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Revista Latitud 21
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Isabel Arvide

El abrazo presidencial

por NellyG 1 noviembre, 2022

Tenemos un presidente de México que llega a Quintana Roo casi cada semana, y, sobre todo, tenemos el abrazo permanente a nuestra gobernadora que demuestra un gran afecto, un apoyo igual de significativo.  Y no hemos entendido cómo se va a traducir esta realidad en la vida de quienes habitan en el estado, de qué forma esta especial circunstancia, de cercanía, de atención, va a traernos la calidad de vida a la que legítimamente aspiramos.

¿Significa esto que Mara Lezama va a emular la cercanía que el primer mandatario tiene con la gente? O ¿por qué no aspirar a esto?, que la gobernadora va a informar, a permitir que los periodistas la cuestionen cotidianamente, como hace López Obrador.

Mejor todavía, estos abrazos que ella misma se encarga de comunicar a través de sus cuentas en redes sociales, van a ayudar a que haya menos asesinatos, a que la policía cumpla con su trabajo, a que la violencia sea cosa del pasado, a la eficiencia en la Secretaría de Seguridad Pública, en la Fiscalía, en todos los ámbitos de seguridad. ¿Cómo encontrar los caminos presidenciales contra la violencia, contra la impunidad?

Uno se pregunta si es cuestión de falta de presupuesto, porque entonces bastaría con informar de las carencias al presidente, de las imposibilidades reales que existen en el estado para alcanzar seguridad. Haber cambiado de titular de la Secretaría de Seguridad en días de gobernar no ha servido para un cambio; lo que tenemos es un exceso de droga, de cobro de piso, de cadáveres regados por todas las colonias populares.

Y de demagogia, como la de Pepe de la Peña, después del desastre de Majahual, donde ahora buscarán chivos expiatorios entre quienes obedecieron órdenes superiores.

Especial atención, cálida atención diría cualquiera, del primer mandatario a Mara Lezama, que nos lleva a un discurso pleno de lugares comunes de la Cuarta Transformación ahora en voz de entallados vestidos y pestañas inmensas, pero que no dejan de ser discursos de cara a una sociedad muy agraviada por lo que hemos vivido en años recientes.

¿Podrá Mara? ¿Querrá Mara?  Porque lo más difícil, lo imposible para la mayoría de los gobernadores de México ya lo tiene: Presencia y atención cotidianas.

Desperdiciar este regalo de la vida sería un pecado grande de omisión, pero sobre todo sería un precio muy alto para todos los quintanarroenses que votaron por Mara Lezama, precisamente, por el apoyo presidencial que tiene.

¿Qué necesita Quintana Roo en Seguridad que no pueda llegar a través de las órdenes presidenciales?  Porque López Obrador ha demostrado el conocimiento y la decisión a favor del estado, de una entidad federativa que recibe, él mismo lo dijo hace días, 27 millones de turistas al año, que contribuye con casi la mitad de los ingresos que recibe el país por este concepto.

¿Nos quedaremos con la fotografía, con el recuerdo del abrazo que no cambia nada?

El triste congelador de Canadá

por NellyG 1 octubre, 2022

Para un isleño, vivir lejos del mar, del sol, es un castigo.

Hacerlo rodeado de nieve, utilizando cuatro juegos de ropa encima, encerrado entre calentadores, lo es todavía más.

Suena a castigo.

Si Carlos Joaquín piensa que ser embajador es un premio, tardará muy pocos días, horas tal vez, en descubrir la verdad. En darse cuenta de que llegará a una oficina donde no ha habido un centavo, en años, para comprar una silla. Tampoco galletas.

Es decir, el ya exgobernador tendrá que poner dinero de su bolsa, ejercicio que no le gusta mucho, para comprar el café que va a beberse.

En ese clima de frío, congelamiento en todos sentidos, tendrá que hablar permanentemente inglés, lo que no es igual que utilizar otro idioma a ratos; pensar en diferente lengua cuesta trabajo.

¿Y con quién va a trabajar? Con funcionarios que ya están ahí, que ya fueron nombrados por otras personas. No su secretaria, ni el chofer, ni un asistente puede ser nombrado por él. Para las costumbres de un gobernador que todo controlaba está difícil. Funcionarios que tienen sistemas, formas y fondo, diferentes de trabajo. Y que no los cambiaran por su llegada. Incluso horarios, porque si suena el teléfono de emergencia con algún problema de un mexicano, lo despertarán de inmediato.

