La movilidad y otras cosas…

por Latitud21 Redacción

Es vox populi, todos hablamos de ello: el tránsito (que es mejor término que tráfico y más apropiado) en Cancún está cada vez peor, está desquiciado, es un caos.

Nuestra querida ciudad crece vertiginosamente año con año acompañada del incremento en las ocupaciones hoteleras y de nuestro éxito turístico en consecuencia, pero al mismo tiempo cada vez hay más habitantes, más comercios, más transeúntes y más automóviles entre otros elementos que se suman al crecimiento.

Lo preocupante es que este crecimiento no ha estado aparejado de una adecuación constante en los planes y programas de ordenamiento, no ha estado acompañado de mejoras sustantivas a las vialidades, ni de reformas a los reglamentos de tránsito o de cambios sustantivos en el transporte público,  y no se ha pensado ni por asomo en el  desarrollo de nuevas tecnologías que permitan una nueva y mejorada movilidad en esta importante ciudad.

El crecimiento ha sido sin orden, sin planeación, sin rumbo, por parte de las administraciones municipales que se han sucedido una a otra simplemente heredando el problema hasta llegar adonde estamos, con una saturación vehicular, sin atención ni derechos a los peatones, sin estacionamientos, con vialidades obsoletas, sin señalética o muy pobre, sin pensar en las capacidades diferentes; con cambios de uso de suelo sin ton ni son y expedición de licencias que se generan alegremente sin ofrecer soluciones de fondo; estamos a la deriva.

Es prioritario para la ciudad y sus habitantes que pensemos ya en soluciones de fondo. Es necesario que nos sentemos a discutir, analizar y trabajar en acciones concretas para diseñar un Plan Integral de Movilidad para Cancún y eventualmente las áreas conurbadas; en un nuevo y moderno Reglamento de Tránsito; la mejora integral y rediseño de vialidades, glorietas, semaforización, mobiliario urbano; la incorporación seria de ciclovías, el transporte urbano lagunar, incorporar tecnología de punta y desarrollar nuevos esquemas de cultura vial; Cancún no solo lo merece, sino que le urge.

Mientras tanto, es conveniente que hagamos conciencia. Es necesario que empresarios, comerciantes, escuelas, autoridades, automovilistas y transeúntes hagan su parte, que se respeten horarios, cajones de estacionamiento, accesos, señalamientos, espacios públicos, etc., y que se respete al prójimo.

Que señoras y señores que llevan y traen a sus querubines de la escuela respeten el espacio y el tiempo de todos; no siempre se puede estar justo en la puerta, a veces hay que caminar, señoras; que los colegios particulares mejoren, dignifiquen y amplíen sus accesos y áreas de ascenso y descenso.

No se quejen por pagar estacionamiento ni lo evadan, por favor, en esta ciudad es regalado, 10 pesos la hora, y a veces hasta tres no es nada, eso contribuye a una mejora de la vialidad.

En fin, tenemos que pensar en el gran Foro por la Mejora de la Movilidad en Cancún y que de sus conclusiones emanen leyes, ordenamientos, estrategias y acciones que nos queden como un legado. Los gobiernos municipales han estado en falta y grave omisión en el tema por décadas. Ya basta, hagamos algo nosotros.

 

De pasadita…

Cancún debería llamarse así oficialmente y ¡NO Benito Juárez!  ¿Para cuándo?…

Por otra parte no comparto la idea de que la zona continental de Isla Mujeres, llámese Costa Mujeres o Playa Mujeres, deba tener otro nombre comercial que no sea Cancún.  Sería un error mercadológico seguirle buscando otros nombres cuando Cancún es una marca posicionada mundialmente y con el más alto nivel de recordación de todos los destinos de México.  Lo mismo va para Puerto Morelos, ¿para qué quebrarse la cabeza? Mercadológicamente les conviene llamarse Cancún.  Claro que los políticos tienen su corazoncito, aunque no sepan de turismo. Pero una cosa es un municipio y otra muy distinta es un destino turístico.

 

De postre… ¡el Gran Final!

Por fin detuvieron a Borge.  Qué alegría, se hizo justicia.  Ahora es importante que se trabaje para que se restituya el daño. No sería justo que simplemente vaya a la cárcel mientras sus amigos y familiares más cercanos disfrutan de la fortuna mal habida.

Nunca tuve duda de que el gobierno de Carlos Joaquín trabajaba exhaustivamente en el tema y que llegaría el día, solo era cuestión de tiempo y de procedimientos.  Felicidades al Gobierno del Cambio…