El gran reto

por NellyG

En la entrega anterior hablábamos de Javier Aranda como quien era virtualmente el ganador en “la carrera” para dirigir el CPTQ.

Lo cierto es que Darío Flota fue de los pocos sobrevivientes de la administración de Roberto Borge que tuvieron un puesto de privilegio con Carlos Joaquín; aun así, estuvo en la pelea por seguir.

Darío no siguió por varias razones, pero me parece que la más importante, es que había un muy buen candidato para sustituirlo, y de paso darle aire fresco a la promoción y a la relación con algunos empresarios que pedían un cambio.

Darío es un gran personaje en la historia de la promoción turística en Quintana Roo; adoptó el Festival de Jazz, que había soltado Cancún, y lo hizo triunfar en la Riviera Maya; creó desde los cimientos el Consejo de Promoción Turística de Quintana Roo, que reparte recursos a todos los destinos del estado que tienen su espacio en las ferias turísticas.

En fin, su expertis es elocuente; seguramente no tardaremos en saber que alguien por ahí lo aprovechará.

Por su parte, Javier Aranda participa en promoción turística desde que inició en Cozumel, Riviera Maya, CPTM, Puerto Vallarta y ahora de regreso al estado.

Es curioso, pero quien lo acercó al equipo de Mara fue Artemio Santos, quien de pronto era muy cercano a Mara; tanto, que en lugar de quedarse en la Secretaría de Turismo como yo aposté, es hoy el secretario técnico de su gobierno.

El beneficiado por todo lo anterior fue Bernardo Cueto, que dejó una grata impresión en su corto tiempo como secretario de Turismo en la anterior administración, y fue invitado a continuar en la gestión.

No puedo dejar de mencionar dos temas del gabinete de la gobernadora Mara Lezama: el primero, el nombramiento de Flavio Carlos Rosado como secretario de Salud desencadenó protestas veladas del Colegio de Médicos de Quintana Roo, que sin mencionar nombres pedían que fuera un médico experto quien se quedara en el cargo; y es que Flavio Carlos Rosado no es médico, sin embargo tiene mucha experiencia en dirección, incluso relacionado con temas médicos cuando fue delegado del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Que sea médico no garantiza a un mal secretario, el que sea médico no garantiza que sea un buen secretario; para ejemplo, basta ver al encargado federal. Le daremos el beneficio de la duda.

El otro tema es el del secretario de Seguridad Pública, Manelich Castilla Craviotto, que a cinco días de recibir el mando de la Policía de Quintana Roo, se fue; la verdad no he podido entender qué pasó, pero nos sorprendió sobremanera. De nueva cuenta Mara voltea con quienes ha trabajado y con quien ya conoce; suerte a Rubén Oyarvide Pedrero, quien se encargó de la Secretaría de Seguridad Pública en Benito Juárez.

Arturo Medina
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