y la impunidad. Sin embargo, es en los temas más detallados donde hay marcadas diferencias, el Ejecutivo federal no está otorgando certidumbre al sector privado sino generando una creciente desconfianza que está afectando el desempeño económico de México. El sector privado no muestra suficiente confianza para invertir. Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), a junio de 2019, muestran una caída de 7.4% en la inversión fija bruta. Esta es la quinta caída consecutiva y la más fuerte desde noviembre 2009. Más aún, datos del Banco de México (Banxico) muestran que especialistas del sector privado piensan que el principal obstáculo para la inversión es la incertidumbre política interna (17%).
¿Se han tomado malas decisiones?
Uno de los principales factores detrás de esta incertidumbre son las decisiones erráticas que ha tomado el gobierno, muchas de ellas sin evidencia o sustento. Ni el aeropuerto de Santa Lucía, el Tren Maya o la refinería de Dos Bocas, que son los proyectos estrella de esta administración, están cumpliendo a cabalidad estos requisitos. Otro factor que genera incertidumbre son las medidas de austeridad que han sido implementadas ya que denotan una falta de visión, de prioridades y de sensibilidad social. Por un lado, el gobierno promueve ahorros en rubros que impactan directamente en el bienestar de la población, y por el otro no escatima recursos para proyectos cuya viabilidad social, económica y ambiental son altamente cuestionables. Si a esto les sumamos los enormes recursos que se han reorientado hacia programas sociales de corte asistencialista y clientelar, lo que en verdad tenemos es un uso irracional y poco efectivo de los recursos públicos.
¿Cómo ha afectado esto?
Cada una de las decisiones equivocadas del gobierno federal ha abonado a una falta de certeza hacia los capitales internacionales y domésticos. Asimismo, han sido factor en la baja de las expectativas de crecimiento para 2020.
TURISMO, A LA BAJA
¿Hay afectación en las inversiones del rubro turístico?
El turismo es una actividad fundamental, no solo para detonar el desarrollo económico del país sino para activar las regiones turísticas desde una perspectiva local. Cuando hay una actividad turística vigorosa hay empleos y los trabajadores pueden generar riqueza para sus familias. Lamentablemente, en lo que va del gobierno en turno, este sector ha sido víctima de una falta de visión de largo plazo. Se han debilitado y desaparecido instituciones y esquemas de promoción turística por apostarle una gran parte de los recursos a la construcción del Tren Maya. Una de las principales afectaciones es la desaparición del Consejo de Promoción Turística de México (CPTM), desde donde se habían articulado, de forma estratégica, los esfuerzos privados y públicos para promocionar la oferta turística del país. Su trabajo ha posicionado a los destinos naciones, en medios y espacios de alcance global, con contenidos dirigidos al mercado minorista y mayorista de todos los perfiles y niveles. Por otro lado, se ha decidido que Fonatur concentre su labor en el desarrollo del Tren Maya, abonando su vocación como institución de planeación y desarrollo de infraestructura turística y urbana, pasando a ser solo el coordinador de un proyecto ferroviario. Estas decisiones podrían romper la inercia de crecimiento en el sector turístico que se había observado en los últimos años y que ha llevado a que México sea uno de los mejores destinos del mundo.
¿Ya es palpable esta situación?
Por supuesto, ya empezamos a ver los primeros estragos. Durante el primer trimestre de 2019, el PIB del sector turístico cayó 0.8% anual (comparado con el mismo trimestre del año anterior). Esta es la caída anual más fuerte desde el cuarto trimestre de 2009. El Presupuesto de Egresos 2020 de la Federación no muestra un mejor panorama para el turismo. Este fue uno de los sectores más afectados por los recortes ya que se redujo en 45% con respecto al presupuesto asignado en 2019. Sin embargo, nos preocupa que el presupuesto asignado a promoción y fomento se redujo en 24% con respecto al año anterior. El sector turístico cuenta con un potencial inmenso para generar inversión, empleos y bienestar; sin embargo, se ha optado por la improvisación y los prejuicios en la toma de decisiones desde el gobierno federal.
VAN CONTRA LA CORRUPCIÓN
En cuanto a la corrupción, ¿cómo afecta al empresariado?
