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Revista Latitud 21
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NellyG

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35 hoteles de AMResorts reciben Traveler’s Choice de TripAdvisor

por NellyG 20 agosto, 2020

27 hoteles recibieron la distinción Traveler’s Choice y ocho hoteles el título de Travelers’ Choice Best of the Best

Siguen los reconocimientos a la cadena AMResorts, empresa de Apple Leisure Group. Ahora, 35 de sus propiedades brillaron en los premios de Tripadvisor 2020.

De estos 35 hoteles, 27 recibieron la distinción Traveler’s Choice y ocho hoteles obtuvieron el título de Travelers’ Choice Best of the Best.

Estos resorts están ubicados a lo largo de México y el Caribe, donde la cadena sigue en expansión.

«Nos complace ser reconocidos por los logros de nuestros hoteles, ya que nuestro objetivo es brindar el más alto nivel de lujo y servicio a nuestros huéspedes», señaló Gonzalo Del Peón, Group President AMresorts Americas & Global Commercial.

Hay que destacar que el Travelers’ Choice Best of the Best es el mayor reconocimiento de Tripadvisor y se otorga anualmente a aquellas empresas que obtienen excelentes críticas de los viajeros.
Y lo mejor: los hoteles que reciben este honor representan el 1 por ciento de las propiedades hoteleras en todo el mundo.

Los hoteles que recibieron el Travelers’ Choice Best of the Best son:

Caribe Mexicano

  1. Secrets® Akumal Riviera Maya
  2. Best Service in Mexico
  3. Best Luxury in Mexico
  4. Best Romance in Mexico
  5. Best Top Resort in Mexico
  6. Secrets Maroma Beach Riviera Cancun
  7. Best All-Inclusive Resort in Mexico
  8. Best Romance in Mexico
  9. Secrets The Vine Cancun
  10. Best All-Inclusive Resort in Mexico
  11. Best Romance in Mexico

Pacífico Mexicano

  1. Sunscape® Dorado Pacifico Ixtapa
  2. Best Family Resort in Mexico

República Dominicana

  1. Zoëtry® Agua Punta Cana
  2. Best All-Inclusive Resort in the Caribbean
  3. Best Romance in the Caribbean
  4. Secrets Cap Cana Resort & Spa
  5. Best Romance in the Caribbean
  6. Best Top Resort in the Caribbean
  7. Now® Onyx Punta Cana
  8. Best All-Inclusive Resort in the Caribbean

Costa Rica

  1. Secrets Papagayo Costa Rica
  2. Best Romance in Costa Rica

En cuanto a Travelers’ Choice, reconoce a los hoteles, las atracciones y los restaurantes que constantemente obtienen excelentes críticas de los viajeros.
Hoteles que reciben este honor representan el 10 por ciento de las propiedades hoteleras en todo el mundo.

Así que los hoteles que se han ganado el honor de recibir el Travelers’ Choice son:

  • República Dominicana

  1. Secrets Royal Beach Punta Cana
  2. Dreams Dominicus La Romana
  3. Dreams Palm Beach Punta Cana
  4. Dreams Punta Cana Resort & Spa
  5. Now Larimar Punta Cana
  • Caribe Mexicano

  1. Secrets Capri Riviera Cancun
  2. Secrets Silversands Riviera Cancun
  3. Secrets Playa Mujeres Golf & Spa Resort
  4. Breathless® Riviera Cancun Resort & Spa
  5. Dreams® Playa Mujeres Golf & Spa Resort
  6. Dreams Tulum Resort & Spa
  7. Dreams Sands Cancun Resort & Spa
  8. Dreams Riviera Cancun Resort & Spa
  9. Now Jade Riviera Cancun
  • Pacífico Mexicano

  1. Secrets Huatulco Resort & Spa
  2. Secrets Vallarta Bay Puerto Vallarta
  3. Secrets Puerto Los Cabos Golf & Spa Resort
  4. Breathless Cabo San Lucas Resort & Spa
  5. Dreams Huatulco Resort & Spa
  6. Dreams Los Cabos Suites Golf & Spa Resort
  7. Dreams Villamagna Nuevo Vallarta
  8. Sunscape Puerto Vallarta Resort & Spa