¿Dónde va a vivir?  En una casa, afortunadamente para él, ya alquilada, que ya existe. Esto es una ganancia inmensa. Pero que tampoco ha tenido presupuesto para cambiar enseres, nada se puede comprar en una embajada o consulado sin permiso expreso de la Secretaría de Hacienda; ni siquiera una licuadora o un par de sábanas. Con una tramitología que puede tardar seis meses en aprobarse. Residencia oficial que será 10 veces más pequeña que la casa de gobierno en Chetumal.

Y de coches ni hablemos. No se pueden cambiar, los viejitos que encuentre, lo descuadrados que estén, de cara a los Mercedes de otros embajadores.

A todo lo anterior deberá sumarse la infinita cantidad de correos institucionales que deberá leer y responder, de papeles a firmar, de asuntos de todo tipo que necesitarán su burocrática aprobación. 

Sin presupuesto quiere decir sin presupuesto, punto. Sin que haya un centavo que llegue a la Embajada sin estar etiquetado para pagar servicios y sueldos, punto final. Porque ya no le tocó decidir sobre la fiesta del 15 de septiembre. Eso se traduce a que si va a reunirse con empresarios o personas importantes para ese turismo que debe promover, lo tendrá que hacer con su propia tarjeta de crédito. No se le pagará ni un desayuno de trabajo.

Ser pobre franciscano en el frío de bajo cero de Canadá no es el paraíso.

  ¿Qué ganaron en la pasada elección? La Presidencial no

por NellyG 1 julio, 2022

No les alcanza, no son buenas cuentas las que entregaron los candidatos a gobernador que ganaron su elección, incluyendo Quintana Roo, donde los pronósticos daban un margen inmenso a la hoy gobernadora electa, Mara Lezama.

La abstención, que pudiese explicarse porque era “bola cantada”, porque no había espacio para ninguna sorpresa, como sucedió también en Oaxaca, entidades donde los gobernadores, de oposición a Morena resultaron ser los mejores aliados de la 4ª Transformación, fue aterradora.  Y el margen muy pequeño, apenas arriba de la mitad.

Suficiente para ganar, pero no para convertirse, en automático, en garantía electoral para el presidente. Y eso, frente a una oposición desorganizada, con discurso gastado, e incluso con acusaciones de complicidades criminales como sucedió con Laura Fernández.

Así que el presidente, que tanto estima y analiza el proceso de sucesión presidencial, como una continuación legítima de su proyecto de Nación, debe estar preocupado.

¿Qué sigue?  Tanto en Quintana Roo, como en otras entidades federativas, deberá dejarse a un lado, en buen español, incumplir los compromisos de campaña, porque de otra manera no se podrá trabajar para lo que sigue, que es la voluntad presidencial.  Es decir, tendrán que privilegiar las razones políticas electorales, sumar, sumar, sumar.  Lo que no puede hacerse con los compromisos de actores políticos, de personajes que todos abominan en el Estado.

Y, sobre todo, Mara Lezama deberá abstenerse de jugar a la sucesión presidencial, de manifestarse en favor de algún candidato. Además de amarrarle las manos a su ahora amiga, ancestral enemiga, Marybel Villegas, que en privado y en público ha sido aliada de Ricardo Monreal.

López Obrador los ha llamado “sus corcholatas”, y eso son.  Los quiere placear, promoverse abiertamente para poder medir, con exactitud, la respuesta del pueblo, pero también y, sobre todo, para descubrir sus posibles alianzas y/o enemistades con los gobernadores.

Y quien no entienda -al menos de entre los ganadores, Mara Lezama antes que los otros- que todo se lo deben al tabasqueño, a su voluntad, a su decisión, a su predilección que llevó al voto a su favor, no habrá de tener mucho futuro ni apoyo presidencial.

Si bien vivimos tiempos inéditos, formas de hacer política, de destapes anticipados, en esencia el sistema político mexicano no ha cambiado; al contrario, ha encontrado su esencia.  Y ésta ha sido, fue siempre, la lealtad.  Esa extrema lealtad que López Obrador pide y otorga.

La pregunta es si la gobernadora electa lo habrá entendido a perfección, si podrá anteponer el interés político presidencial a sus fobias y predilecciones, a sus compromisos, a todo y a tanto… eso es lo que sigue, y poco vivirá quien no lo vea…

 

La central avionera

por NellyG 1 abril, 2022

El general Gustavo Vallejo no construyó un aeropuerto, sino una ciudad. Museos, escuelas, instalaciones militares, caminos, y todo lo que conforma Santa Lucía.

Ahí, antes de la decisión presidencial, estaba una importante base aérea del Ejército. Con su zona habitacional.

