14 Hands Cabernet Sauvignon
14 Hands Cabernet Sauvignon
THE FEDERALIST
Óscar Cadena
“Me gustó muchísimo, tanto en aroma como en sabor. Sí lo compraría”.
Mauro Amati
“Joven, ligerito, rico, afrutadito, poco alcohol, a menos de 250 pesos está muy bien. Un vino de Nuevo Mundo. Si es un precio módico es un vinito que vale la pena probar”.
Karla Enciso
“Este vino me encantó, lo sentí muy afrutado, frutos rojos, mucha mora. Lo maridaba con un buen espagueti ragú o con una lasaña vegetariana, pero con mucho saborcito en la salsa. Lo regalaría a una amiga. Se me hace un vino como para señoras”.
Federico López
“Tiene notas rubí, cereza, transparente, translúcido, un vino muy joven. Ligero, tiene poca intensidad, pocos taninos, mucha frambuesa, mucha grosella, tiene muy buena acidez, y creo que va muy bien con carnes a la parrilla”.
Maricarmen Esteban
“Está muy rico, me supo mucho a ciruelas maduras y está ligero. Me gustó. Yo creo que puede tomarse solo, tranquilamente”.
Óscar Cabrera
“Le sentí igual bastante fruta, zarzamora en boca, pero también en nariz lo sentí algo especiado (pimienta, notas a mentol). Concuerdo con Mauro, si tiene un precio módico vale la pena. Para maridaje, carnes ligeras, pastas, quesos ligeros”.
Gustavo Márquez
“Muy sabroso vino, creo que muy elegante. De lo primero que me acordé fue de las paletas de grosella, tienen mucha grosella. Una buena maridada sería con una pizza, con un queso parmesano, algo muy sencillito. Definitivamente sí lo compraba”.
Jackie Jiménez
“Este vino no es mi estilo, me empalaga de tanta frutalidad y tanta falta de taninos. Tomo tres sorbos y ya me cansó el paladar. Es un vino joven, sin crianza, sin barrica, de Nuevo Mundo”.
Fernando Martí.
“Es un vino divertido, para echar un par de traguitos”.
QUINTA MONASTERIO 2013
Óscar Cadena
“No lo puedo oler mucho porque me destroza las fosas nasales. Tendría que hacer un esfuerzo. No lo compraría”.
Mauro Amati
“No lo voy a probar. En nariz no es nada bueno. Puede ser que no esté echado a perder, pero seguramente hay una sobremaduración de las uvas, es algo negativo, y por ello simplemente me rehúso”.
Karla Enciso
“Sí le vi más color. Lo sentí más viejo. En nariz me dio mucho jerez, y coincido con Mauro que parecía que fuera un vino pasado, pero me dio mucho chocolate, mucho café. Le sentí más sabor en boca. No le encontré con qué maridarlo”.
Federico López
“Noto un vino un poco turbio, tiene notas maduras, un poco de tabaco, chocolate, fresa muy muy madura, algo alcohólico. Creo que está en su época finita, pero puede ser interesante con un queso azul o con un quesito apestosón”.
Maricarmen Esteban
“Me parece también con un aroma como a teja, a humedad, más intenso, también como a chocolate, a café, pero al momento de probarlo no me dice mucho, no me queda ningún sabor”.
Óscar Cabrera
“En nariz siento una fruta madura, muy compotada la ciruela, pareciera que el vino ya está pacificado porque tiene un tanino muy apagado. Me llegan sabores y aromas como de tamarindo o jamaica. No me gustó”.
Gustavo Márquez
“Está complejo, a lo mejor es porque está malo o a lo mejor porque está bueno, pero está interesante. Como que algo no está vivo, no se siente vivo, pero tampoco está mal. Le encontré un poquito de cuero en nariz y mucha fruta. No sé, a lo mejor no soy tan exigente como mis colegas.
Jackie Jiménez
“Coincido en que tiene notas de sobremaduración, pero de las uvas. No sé si eso sea un defecto o puede llegar a ser un estilo. En evolución nos está dando taninos ya muy suaves en boca, poca acidez, notas que describen su maduración con respecto a mermeladas, también está la parte de chocolate, de cacao, que te pueden pedir algunos platillos que tengan un eco en ese estilo de ingredientes, por ejemplo, como algún mole poblano”.