Jamaica

  • Zoëtry Montego Bay Jamaica
  • Secrets St. James Montego Bay
  • Secrets Wild Orchid Montego Bay
  • Breathless Montego Bay Resort & Spa

Costa Rica

  1. Dreams Las Mareas Costa Rica

Temptation y Desires Resorts & Cruises presentan plan de recompensas

por NellyG 20 agosto, 2020

En estos días de pandemia y reactivación, todo esfuerzo es vital para la recuperación turística. Temptation Resort & Cruises y Desire Resorts & Cruises, lo saben, por eso presentan su plan de recompensas para agentes de viajes.

Estos exclusivos resorts y cruceros para adultos de concepto topless y ropa opcional presentaronTemptation Rewards y Original Affiliates.

Se trata de la estrategia de promoción y relacionamiento con los agentes de viajes y agencias minoristas en México y LATAM.

El objetivo es impulsar sus esfuerzos de venta de cara a la nueva normalidad e incentivándolos con los beneficios más atractivos y competitivos del mercado.

Con este programa, los agentes de viajes podrán encontrar la opción ideal para promover entre sus clientes, el deseo de retomar los planes de viaje en entornos seguros mediante nuevas y exclusivas experiencias.
Además, programas para convertirse en expertos en alojamientos para adultos y disfrutar de las ventajas competitivas que tienen para ellos.

Programa de incentivos de Temptation Rewards

  • Durante los primeros seis meses de inscripción pueden obtener el doble de puntos.
  • Los agentes que reporten más reservas por mes pueden ganar una estancia de cortesía en el resort.
  • Acceder a tarifas especiales.

Original Affiliates

Es un canal de ventas que permite a los agentes o agencias de viajes minoristas aumentar sus ventas refiriendo a sus usuarios o seguidores y obtener ganancias por cada reserva confirmada.

Algunos de sus beneficios son:

  • Una escala de comisiones que permite ganar hasta un 20% de comisión.
  • Referir al cliente a nuestra página web para la gestión de la reservación o realizar la reservación directamente en nuestra plataforma de afiliados, permitiendo seleccionar un pago neto y retener tu comisión.
  • Reportar las reservaciones en Temptation Rewards.
  • Incentivo de una estancia gratuita de 2 noches cuando el afiliado alcanza el porcentaje máximo de comisión.

Grupo Brisas en el top de Súper Empresa Para Trabajar

por NellyG 20 agosto, 2020

Grupo Brisas una vez más y por seis años consecutivos es nombrada una Súper Empresa para trabajar por la organización Top Companies y la revista Expansión.

Es un orgullo para la compañía, porque reconocen su influencia en temas de negocio, liderazgo y tendencias empresarial de actualidad.

Desde su primera clasificación en el ranking, y hasta la fecha, Grupo Brisas ha estado siempre ubicado dentro de los primeros 30 lugares de las empresas que cuentan de 500 a 3,000 colaboradores.

Además, en los últimos 5 años ha sido reconocida como una organización culturalmente poderosa haciendo así honor a su cultura de enfoque total al capital humano y de empleador responsable.

Esto es gracias a que Grupo Brisas a lo largo de los años se ha distinguido por su constante y consolidado crecimiento en su portafolio de negocios.

También destaca en la creación e implementación de productos y servicios vanguardistas para sus huéspedes.

Paralelamente, se ha ocupado en lograr un crecimiento personal, profesional y laboral para sus colaboradores, que son parte fundamental de la empresa como su activo más importante.

Adicionalmente, el grupo recibió el año pasado el premio al 3er. Lugar por haber presentado uno de los mejores videos como empresa reconocida participando en el Tercer Concurso de Video #ILovemyTOPjob 2020.

