Todos pensábamos que al llegar el año 2021 el tema del nuevo coronavirus podría llegar a su fin, incluyendo el tema de la vacunación; sin embargo, nos ha mostrado lo contrario este año. Aunque apenas está comenzando, los mensajes están siendo duros; tendremos que estar todavía con más incertidumbre durante todo este tiempo, mientras se regula la vacunación mundial.
La economía en el país se sigue rigiendo por el Semáforo Epidemiológico; en algunos estados está en verde, en otros juega el amarillo y el naranja en nosotros; hasta el rojo se ha tenido que llegar en algunas entidades, tristemente.
El sector económico es vital, tan vital como la salud, bien decían coloquialmente que sin salud no hay nada y es cierto, pero el dinero cómo ayuda, sin duda.
Las autoridades tienen bien claro, estatal y municipalmente, el efecto económico que resulta tener cada color; refiere a los candados y aplicaciones de protocolos para las empresas. A nadie le conviene tener al sector empresarial cerrado; si los negocios cierran o se van a la quiebra no podrán pagar sus obligaciones en impuestos, derechos y responsabilidades. Además, se genera desempleo y por consiguiente, en efecto paraguas, problemas sociales.
Los ciudadanos debemos entender que para que los semáforos se mantengan en colores optimistas debemos comportarnos, cumpliendo las reglas de la nueva normalidad y protocolos de salubridad en nuestra vida diaria.
El turismo y Quintana Roo como ejemplo: Desde hace unos días, varios países ya exigen nuevos requisitos para el retorno a sus destinos de origen, aislamiento y pruebas negativas del virus SARS-Cov-2, situación que pone en jaque a nuestra economía, pues ya habíamos alcanzado casi el 50% de ocupación hotelera promedio.
La resiliencia del empresario turístico fue inmediata y dijeron que darían la opción de tener laboratorios en hoteles o servicio a domicilio para pruebas a sus huéspedes. Al igual que el gobierno coordinado con el Aeropuerto Internacional de Cancún, colocaron módulos para pruebas, con resultados en minutos. Así como hospedaje, muy a modo para quienes tengan que hacer cuarentena por arrojar positivo.
La realidad es que se sigue yendo día a día con la evolución de la pandemia, máximos y mínimos en la gráfica de contagios; estrategias monetarias por el mundo empresarial, prevenciones para la comunidad, pronósticos y presupuestos oficiales que no son certeros, y más… mientras nuestro gobierno federal nos sigue polarizando.
Crisis. Nos aferramos a no tenerla, pero después de los contagios ¿qué haremos? La desesperación en casas, empresas con salvavidas, gobiernos que socialmente no están bien cohesionados. Sólo hay una situación muy clara: la salud es primero y con la responsabilidad, el sector económico saldremos adelante. Al gobierno el tiempo lo juzgará…