Fernando Martí
“A mí me pareció que me lo podría tomar lentamente, quizás necesite un poco más de oxigenación, puede evolucionar, pero no me pareció mal. Me gustó”.
SIRIUS
Óscar Cadena
“Me uno a Mauro, no lo pruebo, pero ya lo probé y no me gustó”.
Mauro Amati
“Este vino sí me gustó, está elegante en nariz, pero me saca que está suavesón; tiene muchos aromas al mismo tiempo muy distintos uno del otro. Aquí siento frutos rojos, moras, un poco de cuero. Creo que vale la pena. Es un vino medio carnoso, que es cuando casi casi lo comes, no está tan denso pero rico en boca, te llena. También la parte alcohólica se siente solamente cuando ya baja del estómago, quiere decir que está bien integrado el alcohol. Es un vino que me gusta, rico. Se me antoja con unos quesitos, no tan fuertes, pero con pan, queso, embutido y carnitas frías, fantástico”.
Karla Enciso
”En nariz me dio chocolate, tabaco, pimiento muy fuerte y después mucha vainilla. Me llamó la atención cómo los aromas iban avanzando en la nariz; sin embargo, en boca no me gustó, me dio mucha acidez, incluso hasta me costó trabajo pensar con qué lo maridaría”.
Federico López
“La verdad no tiene nada que ver la nariz con lo que hay en nariz y en boca. Yo lo veo como un vino que tiene potencia, tiene permanencia en boca, se queda esa estructura de la que tanto habló Mauro. Los taninos están interesantes, están balanceados; puede aguantar creo que a nivel comida estructuras muy interesantes como la cocina hindú”.
Maricarmen Esteban
“Al principio igual, como que los aromas estaban escondidos, como que oxigenó y fueron apareciendo más. Le percibí como lácteos, también frutos rojos. Pero a mí la verdad, al paladar, me parece mucho mejor el aroma por mucho que el sabor; me supo mucho a sal. No me gustó mucho”.
Óscar Cabrera
“Este vino en nariz lo siento bastante frutal, una mermelada, poco agradable, no tanto para mi gusto, bastante dulce, pero en cambio en su sabor está muy diferente, me gustó más, se siente un vino con más estructura, tanino más permanente. Aquí ya se me antojan comidas más complejas. Es un vino que definitivamente sí compraría y que recomiendo”.
Gustavo Márquez
“Así como este vino yo creo que va la noche. Empezó medio tenso, medio agarrado, medio nervioso, y con el tiempo… Sí le encontré luego luego los minerales en el sabor, pero conforme ha ido abriendo le he encontrado potencia. Está muy sabroso. De principio me sacó de onda un poquito pero sí lo compraría, y creo que con un molito, un adobo o una carne con mucha grasa bien sazonada, muy sabroso, algo a la parrilla, quemadito”.
Fernando Martí
“Ya que es un vino que parece mexicano, yo lo maridaría con un rillett de cerdo comprado en la colonia Del Valle de la Ciudad de México”.
Jackie Jiménez
“Este tercer vino definitivamente es tá estructurado, está balanceado; yo creo que tiene una acidez presente, unos taninos, un grado alcohólico, pero todo muy sutil, balanceado. Ha sido muy interesante la cata de hoy porque hemos tenido vinos muy diferentes. Este vino me ha parecido que sí tiene una mayor presencia, se siente un poco más cierta barrica en boca y me parece interesante”.
PROSECCO TREVISO DOC
Óscar Cadena
“Me encantó. Déjame decirte que no soy muy afecto al champagne, pero los he degustado y los he saboreado y el número uno me gustó muchísimo en boca, nariz, paladar.
Federico López
“El primer champagne tiene tonalidades verdes. Me llamó la atención que perdió la burbuja muy rápido. Me gustó, balanceado, manzana verde, un poquito de espárrago; tiene esas tonalidades a quelites u hojas verdes, podría ser un poquito pastito verde pero mojado, muy presente. Lo que me llamó también es que la acidez está baja y no agrede al estómago. Está muy rico. Yo creo que le van los pinchos, un carpaccito o algo mucho más con notas ácidas”.
