El abrazo presidencial

por NellyG

Tenemos un presidente de México que llega a Quintana Roo casi cada semana, y, sobre todo, tenemos el abrazo permanente a nuestra gobernadora que demuestra un gran afecto, un apoyo igual de significativo.  Y no hemos entendido cómo se va a traducir esta realidad en la vida de quienes habitan en el estado, de qué forma esta especial circunstancia, de cercanía, de atención, va a traernos la calidad de vida a la que legítimamente aspiramos.

¿Significa esto que Mara Lezama va a emular la cercanía que el primer mandatario tiene con la gente? O ¿por qué no aspirar a esto?, que la gobernadora va a informar, a permitir que los periodistas la cuestionen cotidianamente, como hace López Obrador.

Mejor todavía, estos abrazos que ella misma se encarga de comunicar a través de sus cuentas en redes sociales, van a ayudar a que haya menos asesinatos, a que la policía cumpla con su trabajo, a que la violencia sea cosa del pasado, a la eficiencia en la Secretaría de Seguridad Pública, en la Fiscalía, en todos los ámbitos de seguridad. ¿Cómo encontrar los caminos presidenciales contra la violencia, contra la impunidad?

Uno se pregunta si es cuestión de falta de presupuesto, porque entonces bastaría con informar de las carencias al presidente, de las imposibilidades reales que existen en el estado para alcanzar seguridad. Haber cambiado de titular de la Secretaría de Seguridad en días de gobernar no ha servido para un cambio; lo que tenemos es un exceso de droga, de cobro de piso, de cadáveres regados por todas las colonias populares.

Y de demagogia, como la de Pepe de la Peña, después del desastre de Majahual, donde ahora buscarán chivos expiatorios entre quienes obedecieron órdenes superiores.

Especial atención, cálida atención diría cualquiera, del primer mandatario a Mara Lezama, que nos lleva a un discurso pleno de lugares comunes de la Cuarta Transformación ahora en voz de entallados vestidos y pestañas inmensas, pero que no dejan de ser discursos de cara a una sociedad muy agraviada por lo que hemos vivido en años recientes.

¿Podrá Mara? ¿Querrá Mara?  Porque lo más difícil, lo imposible para la mayoría de los gobernadores de México ya lo tiene: Presencia y atención cotidianas.

Desperdiciar este regalo de la vida sería un pecado grande de omisión, pero sobre todo sería un precio muy alto para todos los quintanarroenses que votaron por Mara Lezama, precisamente, por el apoyo presidencial que tiene.

¿Qué necesita Quintana Roo en Seguridad que no pueda llegar a través de las órdenes presidenciales?  Porque López Obrador ha demostrado el conocimiento y la decisión a favor del estado, de una entidad federativa que recibe, él mismo lo dijo hace días, 27 millones de turistas al año, que contribuye con casi la mitad de los ingresos que recibe el país por este concepto.

¿Nos quedaremos con la fotografía, con el recuerdo del abrazo que no cambia nada?