Cuando le ordenaron construir el nuevo aeropuerto ni siquiera parpadeó, o se quedó estupefacto; esa misma tarde llamó a sus hombres, y comenzó por enterarse qué requerían dichas instalaciones. Es decir, por dónde comenzar. Lo más importante, el reto casi imposible, era el tiempo. Porque López Obrador les dio fecha de inicio y de entrega.

Ningún aeropuerto, nunca, en el mundo, se ha construido en tan poco tiempo. Ya eso, en sí mismo, el tiempo, es una hazaña. El general Vallejo se construyó una oficina entre nubes de polvo que no permitían ver a dos metros. Y ahí vivió, durmió a ratos, comió a ratos, y se fue llenando de arrugas, de canas, de impaciencia interminable, y de pequeños combates ganados cada hora a la realidad que, además de tanto, le regaló una pandemia, con víctimas entre trabajadores y jefes militares.

Vallejo nunca se detuvo, nunca pidió tregua. Aguantó todo, hasta las miles y miles de auditorías que le quitaban tiempo, las visitas de periodistas y legisladores, las presiones tremendas de sus superiores, los presupuestos que debían bajarse hasta lo imposible.

No descansó. Sin metáfora alguna.

Nuevo museo de la aviación, nuevas instalaciones para la Fuerza Aérea, nuevas escuelas, nuevos departamentos, todo nuevo a tiempo.

El día anterior de la inauguración rindió parte a una estatua. Momento de extrema fuerza para los militares, difícil de entender para los civiles, porque el general Vallejo se dirigió al general Felipe Ángeles, no exclusivamente de forma simbólica, sino a sí mismo. A su uniforme, a su compromiso con México, a su convicción profunda de servicio.

Vinieron los discursos. El suyo puede resumirse en una expresión: “Misión cumplida”.

Para el general Vallejo llegó, también, el boleto al Sureste para, de inmediato ir a supervisar la construcción del aeropuerto de Tulum y el multicitado Tren Maya.  Orden superior que, tampoco, provocó mínima reacción, hace muchos meses que únicamente regresaba el domingo a casa, para ir a misa, para ver a su esposa y sus hijas por un rato, para encerrarse a revisar papeles. Poco, nada cambiará en su rutina.

A esta hazaña, a esta construcción excepcional en presupuesto y forma, muchos llaman “central avionera” … muchos demuestran su clasismo, su desprecio por el pueblo, su odio contra los desprotegidos que afean su mundo, llamando al nuevo aeropuerto Felipe Ángeles “central avionera” … en esas andamos… 

Faltan los impuestos

por NellyG 1 marzo, 2022

POR ISABEL ARVIDE

Entre tantos insultos, descalificaciones públicas que en otro país acarrearían la cárcel, se les olvida que Andrés Manuel López Obrador es un político muy sagaz, muy inteligente, que siempre se guarda el siguiente movimiento. Ponerse a las patadas con él, independientemente del poder presidencial, es una ecuación equivocada.  Doblemente errónea si tienes dinero, propiedades que no corresponden a tu profesión, a la lógica elemental de tus ingresos.

Carlos Loret de Mola es un ciudadano, lo que le reduce las obligaciones de transparentar sus ingresos y sus propiedades. Sin embargo, como el resto de los ciudadanos mexicanos, tiene la obligación de declarar estos ingresos, si es que son lícitos, y pagar impuestos sobre el monto que reciba. Esto, a través de facturas que deben o no, según el concepto, llevar IVA.

Imposible a estas alturas del control del SAT, imaginar que un sueldo, un pago de honorarios como periodista puede salir de una empresa legalmente constituida sin una factura, recibo, de por medio.  Lo que, obligadamente, implica una declaración a Hacienda.

Hasta los gánsteres norteamericanos han sido detenidos por los impuestos que omitieron.

Y esa es, tiene que ser, la carta que se guarda López Obrador.

El reportaje sobre la casa de su hijo en Houston es una patada en “santa sea la parte” por parte del periodista que se ha asumido como enemigo político del primer mandatario. Mal estructurado y peor sustentado, no consiguió sino golpear por golpear, innecesariamente, vilmente.

Sin sentido periodístico, en toda la extensión de la palabra. Porque José Ramón no es funcionario público.  Punto.  No lo es por decisión propia, como también lo fue vivir fuera del país. Sería ridículo que a cambio de “contratos” le hubiesen “prestado una casa”, es decir, le hubiesen permitido vivir en ésta sin pagar renta; es como de niños.