Jackie Jiménez
“Esta primera burbuja tiene un tono amarillo muy pálido, muy paja, destellos verdosos y en nariz esos aromas cítricos, flores blancas, todo muy suave. En boca me confirma estos cítricos, ese limón verde, definitivamente deja dulzor en boca; está atractivo, no es complejo, y con ese dulzor que me deja me trajo a la memoria ese delicioso pay de queso con limón del Outback, sería un acompañamiento espectacular”.
Maricarmen Esteban
“Es un espumoso de color amarillo claro, la burbuja fue poco persistente, pero en boca sí se siente, es agradable. A mí se me antoja con un postre de queso con frutos rojos. Está muy rico”.
Gustavo Márquez
“Me gustó mucho. Sí le encontré una nariz cortita pero con frutas, como manzana verde, un poquito de miel también. Tiene un muy buen balance entre lo ácido, lo seco y lo dulce. Muy frío se me antojó como para unas tostadas de salmón con un poquito de salsa. Está muy sabroso”.
Óscar Cabrera
“Me pareció un espumoso muy fresco, con muchas notas de frutas, cítricos, muchos olores de manzana verde pero también un poco de pera. Un espumoso ligero fácil de tomar. Para mí sería como para entradas, para carpaccios, sushi”.
Fernando Martí
“Yo no lo maridaba, me lo tomaba así solito como si fuera un prosecco para abrir el apetito… y simplemente me lo seguiría tomando hasta salivar, como dice Federico”.
PROSECCO SUPERIORES MILLESIMATO
Óscar Cadena
“Pocas burbujas. No me gustó. Está amargo. Quiero saber cómo se llama para no comprarlo y no beberlo nunca”.
Federico López
“Me gusta el color, más transparente, menos verde, menos amarillo, muchos brillos. Las pequeñas burbujas que tiene provocan un pequeño cosquilleo en la lengua. Tiene notas tostadas… Me gustan sus tonos amargos. Le iría algo con grasa, como unas mollejas de ternera o hasta unos sopecitos de ryb eye”.
Jackie Jiménez
“En este segundo espumoso encontramos una mejor presencia en boca, una cierta mineralidad. En nariz está un tanto tímido, entonces me dirijo hacia los aromas percibidos en boca: manzana verde, cítricos (limón amarillo), y se confirma esta mineralidad. Yo creo que este es un espumoso más complejo que el anterior, se siente más seco en boca, y esto me acerca a platillos un poco más complejos, como uno a base de cachete de res, por ejemplo”.
Maricarmen Esteban
“Me parece que tiene mucha burbuja continua, tanto en paladar como a la vista. Para mí tiene un sabor corto y el aroma también me parece corto, aunque es agradable. Se me antoja con frutas secas saladas: almendras, pistaches, nueces…”.
Gustavo Márquez
“Le sentí muy poquita nariz. Me gustó el sabor, lo encuentro más refinado, más delicado que el primero… Encontré un sabor afrutado pero seco; balanceado… En cuanto al maridaje, pienso que los espumosos tienen que ser casi casi solitos, sin mucha comida, algo para picar, porque son difíciles de armonizar. Sí lo compraba”.
Óscar Cabrera
“Este segundo vino me gustó más que el primero, me gustó su burbuja, su efervescencia. Nariz algo tímida, pero limpia muy bien el paladar. Le fue bien el jamón ibérico de Hego Gastro-Bar con el que lo maridamos, también le iría un pescado graso, como un salmón, o algún corte de cordero o puerco”.
Fernando Martí
A mí me gustó y se me antojó con un queso suave, como un Borsan de ajo o un Borsan de pimienta”…
TATTINGER CHAMPAGNE PRELUDGRANDS CRUS
Óscar Cadena
“Me quedo con el primero”.
Federico López
“Notas verdosas, ligeramente cristalinas, pero no veo burbuja. Me gusta mucho en boca, notas tostadas, acidez balanceada, con muy buen retrogusto. Lo maridaría con marisco o con este risotto con frutos del mar de Hego Gastro-Bar o con tuétano. Este tercero está tomable, pero se quedó cortón”.
