México produce 50 variedades de flores comestibles

por Redacción

Las flores son muy populares en el campo de la decoración y, además de ambientar el hogar, pueden utilizarse para dar color y un toque distinto a los alimentos.

Cada día, las flores ganan más terreno en el ámbito de la gastronomía debido su sabor, versatilidad y propiedades nutricionales. Es importante saber que las variedades utilizadas dentro de la cocina no pueden ser, bajo ningún motivo, flores de corte; deben estar libres de pesticidas, herbicidas, fungicidas y fertilizantes tóxicos.

El consumo de algunas flores, como las pertenecientes al género Allium, fortalece el sistema inmunológico; contienen 80% de agua y, según la variedad, pueden aportar vitaminas A, C, riboflavina, niacina y minerales como calcio, fósforo, hierro y potasio.

Actualmente, existe un gran número de variedades que se pueden llevar a la mesa. De acuerdo con un estudio publicado por el Instituto Politécnico Nacional, a través del Centro de Desarrollo de Productos Bióticos de Morelos, existen más de 70 flores para consumo humano, de las cuales podemos encontrar entre 30 y 50 en nuestro país.

Las violetas son las flores comestibles más conocidas, tienen un sabor suave  y agradable al paladar. Sus colores le permiten generar un contraste en los platillos y aportar una diversidad a la cocina gourmet, pueden servirse frescas, secas, cristalizadas o confitadas. 

Entre las flores comestibles más habituales destacan: la flor de jamaica, de calabaza, la lavanda, bugambilia, rosa, geranio, dalia, borraja, mastuerzo, clavelina, malva, manzanilla, diente de león y el cempasúchil. Además de servir en la decoración de los platillos, éstas pueden mezclarse en ensaladas, para elaborar un puré de bulbos de dalia, hacer un atole de cempasúchil o un sirope floral para endulzar bebidas.