Sobre todo, porque hablamos de muchos millones de dólares. La corrupción no tiene, no podría tener nunca, esos precios.

Loret tiene propiedades que miles de periodistas, la inmensa mayoría de periodistas mexicanos no imaginamos siquiera poder comprar. En México y en el extranjero. Explicar su procedencia es tema menor, no es lo que le interesa al presidente agraviado; los impuestos, los que ha pagado, los que no pagó, los que debió pagar… ahí está lo importante.

El departamento de Miami, ¿de dónde salió?… esa es la verdadera pregunta. ¿Cómo se pagó?  ¿En qué momento salió dinero de México a Estados Unidos? Y todo lo que hay implícito en esto.

Loret no ha hecho ninguna aclaración fidedigna sobre los famosos 35 millones de pesos que habría ganado; no sabemos si también facturado, o si únicamente facturado, en 2021. La forma de hacerlo es la que tendríamos cualquier periodista del montón, columnista o editorialista, incluso dueño de revista, transparentar nuestros ingresos. Si son legítimos no importa cuánto sea, sobre todo porque no hay forma de llegar a las cantidades que se le señalan al socio, amigo y/o empleado de Roberto Madrazo.

¿Cuánto debe ganar un periodista? Todo lo que sea legítimo, legal, lo que pueda demostrar que no corrompe su oficio periodístico. Esa es la teoría, y también la tesis, el mensaje que comunica excelentemente el presidente. Lo demás, todo lo demás… ya sabemos qué es. Y, sobre todo, ya López Obrador sabe de dónde proviene.

Para golpear a un poderoso hay que estar dispuesto a recibir golpes, a medir antes hasta dónde puedes recibir estos golpes, y vaya que Loret de Mola, como tantos otros, se han equivocado en juzgar a López Obrador… que de cabrón a cabrón, le sobran muchas mañas… 

La cuidaron un tantito… a ciertas horas

por NellyG 1 febrero, 2022

Responsabilidad del gobierno de Baja California en el asesinato de la periodista Lourdes Maldonado

POR ISABEL ARVIDE

La muerte de Lourdes Maldonado, tercer periodista asesinado en este año, pudo haberse evitado.

La responsabilidad de su vulnerabilidad, pese a los ataques que había sufrido, es de las autoridades de Baja California, de su gobernadora, de su secretario de Seguridad Pública, del jefe de la policía. De todos aquellos que asumieron, inmoralmente, que la protección es a ratos, en ciertos horarios, de forma intermitente, a capricho pues.

Porque después de su intervención, hoy muy repetida en medios de comunicación, en una conferencia presidencial “mañanera”, la periodista tuvo “la protección” de las instituciones mexicanas. Es decir, se le pidió amablemente al gobierno de Baja California, concretamente a la Policía Municipal de Tijuana, que se le proporcionara salvaguarda.

Con lo que los sicarios que la mataron tuvieron el camino abierto, porque los policías comisionados a su protección únicamente estaban presentes a ciertas horas y ciertos días. Lo que es inadmisible.

¿Qué hay detrás de esto? Además, obvio, de la omisión inmensa de las autoridades.

Muchos periodistas desconfían de la vigilancia policíaca que les es proporcionada. Lo sienten como una limitación y, para los resultados fatídicos que tenemos hoy, se “los quitan de encima”. Sin comprender que la eficiencia de la protección radica, precisamente, en la pérdida de su intimidad, en tener vigilancia todo el tiempo.

Y, por tanto, las autoridades de seguridad pública responsables de salvaguardar la integridad física de una persona están obligadas, así tiene que ser, así debe ser, a hacerlo las 24 horas del día. De otra manera se cae en un juego estúpido que aprovechan los enemigos de la persona que debe ser protegida. No es a ratos, no hay forma de que esto suceda.

Me sorprende sobremanera que una periodista que públicamente afirma temer por su vida no tenga conciencia del peligro que enfrenta, no mida bien sus opciones, y vaya que la mejor, la menos mala era la vigilancia policíaca.

Incluso contra su voluntad, la autoridad estatal debió protegerla.

Hay muchas realidades con las que no debe jugarse. En la Secretaría de Gobernación, donde reside el mecanismo de protección a periodistas, debieron supervisar esta vigilancia. Y si la autoridad, policía, local es omisa o no sabe realizar su trabajo, corresponde a la autoridad federal cumplir con la obligación del Estado de salvaguardar la vida de un periodista amenazado.

Lamentablemente no será la última víctima de la violencia, aunque todavía es tiempo de verdaderamente proteger a quienes deben ser protegidos.

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