Jackie Jiménez
“Pude observar el burbujeo, el rosario intenso, muy fino. En aroma, flores, cítricos (cáscara de limón). En boca encuentro nance, manzana verde horneada; tiene muy buena acidez. Creo que de los tres este es el más complejo, definitivamente. Con este risotto de mejillones creo que está excelente”.
Maricarmen Esteban
“Le noté nariz muy profunda, se sentía mucho alcohol, manzana verde, muchísimas burbujas al paladar pero al final ya no tiene burbuja, se acabó. Me gustó y combinó muy bien con el risotto”.
Gustavo Márquez
“En boca me gustó porque está bastante balanceado, tiene unas notas frutales, un toquecito de madera. El color también me gustó un poquito más que los otros. Igual no creo que lo podría maridar con muchas cosas pero está sabroso”.
Óscar Cabrera
“Tiene mayor intensidad en colores, se ve que tiene añejamiento; tiene más cuerpo, es más complejo, de una mejor calidad de uva, de vides más antiguas. Siento fruta madura, tostados en nariz, igual una buena burbuja. Lo sugiero para cenas, para platillos más pesados”.
Fernando Martí
“Me llamó la atención lo del tostado en nariz; le sentí cierto amargorcito que me hizo antojar un chocolate sin azúcar, un chocolate amargo”.
Casa Madero 2V
Roberto Martín
“Me encantó. Por su sabor, su Chardonnay, muy amantequillado, muy fresco, una acidez súper equilibrada, un color muy clásico, pajizo. Me gustó mucho. Me falta saber el precio, lo pondría sobre unos 180 pesos, más o menos, pero excelente”.
Karla Enciso
“Lo sentí con poco alcohol en nariz, muy frutal, no es un vino que sienta tan seco. A pesar de que no me gustan los vinos blancos, la verdad es que este sí lo compraría, lo sentí muy ligerito. Me gustó”.
Federico López
“En este vino tenemos notas bastante florales, manzana, piña, krispy; rico y balanceado en acidez, con tonos paja, más hacia el verde manzana, muy brillante. Estable en su acidez y en retrogusto. Me gustó bastante. Creo que es un vinito muy amigable para un coctelito, un cevichito o unos quesos suaves”.
Óscar Cabrera
“Me parece un vino joven, muy agradable en nariz, con olores a lima, limón, cítricos. En boca una acidez muy agradable, muy fresco, para un clima como el de Cancún. Me encantaría para ceviches o solo, o con alguna ensalada, algo fresco, algo para equilibrar su misma acidez”.
Jackie Jiménez
“Este primer vino me da color amarillo claro con destellos verdosos. Un cuerpo aparente medio, y parece tener riqueza alcohólica por su caída de gotas en copa. En nariz detecto aromas herbales como lemon grass, mineralidad, también cítricos. En boca percibo una acidez media alta, muy buena permanencia. Me apetece con un pescado a la parrilla con un poco de mojo de ajo como el de nuestro restaurante anfitrión, Puerto Santo”.
Silver Buckle
Roberto Martín
“Este segundo vino, también blanco, lo siento con un paso pequeño por barrica, se siente un poco con más cuerpo, más cítrico. A este vino sí necesitaría ponerle algo de comida, no es el clásico para refrescarte. Pondríamos una pasta, una langosta o algo, pero todo con mucho condimento. Me gustó”.
Karla Enciso
“Lo sentí con un poquito de más acidez, más color a comparación del primero, menos frutal. Solito no me gustó, y con el bocado de tostada de ceviche de Puerto Santo sí me gustó, pasó rico en boca”.
Federico López
“Definitivamente tenemos un color amarillo más intenso, que me hace pensar que pasó por barrica; está muy ligero, muy agradable en boca. Tenemos una buena tonalidad de alcohol, lo cual lo hace un vino muy fácil de tomar, untuoso, tiene un poquito de cuerpos grasos; fruta, algo cítrico como toronja y notas amargas. Lo combinaría con una pasta, con algo que tenga queso, o con un pollito en alguna salsa de crema o con cualquier cosa salteada, cocinada o sofrita en mantequilla”.
