Al haber cruzado los primeros100 días del gobierno federal en México y a pocos días del inicio del nuevo gobierno de Estados Unidos, comparto los principales riesgos y oportunidades que veo para el gobierno de Claudia Sheinbaum este 2025.
El principal será sin duda el efecto de Donald Trump. La Dra. aprovechó su discurso de los 100 días para fijar la postura de su gobierno ante las amenazas sobre la expulsión de migrantes y su retorno a territorio mexicano, la designación de grupos de crimen organizado como terroristas y los aranceles. En las últimas semanas ha hablado de actuar con cabeza fría (que vaya que lo vamos a necesitar) y de entablar comunicación con los nuevos funcionarios para llegar a acuerdos que beneficien a cada país, respetando siempre nuestra soberanía. Se avecinan meses complejos en este frente.
El segundo riesgo, que va de la mano del primero, es la seguridad y violencia. El reto de mostrar buenos resultados de su nueva política de seguridad es crucial, aquí será clave el rol que juega el secretario Omar García Harfuch con los gobernadores y las Fuerzas Armadas. Todo indica que de manera discreta Sheinbaum trata de alejarse de la estrategia de “abrazos nos balazos” de su antecesor.
El tercer reto es el frente económico. Tanto el Fondo Monetario como Citibanamex y hasta el Banco de México hablan de un promedio de crecimiento del PIB de entre el 1.0-1.3% para este año, de hecho, muy debajo del pronóstico oficial del 1.5%. Nuestra economía tiene tal dependencia de nuestro intercambio comercial con Estados Unidos, que la incertidumbre de aranceles, la renegociación del TMEC y la volatilidad de la economía estadounidense son factores que habrá que seguir muy de cerca para medir qué tanto vamos a crecer.
El cuarto reto es el frente político. Aun cuando habrá pocas elecciones locales este año, el partido en el gobierno parece estarse preparando para la intermedia del 2027, que también incluirá elecciones en varios estados, incluyendo Quintana Roo. Será fundamental seguir muy de cerca si Sheinbaum mantiene esa lealtad y cercanía con su antecesor, o si poco a poco busca trazar su propia ruta. Personajes clave que habrán de estar en la palestra y que jugarán un rol fundamental hacia futuro son el secretario de Economía, los dos líderes de las mayorías de Morena en el Senado y diputados, y desde luego, los dirigentes partidistas de Morena, Luisa María Alcalde y Andy López Beltrán, así como los gobernadores que son los jefes políticos de sus estados. Veo poco probable en este momento el reagrupamiento de una oposición capaz de competir en el corto plazo.
El quinto reto es la implementación de la reforma judicial, empezando por la elección de los jueces y magistrados y miembros de la Suprema Corte. El recorte al presupuesto del INE y la complejidad de la elección en sí misma, pintan un panorama complejo en este sentido. La reforma vino a generar incertidumbre a nivel nacional e internacional.
El sexto reto es la definición de la política exterior de nuestro país, dónde queremos estar y dónde tenemos que estar. Si vemos el perfil de la Dra. se entiende que nuestra presencia en América Latina será crucial por la afinidad ideológica de varios países de la región, pero la realidad es que América del Norte será donde más tiempo tendremos que dedicar, sobre todo con la llegada de Trump y el inicio en pocos meses de un nuevo gobierno en Canadá. No descarto un relanzamiento de la relación con Europa, derivado de las negociaciones para relanzar el acuerdo de libre comercio que tenemos con esa parte del mundo.
Dos temas finales que veo más como oportunidades: El Plan México para atraer nuevas empresas en el contexto de la relocalización y el relanzamiento de las obras y proyectos insignia del anterior gobierno, me refiero en concreto a los grandes proyectos de infraestructura, sobre todo el Tren Maya y los otros que se han anunciado para el resto del país.
Estos son pues los grandes temas que habré de seguir de cerca este año.