Un aplauso a Grupo Brisas que se ocupa y preocupa por el bienestar de sus colaboradores y la comunidad.
Incluso, apoyan a través de programas internos y de la mano de Fundación Brisas, donde se ofrece de forma sistemática, respaldo social, educativo, psicoemocional, legal y médico.

Con todo ello, Grupo Brisas sigue posicionándose como una gran empresa para trabajar en México y un ejemplo a seguir para la industria.

Liderazgo empresarial y hotelero

Recordemos que Grupo Brisas es una empresa 100% mexicana fundada en 2001, que cuenta con 3 marcas insignia:

  • NIZUC Resort & Spa, categoría 5 diamantes
  • Las Brisas, dirigido al segmento leisure y grupos
  • Galería Plaza, dirigido al viajero de negocios y grupos.

Las tres divisiones logran conjuntar un amplio abanico de productos y servicios de lujo en los principales destinos de la República Mexicana, con un total de 2,738 habitaciones, ofreciendo los más altos estándares a nivel mundial.

Próximamente se sumarán a la cadena tres nuevos hoteles de la marca: San Jerónimo en la Ciudad de México, León y uno más en Monterrey.

Exitosa marca hotelera:

1. LAS BRISAS ACAPULCO
2. LAS BRISAS HUATULCO
3. LAS BRISAS IXTAPA
4. LAS HADAS BY BRISAS, MANZANILLO
5. HACIENDA JURICA BY BRISAS, QUERÉTARO
6. GALERÍA PLAZA REFORMA, CDMX
7. GALERÍA PLAZA IRAPUATO
8. GALERÍA PLAZA VERACRUZ
9. NIZUC RESORT & SPA, CANCÚN

Y muy pronto abrirán Galería Plaza en San Gerónimo, al sur de la Ciudad de México. ¡Felicidades!

Grupo Modelo en el top 10 de las «cervezas más valiosas»

por NellyG 18 agosto, 2020

Corona, Bud Light, Victoria y Modelo, de Grupo Modelo, están en el “Top 10 marcas de cervezas más valiosas” de Brand Finance.

¿Y quién es Brand Finance? Pues la consultora independiente líder de valoración de marcas.

Dijo que Corona, la cerveza de mayor venta en el mundo, lideró el ranking con la primera posición.

Mientras que Bud Light se encuentra en el cuarto lugar, Victoria avanza ocupando el quinto sitio y cerveza Modelo se encuentra en el noveno peldaño.

Mas suben y marcas bajan

Este informe de Brand Finance comparó el impacto del COVID-19 en el valor empresarial de una marca respecto a enero de 2020.

Lo que encontró, es «resultados mixtos en la industria de las bebidas alcohólicas como resultado de la pandemia».

Por un lado, el cierre de bares y restaurantes provocó el estancamiento de las ventas en el comercio.

Sin embargo, las ventas en los supermercados y tiendas se han disparado a medida que los consumidores se inclinan hacia el consumo de bebidas alcohólicas en casa.

Suena lógico, ¿no?

Y pese a la contingencia santiaria, las marcas del portafolio de Grupo Modelo lograron ocupar las principales posiciones de la lista.

Recordemos que Corona es la cerveza mexicana con presencia en más de 180 países en el mundo.

No es de extrañar que lideró el ranking con un valor de $1.8 billones de dólares.

Budweiser de AB InBev, propietaria de Grupo Modelo, se encuentra en la tercera posición de las marcas más valiosas y la primera como la marca más fuerte.

Hotel Las Nubes de Holbox gana el Traverl’s Choice de TripAdvisor

por NellyG 17 agosto, 2020

Por quinto año consecutivo las Nubes de Holbox fue merecedor del Traveler’s Choice 2020, logrando el doble mérito al sumarse al Salón de la Fama de Tripadvisor.

Este premio se otorga al selecto grupo de espacios que logra mantener su nominación por más de cinco años consecutivos.