Óscar Cabrera
“El segundo vino me pareció con un gran cuerpo. Concuerdo con que se ve que tiene algo de barrica. Le sentí un alcohol más alto. Buen cuerpo, con una muy buena acidez. En nariz le sentí olores a nance, a piña miel, notas más dulces, no tan cítricas. Me gustaría con algo cremoso, como pasta con alguna salsa de crema, a los cuatro quesos, algo lácteo”.
Jackie Jiménez
“Este vino tiene un color amarillo canario, y una de dos, es por una mayor evolución o un pequeño paso en barrica. En aroma unas flores blancas, frutas cítricas pero un poquito más exóticas, tipo maracuyá, piña madura. El pequeño paso en barrica se lo he notado pero hasta el paladar y después de un tiempo, cuando ya los aromas menos volátiles han salido. Pero está balanceado, no me enmascara esa frutalidad. Por esa ligera complejidad me gustaría ponerle platillos con presencia: pescado capeado; pescado a la tikinchic o unas verduras tempura capeadas”.
Casa Madero 3V
Roberto Martín
“Detecté un vino de cuerpo medio, con barrica muy ligera, con taninos medios, frutos rojos maduros, un final también medio. Iría muy bien acompañado con algún guiso, con algo no tan condimentado. Me gustó mucho”.
Karla Enciso
“Me dio mucho chocolate en nariz, tanto al principio como al final, por ahí mucho chile, como un guajillo, un chile rojo, pimienta. En boca me dio muchos sabores a madera. Me gustó. Definitivamente lo maridaría con un buen spaghetti bolognés, lasagna o algún guisadito”.
Federico López
“Tiene un color de intensidad media, bastante fruta madura, grosellas, fresas; no tiene mucho grado alcohólico, ni grado dulce, pero sí tiene un retrogusto de esa concentración de azúcar. Su alcohol es medio, no tiene taninos, lo cual lo hace un vino muy agradable en boca, tiene permanencia. Me gustó la idea de Karla de la bolognesa, una salsa de tomate guisada, caramelizada, tal vez con un glass, un estofadito, o hasta unas tapitas de queso, jamón, algún untable. No apto para quienes no les gustan los vinos dulces”.
Óscar Cabrera
“En color le vi unos colores cereza. Se ve que es un vino que tiene algo de evolución, entonces me imagino que pasó un poco por barrica. En sabor le sentí bastantes ahumados, madera, una sequedad baja; más que nada lo que tiene este vino es acidez, con un cuerpo medio bajo. En nariz le encontré varias especias, pimienta blanca, un poco de canela. Por lo ahumado me gustaría con costillas bbq pero al carbón”.
Jackie Jiménez
“Es un vino con tono ciruela, en cuyo ribete denota juventud, y parece ser generoso en alcohol. Tímido en nariz; me trae frutos rojos, notas ligeramente especiadas. En boca tiene buena acidez, taninos suaves, y muy bien integrada su generosidad en alcohol. Me parece un vino sencillo pero muy interesante, que ahí es por lo que lo compraría, cuando se puso al tú por tú con este delicioso queso envuelto en hoja santa con salsa picante. Es muy difícil armonizar un platillo que tenga picante con vino, y con esto lo logró”.
Santo Tomás 31.8
Roberto Martín
“Este cuarto vino me gustó muchísimo. Es un vino que le encuentro un rojo intenso, un cuerpo alto, muy largo en boca, y encuentro frutos secos, madera. Es un vino para comerse con algo muy condimentado. Podría ir muy bien con un filete a la pimienta, con un cordero. La verdad me encantó”.
Karla Enciso
“En nariz me sentí en un campo de puros olivos, fuertísimo, después me dio un poco de especias, pero cuando estaba fresco; un color muy bonito, mucha fuerza en boca; me dio un poco de chile. Lo maridaría con un buen mole oaxaqueño. Necesita un saborcito fuerte, nada de mariscos”.
Federico López
“Este cuarto vino es de intensidad alta, tiene un color bastante intenso pero de alguna manera también tiene mucha juventud. Noto especias: vainilla, regaliz, mucha pasa, sobre todo cuando está oxigenado desprende especias… y hasta de caramelización tardía por sus torrefactos tostados. De alguna manera tiene también estos torrefactos tostados. Definitivamente tiene que ir con un mole especiado o con un guisado que tenga muchos condimentos”.
