Llegaron a nuestro país las tan ansiadas vacunas contra el Covid-19, y por un lado es una excelente noticia, porque muchas personas tendrán un cierto grado de protección ante el maldito virus, y digo cierto grado porque debido a que todos los biológicos a nivel mundial están desarrollándose en tiempo récord, los resultados y reacciones aún pueden ser inciertos. Pero por otro lado, esto, como ha ocurrido con los colores del Semáforo Epidemiológico, ha propiciado que muchas personas relajen las medidas, como si por arte de magia la pandemia fuera a desaparecer. No, la pandemia sigue y no tiene para cuándo acabar (¡aparte ya se han multiplicado nuevas cepas!); por tanto, los cuidados no deben cesar; las previsiones no deben escatimarse. Aprendamos lecciones, por lo menos en la zona norte de Quintana Roo, hubo retroceso en la reactivación económica porque, por más que las autoridades pidieron no bajar la guardia, la realidad es que pocos hicieron caso y los resultados, están en el constante incremento de contagios, de hospitalizados y, tristemente, de fallecimientos. Necesitamos sumar esfuerzos, trazarnos metas que de verdad vayamos a hacer el propósito de cumplir; el principal, sin duda, debe ser mantenernos sanos y positivos… por si se nos atraviesa el virus y hay que luchar contra él.
Precisamente de metas concretas nos habló el protagonista de esta edición: el rector de la Universidad Anáhuac Cancún, Jesús Quirce, quien destacó que en el plan estratégico 2020-2025, la visión es consolidarse como un campus internacional, en el que formen líderes de acción positiva que sean capaces de incidir y transformar la comunidad, con un profesionalismo y formación integral basado en valores y compromiso social.
Un mensaje con una carga profunda, similar al que dio José Medina, nuevo líder nacional de Coparmex, quien atinadamente señala que “nadie es mejor que todos juntos”; esto dijo al convocar a empresarios a arriar parejo para abonar a la recuperación del país y haciendo alianzas con autoridades.
Esta edición incluimos un artículo a manera de homenaje y despedida a un gran hombre, visionario en los negocios y, ante todo, amigo de muchos que se cruzaron en su camino durante su andar por estas tierras: Edgar Villajuana Berzunza, quien también fue fundador de esta publicación. Nuestro reconocimiento por su legado en cada trinchera en la que dio lo mejor e imprimió su sello.
Como él, tantos rostros no volveremos a ver en este mundo, víctimas de la pandemia o por cualquier otra razón. A los que quedamos todavía por aquí, nos toca desempeñar una buena labor y enfrentar con entereza los retos que se presentan. De cada quien depende si el horizonte se ve con luz o más opaco.
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