Siendo un año completo de reseñas de Tripadvisor, antes de cualquier cambio causado por la pandemia, los galardonados de la distinción han sido reconocidos por colocarse en el 10% de los espacios mejor nombrados por sus excelentes críticas.

Año de desafíos

Kanika Soni, directora comercial de Tripadvisor comentó: «Aunque ha sido un año desafiante para los viajes y la hospitalidad, queremos celebrar los logros de nuestros socios».

Añadió que «los ganadores de premios son queridos por su servicio y calidad excepcionales».

«Estos ganadores no sólo se lo merecen, también son una gran fuente de inspiración para los viajeros a medida que el mundo comienza a aventurarse nuevamente.»

Es por ello que hoy el Hotel Eco-boutique Las Nubes de Holbox se enorgullece por ser la opción del nuevo viajero, que no solo busca comodidad, sino también un alto nivel de hospitalidad, limpieza, que mantenga un compromiso ante la sostenibilidad y su medio ambiente y excelente calidad en todos los servicios ofreciendo seguridad y desconexión.

Holbox hoy representa un alojamiento perfecto en la península de Yucatán.

Hotel incomparable

Su propia naturaleza lo convierte en un destino único y exclusivo alejando de los destinos con grandes hoteles y exceso de visitantes.

El hotel boutique cuenta con 3 albercas y 27 amplios alojamientos entre bungalós y suites, con inigualable vista al Caribe Mexicano, las cuales brindan el espacio ideal para disfrutar y descansar.

Distanciado de otras propiedades Las Nubes, ofrece la oportunidad de estar en contacto directo con la naturaleza gracias a su inmejorable ubicación en el litoral de las playas vírgenes y rodeado de hermosos manglares.

Las Nubes es el único hotel que colinda con el inicio del área de protección de la flora y fauna Yum Balam (en lengua maya significa «Señor Jaguar») lo que permite disfrutar de kilómetros de playas vírgenes.

¿Qué esperas para visitar Las Nubes de Holbox? Sin duda, el lugar donde el cielo abraza al mar.

Un viaje para expulsar al demonio

por NellyG 9 agosto, 2020

Al Buen Entendedor…

Por Sergio González

Luego de varios días con el coronavirus en el cuerpo y de que los medicamentos no hicieran el efecto deseado, pues continuaba la debilidad y el decaimiento, uno de mis hijos viene con su recién comprado oxímetro portátil, para atestiguar que saturaba oxígeno al 87 / 88%, situación que los hijos consideraron grave y que ameritaba ir al hospital.

Acompañado de mis hijos y mi novia Alice, me aproximé a Hospiten, donde no había camas disponibles en terapia intensiva, sitio que a decir de todos, tenía que llegar directo. Galenia no recibía enfermos de COVID-19 y me quedaba la opción del Hospital PlayaMed.

Llegamos sobre las diez de la noche del sábado 4 de julio al citado hospital, en donde me recibieron de inmediato.
Una vez dentro, en terapia intensiva, me quité la ropa, me despojé de cartera y reloj, para entregárselos a mi hijo Sergio.

Luego de decenas de preguntas, revisión de signos vitales, muestras de sangre y demás pruebas, me sometieron a tomografía, para finalmente, cerca de las 02:00 am, ser instalado en el cuarto número 14, donde iniciarían mi tratamiento.

No entraré en los detalles de lo ocurrido en ese cuarto a partir de aquella noche, por una parte, porque no los recuerdo bien del todo y por otra, porque ello me alejaría del relato que ahora quiero contarles.

No puedo precisar qué día, qué fecha, ni a qué hora, porque al parecer no tengo registro de ello, pero según mis propios cálculos, al cabo de una semana me di de alta de aquel hospital eventualmente “curado” del COVID-19 y muy agradecido con los doctores.