Óscar Cabrera
“Tiene unos colores bastante agradables, colores púrpura. En nariz es potente. Me da fruta compotada, tabaco. Concuerdo con Federico que había olores a torrefactos de café. En boca es muy balanceado. Lo podría tomar solo o con platillos condimentados, ya que está bastante completo”.
Jackie Jiménez
“Tiene un color púrpura atractivo, un ribete de juventud. Parece ser generoso en alcohol; sin embargo, en boca lo tiene integrado, lo que es muy importante. Fruta en compota, mermelada, como ciruela roja, higo, arándano y, hermoso, después de un cierto tiempo evoluciona y me salen unos aromas de enebro. Taninos redondos, suaves. Me viene a la memoria una morcilla con arroz que comí en la Riviera del Duero. El mejor vino de los cuatro”.
Cuatro Soles
Óscar Cadena
“Me gustó cuando lo olí, me gustó el sabor, me gustó todo eso, pero me intrigó su color naranja. Sin embargo, sí me gustó. Se me apetecería con un pan con queso”.
Federico López
“Este primer vino tiene notas rosadas, con un pequeño ribete naranja, o bien tiene cierta mezcla entre uno joven y uno de cierta madurez, o ha evolucionado mucho; tiene intensidad media pero lo noto cansado. En boca es muy agradable aunque no da resistencia en retrogusto. Tiene ciertas notas a cuero, de diversidad de fruta madura, y lo más interesante es que su sabor no es dulce. Yo lo recomiendo con aves rostizadas o con quesos suaves”.
Mauro Amati
“El color de este vino se ve que está evolucionado, le denota su ribete tabique. Llama la atención porque aunque esté evolucionado desprende un olor muy bueno, muy elegante. En nariz hay muchos tipos de aromas: frutas, madera, pimienta. Es un vino que da gusto tomarlo, pero hay que tomarlo ya porque puede ser que en unos seis meses o un año ya no sirva. En boca los taninos casi desaparecen, es un vino evolucionado pero está bastante equilibrado entre acidez y todo lo que te pueda dar. Lo maridaría con una ensalada con queso de cabra, con un pollito, una pastita o un carpaccio de carne”.
Karla Enciso
“Yo lo veo como un vino fácil, neutro. Lo maridaría con algo que lleve romero o tomillo, porque le encontré por ahí un saborcito de ambos cuando le di el traguito, o con un filete que lleve hierbas finas, por ejemplo”.
Óscar Cabrera
“En color no me gustó mucho porque a lo mejor me podría aparentar que ya está viejo el vino, pero en nariz me impresionó mucho, tenía mucho olor a pimienta roja, eucaliptos, pimiento morrón. En boca me agradó, es un vino fresco, fácil de tomar. Para maridarlo podrían ser entradas frías como carpaccios o solo con una buena plática”.
Jackie Jiménez
“Este es un vino que de entrada me da un color granate y parece estar mostrando evolución y también una riqueza alcohólica aparente. En nariz me entrega mucha fruta confitada (cerezas, arándanos, alguna especia, no sé si mentol o eucalipto). En boca los taninos obviamente ya muy suaves con una preocupación de yéndose un poquito hacia la parte plana, tiene riqueza alcohólica y acidez. Para armonizar con una ternera con yerbas de olor, o con una ensalada capresse. O un caroaccuo de carne con balsámico como puente”.
Casa Magoni
Óscar Cadena
“No me disgusta pero me gustó más el primero, tanto en nariz como en boca. Lo sentí medio amargón. Creo que me deja indiferente”.
Federico López
“Este segundo vino tiene una juventud compleja, presenta fruta madura, sumamente evolucionadas; tiene una intensidad de capa media, lo cual todavía tiene cierta longevidad. Lo que más me gustó es que está muy camaleónico en la parte de sabores. Una intensidad de taninos muy muy balanceada. Definitivamente yo no lo recomendaría con una carne al grill o con mucho sabor o picante, más bien con un estofado o un asado para que el vino haga su función”.
Óscar Cabrera
“Me gustó mucho su color, sus colores cereza. En nariz me da muchos olores frutales, un poco de caramelo. En boca me gustó mucho, una tanicidad agradable, sutil, con buen cuerpo. Es un vino elegante para mi gusto. Lo maridaría con puerco, pollo, pulpo o carnes no magras”.
