Somos un destino moderno y hay que ver hacia el futuro, por ello, este mes hablaré de un tema fascinante: la inteligencia artificial (IA) y su incorporación al sector de viajes y turismo. La IA ha demostrado su capacidad para impulsar la eficiencia, mejorar la experiencia del viajero y abrir nuevas oportunidades de negocio. Aplicada al turismo, hace referencia a utilizar algoritmos y tecnologías avanzadas para automatizar y optimizar procesos en la industria. Permite a las empresas turísticas analizar grandes volúmenes de datos, tomar decisiones inteligentes y personalizar las experiencias de los viajeros, con el objetivo de mejorar la eficiencia y la satisfacción del cliente.
Empresas como Expedia Group están a la vanguardia por ser la primera OTA en introducir IA a sus aplicaciones.
La IA ofrece beneficios significativos tanto para las empresas como para los viajeros. Por un lado, permite la personalización de las ofertas, adaptándolas a los intereses y preferencias de cada viajero. Los algoritmos analizan datos demográficos, preferencias de viaje, historiales de reservas anteriores y otra información relevante para brindar recomendaciones personalizadas y crear experiencias únicas e individualizadas para cada cliente.
La IA también ayuda a las empresas del sector a gestionar y optimizar las ofertas disponibles de manera más eficiente. Al analizar los datos en tiempo real, se puede predecir la demanda, ajustar los precios y maximizar la ocupación de alojamientos y servicios turísticos. Esto permite a las empresas optimizar sus recursos y maximizar sus ganancias.
Mediante el análisis de grandes volúmenes de datos, se puede identificar patrones y tendencias en el comportamiento de los viajeros. Esto ayuda a las empresas a tomar decisiones más informadas. Por ejemplo, ajustar las estrategias de marketing, desarrollar campañas más efectivas o mejorar la oferta de productos y servicios de acuerdo con las preferencias y necesidades de cada cliente.
En el turismo también se utiliza para mejorar la atención al cliente. Por ejemplo, los llamados chatbots pueden proporcionar respuestas instantáneas y asistencia las 24 horas durante todos los días del año. Esto mejora la experiencia del cliente al brindar respuestas rápidas y precisas a sus consultas y preocupaciones sin límites de horarios ni de calendarios.
Además, permite detectar patrones y comportamientos sospechosos en las transacciones y reservas turísticas. Esto ayuda a prevenir fraudes y a garantizar la seguridad de los usuarios. Los algoritmos analizan grandes volúmenes de datos en busca de anomalías y señales de actividad fraudulenta, lo que permite a las empresas tomar medidas preventivas y actuar al momento.
México impulsa desde la Cámara de Diputados un primer proyecto para una nueva ley para establecer un marco legal alrededor del uso y desarrollo de la IA. En meses pasados, el diputado panista Ignacio Loyola dio a conocer la creación de la iniciativa que llevaría por nombre Ley para la Regulación Ética de la Inteligencia Artificial y la Robótica. Una buena noticia para un sector que sigue dando tanto a la economía de nuestro país.