Sin embargo, algo o alguien me decía que aún tenía “al demonio dentro” y me empeñé en que había que sacarlo.
Uno de mis hijos, el arquitecto Alan, me dijo que sus amigos, los hermanos Pacheco, sabían de un “brujo” milagroso que te curaba con unos mariscos o algo así. Así que emprendimos el viaje en tres pequeñas lanchitas hacia un lugar desconocido. No recuerdo sobre qué costa, ni en qué dirección navegamos hasta llegar al sitio donde nos recibieron con cocos y de inmediato algún pescado que tampoco recuerdo bien. Lo destacable es que al final nos quedaron unas espinas anchas, clavadas en alguna parte del paladar que además de incómodas producían dolor y no había manera de sacarlas. Más tarde llegó al rescate un norteamericano que en una especie de submarino nos llevaría de aquel sitio hasta la clínica de un doctor inglés que habría de extraernos las espinas aquellas.

Cruzamos una bahía para llegar a una isla exuberante, y en ella había un sitio todo de madera fina, bien acabada, que parecía una clínica de rehabilitación, operada por el doctor inglés y su hija, que se especializaban en la cura contra el COVID-19.

Luego de horas en aquel lugar, no nos inspiró confianza, ni el sitio, ni el británico y “nos escapamos”.
Finalmente, terminamos en alguna costa en medio de una especie de celebración bajo el agua, con música, bullicio y gente que nadaba-bailaba alrededor de diminutas langostas. Recuerdo con angustia que quería salir de aquel lugar, pero me resultaba imposible llegar a la costa, hasta que finalmente concluía la música, el ruido y todos salían del agua. Me sacaron cargando entre varios y decían que tenían que hacerme un tratamiento. Recuerdo que mi hijo Alan, me dijo alarmado que tenía un pedazo de cristal en un oído. Y guardo aún en la mente que me tuvieron horas en la playa temblando de frío.

Pasada la noche y ya sin frío, continuaba el plan que me había trazado con Alice de viajar a Macao. No sé cuántas horas de vuelo, ni qué clase de avión nos transportó, pero llegamos a Macao, desde donde recuerdo claramente haberle llamado a mi buen amigo el doctor Sergio Cardoso, director Médico del Hospital PlayaMed, para contarle que estábamos por allá con el propósito de “sacarme el demonio”. Mi tocayo me dijo: “pero ¿qué haces ahí? si yo ya te curé de eso acá.” le dije: “quiero asegurarme, tocayo”.

Llegamos a un hotel de lujo cerca de la playa. Nos recibieron en una palapa central muy grande y me llevaron directo a una cama cuadrangular colgante, que era como una jaula de bambú. Antes de subirme a ella, me pidieron forma de pago e identificación. Le entregué entonces mi cartera a Alice para que se ocupara, señalándole en especial mi tarjeta del Seguro GNP y mi credencial del INE.
Acto seguido, un chino me subió a la cama antes mencionada, me pusieron boca abajo y me ataron. Luego elevaron la cama que flotaba en el aire y se columpiaba suavemente. Alice y mi madre, que se había incorporado a la escena, me observaban desde la playa y yo las veía con nostalgia a través de las rendijas de bambú.

Casi de inmediato, obscureció y empecé a tener alucinaciones. Tenía múltiples visiones, todas en blanco y negro. Eran más como sombras. Veía pequeñas tribus de nativos bailando alegremente, daban muchos brincos y todos pasaban muy junto a mí. La escena cambiaba luego por mujeres negras con vestidos muy folclóricos que también bailaban sin cesar. Había también unos animalitos muy curiosos, casi simpáticos, que brincaban en dos patas avanzando siempre hacia mí. Todas las imágenes iban acompañadas con ritmo de tambores.

Eventualmente, el chino aparecía debajo de mí deslizándose como en una tabla corrediza debajo de la cama, supervisaba algo y se desaparecía de nuevo deslizándose; sus movimientos eran muy rápidos.
Parecía que el chino era el responsable de cambiar las escenas que alucinaba, porque de repente hacía un movimiento fugaz y la cama flotaba hacia un interior del hotel, como a un gran lobby y la escena era instrumentos musicales como de una gran banda, todos en sombras negras y en miniatura. Esa escena duraba muy poco, pero se repitió varias veces durante la noche.