En Coparmex coincidimos al 100% con el gobierno de México en la necesidad de atacar la corrupción en todas sus formas y en todos los niveles. La corrupción es un costo adicional para las empresas que impide mejorar su competitividad. Además, limita la inversión pública y privada, y crea servicios públicos de baja calidad. En Coparmex contamos con un indicador que muestra la frecuencia con la que los socios se enfrentan a actos de corrupción. Los datos de nuestra más reciente encuesta a socios, referentes a julio 2019, muestran que las experiencias de corrupción han disminuido a nivel nacional con respecto al mismo mes del año anterior. Sin embargo, vemos que la realidad estatal es muy disímil. Tenemos estados como Guerrero, Chiapas y Morelos con porcentajes de socios que han experimentado algún acto de corrupción por encima del 55%. Por otro lado, vemos estados como Chihuahua, Coahuila y Querétaro con porcentajes por debajo del 25%.
El nombre del juego se llama generar confianza y certidumbre. Son dos condiciones básicas para atraer inversiones y, con ello, generar empleos, promover nuevas tecnologías y multiplicar la riqueza. Para lograrlo, primero, se deben de dejar de lado las filias y las fobias para que las decisiones de política pública puedan ser tomadas con base en evidencia. Esto implica que los grandes proyectos de inversión necesitan estar apegados a los más altos estándares técnicos, ambientales y legales, así como contar con claridad en su ejecución y viabilidad financiera. Segundo, necesitamos que el gasto público cuente con una visión de largo plazo y que fomente la inversión del sector privado. Los niveles de inversión pública en México son alarmantes. De acuerdo con el Informe Trimestral de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, en 2019 la inversión física cayó 17.3% con respecto al año anterior. En este sentido, es preocupante que en el presente esta reducción signifique una caída de la inversión pública como porcentaje del PIB de 2.7% a 2.4%.
DEUDA HISTÓRICA
En México hay más de 50 millones de personas en situación de pobreza, ¿qué se necesita hacer para disminuir esta cifra?
Es inadmisible que en pleno siglo XXI millones de mexicanos permanezcan viviendo en situación de pobreza y desigualdad. Es una deuda histórica que se tiene con este sector afectado y debe ser una prioridad, no solo para los gobiernos en turno sino para todos los sectores de la sociedad. Si queremos verdaderamente transformar a México debemos centrar las acciones para que menos personas vivan en estas lamentables condiciones y encuentren oportunidades de desarrollo y subsistencia digna. La pobreza en México está íntimamente ligada con la informalidad. En México, cuatro de cada diez empleos son formales. Un empleo formal se traduce en ventajas para el trabajador, como seguridad social, mayores remuneraciones y prestaciones laborales, que en conjunto incrementan su bienestar y el de su familia. En Coparmex consideramos que el esfuerzo no debe quedarse ahí. No solo necesitamos crear empleos formales, sino que también nos tenemos que asegurar de que sean con mejores condiciones que se ajusten a la realidad económica y social del país.
En este sentido, ¿es suficiente el incremento al salario mínimo?
En los últimos años el valor de los ingresos de los trabajadores formales ha caído drásticamente. En 2006, 70% de los trabajadores formales contaban con un ingreso suficiente para mantenerse a sí mismo y a sus familias, ahora solo 53% lo hace. Coparmex fue un fuerte impulsor del aumento histórico del salario mínimo para alcanzar la línea de bienestar individual que se registró en enero del año pasado. Por nuestra parte, seguiremos luchando por una #NuevaCulturaSalarial que permita, al menos, cubrir las necesidades de los trabajadores y de sus familias. Creemos que la prioridad que se ha dado al gasto social en esta administración era necesaria; sin embargo, necesitamos medir a cabalidad y con autonomía la eficacia de estas políticas.
LIDERAZGO CIUDADANO
Actualmente la Coparmex trabaja en Alternativas por México…
Sí, es una iniciativa institucional de Coparmex y su propósito fundamental es identificar, capacitar, fortalecer y desarrollar a los liderazgos ciudadanos que ya existen; no es un proyecto político, no es un partido en formación, no busca alguna alianza con un partido político presente o futuro, tampoco es una escuela de cuadros o una escuela ideológica. Lo que creemos en Coparmex es que hay centenares de líderes que están haciendo cosas relevantes en sus comunidades, pero que no han encontrado las capacidades necesarias para detonar todo su potencial; lo que hacemos es buscar a los mejores que están trabajando por la seguridad, por la educación, los que están trabajando por la filantropía, por las causas de las mujeres y los jóvenes, de tal manera que podamos ayudarles para que cumplan de la mejor manera con su función.
Hay que apostarle a la educación para salir del bache…
Soy un convencido de la educación, tengo ya muchos años participando como voluntario, académico, directivo de la educación; actualmente presido el patronato de una universidad pública estatal, la de mi estado, Baja California, soy el responsable de que haya sustentabilidad en una universidad con más de 65 mil alumnos de licenciatura, maestría, doctorado; ciertamente es algo que me da muchas satisfacciones.