Un buen ambiente laboral es fundamental en los espacios de trabajo, pues permite mejorar el rendimiento de los empleados; de acuerdo con la encuesta del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), elaborada en 2016, casi 760 mil personas abandonaron su empleo a causa de un mal clima laboral, que desembocó en estrés excesivo.
Sin embargo, un cambio en el paradigma de la dirección puede dar un golpe de timón en la percepción que tiene un equipo de trabajo sobre las labores que desempeña; este cambio es el liderazgo.
Cuando un líder logra que su equipo de trabajo todos los días haga lo que le corresponde porque está convencido de lo que hace, para qué lo hace y con buena actitud, la empresa crece exponencialmente. Para lograr este ambiente es necesario que cada líder de área se centre en generar un “círculo virtuoso” para el desempeño de las labores, mismo que se basa en tres factores fundamentales: confianza, comunicación y compromiso.
Estos tres factores van de la mano, pues el líder comunica los objetivos de la empresa a los trabajadores, lo que genera confianza y compromiso en el equipo, ya que se sienten involucrados en el proceso.
Uno de los líderes más reconocidos en el mundo es Steve Jobs, quien en una entrevista señaló que su empresa se construyó con base en las habilidades de cada trabajador, lo que generó un mayor rendimiento y cumplimiento de objetivos.
Sin embargo, la generación de líderes a través de la capacitación es un sector poco explorado en el país, pues según cifras del Banco Interamericano de Desarrollo, en 2014 las empresas de México destinaron menos de 0.01% del PIB a la capacitación.
En definitiva, es un reto para las empresas sobresalir entre las demás, sobre todo cuando escuchamos continuamente que las compañías en su mayoría no están preparadas para enfrentar los desafíos actuales del mercado, lo que las lleva al inminente recorte de personal y su peor escenario, al cierre.
Mejorar la competitividad no solo de la empresa sino del personal en poco tiempo, diseñando e implementando las acciones que les permitan posicionarse dentro de las mejores compañías ofreciendo mejores servicios y productos innovadores, son elementos clave de una capacitación continua.
Los procesos de formación, entrenamiento y capacitación que se ofrecen en A3O Group son para el personal de cualquier empresa, desde niveles directivos, mandos medios y operativos, todas con un alto enfoque a cubrir las causas raíz para que el proceso aporte valor y resultados inmediatos.
Empresas como esta generan trajes a la medida de cada compañía, pues realizan un diagnóstico sobre las condiciones laborales al interior de la misma. No siempre es necesario capacitar a los líderes, pues el problema puede estar en otra área.
La formación del personal es la base de la ventaja competitiva, de esta forma se puede obtener el conocimiento preciso para adaptar continuamente la forma de trabajo manteniéndose a la vanguardia en cuanto a la evolución del mercado; desafortunadamente en México las empresas ven la especialización como un gasto y no como una inversión a mediano plazo.
La Encuesta Nacional sobre Productividad y Competitividad de las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (Enproce), elaborada en conjunto con el Inegi, informa que al 2015 en México solo 12.6% de las más de 26 mil empresas encuestadas capacitó a su personal.
El teórico suizo Etienne Wenger, reconocido mundialmente en el ámbito de la teoría del aprendizaje y su aplicación en la empresa, menciona que la capacida d de aprendizaje de una organización está asociada a las aptitudes de las personas y a la cultura organizacional, para romper viejos paradigmas y crear nuevas estructuras internas, muchas de ellas informales. Así, se estimula el nivel de compromiso, tanto de las personas como de la entidad, para obtener el éxito en el desarrollo del conocimiento y su difusión entre toda su estructura.
Es importante tomar en cuenta que, aunque las personas trabajan por un salario, el clima laboral, así como la capacitación continua, es fundamental para su permanencia, su compromiso con la empresa y el cumplimiento de objetivos, además de reducir la rotación de personal que implica grandes cantidades de dinero en liquidación y capacitación del nuevo empleado.