Hace un par de años un grupo de empresarios, su servidora entre ellos, tuvimos la “maravillosa” idea de crear una serie de fideicomisos en donde se depositara el 1% del impuesto sobre nómina. En Quintana Roo se cobraba el 3% del total de la nómina de todas las empresas como impuesto estatal. Lo cual me parece un impuesto impositivo muy injusto, pero esto ya será materia de otro artículo.
Se pactó con Gobierno del Estado aumentar 1% y depositar la cantidad recaudada en cuatro fideicomisos por partes iguales: seguridad, salud, económica e infraestructura. Dichos fideicomisos fueron creados y hoy están operando, en sus estatutos marcan que la Junta de Operación tiene una participación equitativa entre ciudadanos y funcionarios. Estos fideicomisos recaudan un aproximado de 450 millones de pesos cada uno, su función específica es financiar proyectos de mejora, evitando ocupar ese dinero en gastos corrientes. No son cantidades despreciables que bien invertidas pueden mejorar mucho nuestra comunidad.
Esto en idea y sobre papel suena sumamente positivo. El razonamiento al momento de la propuesta fue: si ya nos van a cobrar, por lo menos que se tenga algo de injerencia en los proyectos, estableciendo reglas y procesos para ejercer el gasto.
Sin embargo, mucho de ese recurso se ha gastado en gasto corriente; no es culpa de los funcionarios gubernamentales. Es enteramente nuestra culpa como ciudadanos, pocos participamos y los menos revisamos, leemos o cuestionamos.
A ver: levante la mano aquel que haya revisado los estados financieros del municipio donde vivimos. Exigir en un Twitter (sí, ya se que no se llama así, pero denme chance de mi pequeñito acto de inconformidad) no sirve de nada.
Debemos estar presentes, cuestionar, revisar y lograr que los funcionarios se sumen a ver las cosas en función del bien común y no el bolsillo propio.
Ahora con el tema de los jueces, ¿Cómo vamos a garantizar que nuestras observaciones tengan un buen cauce legal en caso de encontrar anomalías? No auguro un buen futuro.
Lo único que nos queda a los buenos es intentar generar conciencia, no claudicar, pero sobre todo estar. El tiempo invertido tendrá frutos a medida que seamos cada vez más los que nos sumemos a una iniciativa de preservación de valores. Suena imposible, pues si nos juntamos para la fiesta…
Creemos un espacio que nos dé esa misma satisfacción y que sus resultados sean tangibles en la comunidad.