El 20% de los artículos y alimentos que comercializa la cadena Toks en sus restaurantes provienen de productores y proveedores rurales del país
Con la comercialización de los productos de comunidades rurales, entre alimentos y no alimentos, la cadena restaurantera Toks, que forma parte del Grupo Gigante, prevé en este año generar una derrama económica de casi 50 millones de pesos en estas comunidades, donde actualmente beneficia a más de 12 mil 500 personas.
Al sumar cada mes nuevas localidades rurales como productoras y proveedoras, la empresa tiene hasta el momento 85 comunidades indígenas en 15 estados de la república mexicana que forman parte de la estrategia de responsabilidad social de Toks, la cual actualmente la constituyen 200 unidades.
Gustavo Pérez, director de Responsabilidad Social de Toks, mencionó que la empresa inició en octubre de 2003 el Proyecto Productivo, a través del cual se suman cada vez más localidades que reúnen los estándares de calidad de la cadena, de lo contrario “no hay manera de que sean proveedoras de la marca”.
En el caso de Quintana Roo, precisó, Toks adquiere en el municipio de Felipe Carrillo Puerto piezas de madera como pulseras, para comercializarlas en los restaurantes de la cadena con el fin de recaudar fondos y apoyar a diversas fundaciones del país.
Añadió que en esta parte del estado la compañía beneficia aproximadamente a 100 familias y planean más adelante explorar otra zona con la posibilidad de comprar producto.
Pérez comentó que como ejemplo también está el poblado de San Felipe del Progreso, en el Estado de México, donde un grupo de mujeres mazahuas desde 2004 elaboran granola con recursos naturales. “También adquirimos las conservas artesanales de comunidades de la sierra central de Guanajuato, mismas que se venden en los restaurantes de Toks”.
“Cada mes se suman nuevas comunidades, depende del producto. Lo más relevante lo tenemos en la parte de alimentos, como son granola, café, cajeta, chocolate, mermelada, miel, mole, nuez caramelizada, entre otros, los cuales representan 20% del total de compra de productos de la cadena y el plan es crecer este porcentaje hasta llegar al 100% dentro de algunos años”.
El directivo consideró importante que más empresas se interesen en los productos de las comunidades rurales. “Para mí, la responsabilidad social es un caso de éxito en cámara lenta. Lo que nosotros hacemos como cadena va despacito; sin embargo, ya pusimos los cimientos. Tal vez ya no nos toca aplicar los acabados, pero cuando llegue ese momento ya se contará con un camino sólido”. (Marlene Hernández)