El cierre de la administración de Andrés Manuel López Obrador se caracterizó por la inauguración de los proyectos insignia que prometió desde su campaña en 2018. Se le pueden achacar muchas cosas al expresidente, sin embargo, su pragmatismo en torno al futuro del sureste mexicano fue contundente. De ser una región que por décadas estuvo rezagada de la pujanza del norte del país después de la entrada en vigor del TLCAN en 1994, Obrador trazó una estrategia de desarrollo y planteó las bases para el despunte de la región; respeto los puntos de vista de quienes afirman que se pudieron haber hecho las cosas más ordenadas, pero el despunte de la región es una realidad.
Y se dio en un momento coyuntural interesante, porque la crisis migratoria que afecta a América del Norte desde hace varios años por la crisis política en Venezuela obligó a Washington a voltear a vernos. De ahí la iniciativa del embajador estadounidense de reunirse de manera periódica con los gobernadores de la región y el sector privado a través de la American Chamber of Commerce; de hecho, la gobernadora de Quintana Roo lidera la Comisión Sur-Sureste de la CONAGO.
En el caso de Quintana Roo, la gobernadora y el expresidente lograron una alianza importante que nos benefició con un sinfín de obras de infraestructura que por años no veíamos. Desde las estaciones del Tren Maya, el aeropuerto de Tulum, el Puente Nichupté que conectará la zona hotelera de Cancún con el centro de la ciudad, obras de remodelación en arterias frecuentadas por turistas, entre otros proyectos. El desarrollo alcanzó también otras regiones del estado que por años no veían un impulso de la federación y en gran medida esto se debe al Tren Maya.
La gobernadora anunció una inversión histórica para el puerto y los habitantes de Mahahual, que ha visto un crecimiento importante en el arribo de turistas por crucero, pero que no necesariamente se ha visto reflejado en un desarrollo armonioso para la zona. Después de varios meses de negociación, la empresa líder de viajes en crucero, Royal Caribbean International, dio a conocer lo que será “Perfect Day México”, un parque de diversiones de más de 600 millones de dólares. El proyecto creará en la etapa de construcción 2000 empleos directos y se prevén 3000 empleos una vez que abra el parque en 2027. El resplandor de la zona se verá beneficiado por este gran proyecto que utilizará los estándares más altos de cuidado al medio ambiente y garantizará un concepto auténticamente mexicano para los turistas. La empresa estima que en los próximos 5 años se prevé un arribo de 5 millones de pasajeros (actualmente arriban casi 2 millones de manera anual).
El proyecto es un gran signo de confianza hacia el gobierno de Quintana Roo y un espaldarazo a una nueva administración federal. De hecho, este fue uno de los proyectos que anunció la presidenta Claudia Sheinbaum durante la cumbre de negocios que organizó la Cámara de Comercio de los Estados Unidos y el Consejo Coordinador Empresarial. El sur de México seguirá teniendo el respaldo del gobierno federal durante los próximos 6 años, entramos pues a una etapa muy interesante que marcará un gran futuro para Quintana Roo.