Mauro Amati
“Es un vino que puede ser del Nuevo Mundo porque es bastante intenso en todo; un vino que si fuera un hombre tendría unos 40 añitos, rico, muy bien hecho. Su parte aromática es muy intensa, es un vino que tiene un poco de cuerpo, barricado un poquito más de lo normal, se siente bastante, con muchos aromas frutales. En boca también es intenso pero equilibrado, con taninos muy redondos. No me quiero atrever a decir nada, pero pudiera ser un Merlot… Es muy bueno. Lo maridaría con un filete, sin marmoleo”.
Karla Enciso
“El color me gustó. En nariz me dio frutos rojos muy intensos, cereza, mirra, blueberry. En boca lo sentí fuerte; sin embargo, me gustó cómo se queda en retrogusto por largo tiempo. Lo probé solo y no me fascinó; sin embargo, cuando lo probé con el delicioso carpaccio de res con alioli de trufa y arúgula de Cenacolo quedó extraordinario, aunque le quitaría esta última”.
Jackie Jiménez
“Este es un vino que muestra un tono ciruela, cereza muy interesante. Tiene una combinación entre cierta juventud y cierta evolución. Yo le bajaría la edad, hacia los 30. En nariz con carácter frutal (higos, frambuesa en mermelada, mentol, eucalipto, especiado). En boca me da buena acidez, taninos redondos, sabores de café, de humo; me pide comida. Yo creo que este es un vino mexicano. Me gustaría armonizarlo con platillos generosos en sabor: pasta Raviatta de Cenacolo por lo picante; una barbacoa con su salsa borracha o un mole”.
Península
Óscar Cadena
“Vamos de mal en peor. En nariz me gustó muy poco, en sabor en boca también muy poco y me sigo quedando con el primero. No me gustó, y me cae que no lo compro ni en rebaja”.
Federico López
“Este tercer vino tiene un color cereza brillante, muy limpio a la vista, que da notas de mucha juventud. En boca tenemos pocos taninos, poca fruta y se nos muere muy rápido el vino, se nos queda corto. Recomendable para personas que no les gustan las sensaciones muy dulces ni muy frutales, no alcohólicas. Lo maridaría con quesos (camembert, bree o manchego). No entra en mi clasificación de vinos domingueros porque no creo acabarme la botella”.
Karla Enciso
“En nariz no le logré agarrar ningún aroma, no logro descifrar. Yo lo siento con más alcohol en boca, sin mucho retrogusto. Hice un trabajito con los diferentes ingredientes de mi plato, pedí un delicioso espagueti guitarra negro a la marinera, y maridó muy rico con el camarón, con el espagueti; sin embargo, lo maridé con la panza de Mauro y no fue nada agradable en boca, lo mató la grasita por completo. No lo compraría”.
Óscar Cabrera
“Es un vino joven. En olor lo único que logré encontrar fue frambuesa, lo siento muy cerrado en nariz, y en boca muy alcohólico, ligero, una acidez media, cero tanicidad. Para maridaje me gustaría con tabla de carnes frías o queso semicurado”.
Jackie Jiménez
“Es un vino que tiene un tono púrpura con un ribete ligeramente azulado mostrándome algo de juventud. En los aromas cuesta trabajo, está bastante cerrado; después de un rato percibo algo de granada, arándano, ciertas especias, como pimienta blanca; tiene una generosidad en alcohol y en boca está completamente ligero, suave, un vino sencillo, una alternativa buena para copeo”.
Mauro Amati
“Me gusta su color, le podemos dar un siete. En la parte aromática poquito alcohólico pero un poco herbáceo, pero también un poco de hojas, frutos rojos muy maduros. Está rico. Aromáticamente me gusta. Mucho más potente en boca, igual otro vino equilibrado, con un poco de amargor al final; taninos muy redondos, muy bajos. La parte alcohólica está muy bien integrada, porque se siente en la nariz pero en la boca no tanto. Es un vino bien hecho, rico, si te lo regalan lo aceptas, con cualquier plato te lo comes en tu casa y está muy bien para tener en la cocina”.