- Eduardo Albor
- Presidente de Grupo Editorial Latitud 21
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Cuando el Ejército Trigarante, encabezado por Agustín de Iturbide, entró triunfante a la Ciudad de México el 27 de septiembre, se terminaba la lucha por la Independencia que esta nueva nación, entonces llamada El Imperio de México, inició 11 años antes precisamente en el mismo mes.
Es curioso, pero siete de 10 personas a quienes pregunto qué celebramos el 16 de septiembre en México, me responden “la Independencia de México”. Dos no están seguros (para no decir que no saben) y sólo uno me da la respuesta correcta: “el inicio de la lucha de la Independencia”. En efecto, en la madrugada del 16 de septiembre, el cura Miguel Hidalgo llamó desde las campanas de la iglesia de Dolores a iniciar una lucha por la independencia del entonces imperio español; lucha que culminó 11 años después en el mismo mes. Mientras tanto, del 16 de septiembre de 1810 al 21 de septiembre de 1821, México seguía siendo colonia española y conocida como El Virreinato de la Nueva España.
Celebrar la Independencia de México el 16 de septiembre sería como celebrar nuestro cumpleaños el día que nuestros padres iniciaron los trabajos para concebirnos, aun y cuando les llevara meses o años la culminación de este objetivo y, nueve meses después nuestro nacimiento.
Pues bien, este año celebramos los 200 años del nacimiento de una nación, que a lo largo de su vida se ha transformado del Imperio Mexicano a la Republica de México. Al día siguiente de la entrada triunfante del Ejército Trigarante a la capital, el 28 de septiembre de 1821, Iturbide instaló la Suprema Junta Provisional Gubernativa, compuesta por 38 personas y presidida por el obispo de Puebla, Antonio Pérez Martínez. La Junta procedió a elegir a los cinco integrantes de la Regencia del Imperio, quedando compuesta por Iturbide, quien la presidiría y por Juan O’Donoju, Manuel de la Bárcena, José Isidro Yáñez y Manuel Velázquez de León. Esa misma tarde del 28 de septiembre, los miembros de la Junta se reunieron en el Palacio Nacional para escribir el Acta de la Independencia de la nueva nación, redactada en su forma final por Juan José Espinosa de los Monteros, el secretario vocal de la junta. Así, con la firma del Acta de la Independencia, se da fe del nacimiento de una nueva nación, llamada el Imperio Mexicano.
Es por ello que este 27 de septiembre celebramos los 200 años de nuestro México como nación independiente y la culminación de una lucha por esta independencia del Imperio Español, que tomó 11 años y miles de vidas de mexicanos. Celebramos la libertad, celebramos una identidad, el nacimiento de nuestra madre patria, de nuestra suave patria. Felicidades México y larga vida a esta nación que nos vio nacer. En los próximos números de Latitud 21, de octubre a diciembre, hablaremos un poco más de este acontecimiento histórico y de lo que fue la evolución de esta suave patria, la transformación de nuestro México lindo y querido, NUESTRA PATRIA.
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