El estar atado y boca abajo empezó a cansarme y comencé a llamar al chino para que me soltara, ya quería bajar de ahí, pero mi voz no era escuchada mientras que las imágenes de los danzantes, los animalitos, las sombras de bicicletas y los instrumentos musicales seguían apareciendo.
Casi al amanecer sentí que la cama bajaba hacia la playa y me alegré, y a través de las rejillas de bambú vi a Alice y a mi madre haciendo una especie de baile, parecido al de las tribus. Movían los pies a gran velocidad como dando pequeños brincos con los que parecían estar pisoteando insectos, o apagando alguna braza encendida.
Nuevamente cambié de escenario sin saber cómo, ni cuándo llegué a él. Me quedé sin la dicha que anhelaba de abrazar a Alice y a mi madre y repentinamente estaba sentado en una gran silla de alguna madera preciosa rojiza que estaba a la entrada de lo que parecía un templo.

Quería levantarme de ahí para ir en búsqueda de mis acompañantes, pero una gran almohada pesada que me aprisionaba el pecho, me lo impedía. Sentía fatiga y sensación de no poder respirar, como en la cama flotante, nuevamente me sentía atado de alguna manera. Empujé y empujé con todas las fuerzas de mi cuerpo y logré sacarme de encima la gran almohada para atestiguar que no era una almohada, sino el chino.

El chino se incorporó muy molesto, luego del empujón, me miró con cara amenazante y volvió a reposarse sobre una parte de mi cuerpo casi asfixiándome con su humanidad.
Entrada la mañana no vi pasar decenas, sino centenas de monjes vestidos de negro que acudían sonrientes a una especie de encuentro. Llegaban de todas partes, se tomaban fotografías y sonreían, algunos me saludaban inclinando la cabeza y algunos otros hasta pedían una foto conmigo, pero el chino se los impedía. Parecía una convención de monjes y mi silla se encontraba a la puerta del recinto.
Luego de horas, cambié de escenario sin saber una vez más con precisión cómo llegué ahí, aunque esta vez tengo casi la certeza de que el chino me llevó ante mis constantes reclamos de que me liberara.

Me llevó hasta un punto de la ciudad en donde se detuvo una gran limosina de color negro. Me hicieron entrar en el auto de lujo y ahí vi a un gran señor; era un chino, grande, robusto, vestido de traje obscuro, acompañado de otras personas que parecían sus súbditos. El chino jefe, con un gesto amable, me invitó a sentarme cerca de él.
Al poco tiempo, no me explico cómo, pero nuevamente yacía en el piso de la limosina y el gran chino, el jefazo, era ahora quien me asfixiaba con su tremenda humanidad.
Hasta atrás del lujoso vehículo, viajaba un personaje de aspecto occidental que tomaba algún licor en copa gigante de cognac y fumaba un puro echándome todo el humo en la cara mientras sonreía.

En algún momento el gran jefe se dirigió a mí y me dijo: “la familia de tu mujer también ha contraído el virus”. No sabía cómo, ni de dónde, él había obtenido tal información, pero parecía muy seguro. Luego la limosina se detuvo frente a un restaurante, aparentemente de lujo, y podía ver a través de las ventanas, a mi novia Alice, a su madre, a mi amiga española Amalia y a mi cuñada “La Popis”. No pude hablar con ninguna de ellas, sólo las observé; traté de hacerme un selfie para enviárselas, pero me fue imposible y luego la limosina avanzó. Me quedé con esa imagen en la mente y la tengo clara hasta hoy.

En algún punto de la ciudad descendió el gran jefe, se quedaron los demás y a mí me dejaron atado. Más adelante se marchó el hombre del puro y al parecer sólo nos quedamos el chofer, a quien nunca pude ver, mi eterno guardián el chino y yo.

Insistía de todas formas para que me desataran y me dejaran bajar del vehículo, pero nadie me escuchaba. Yo no los podía ver, estaba en el piso en algún lugar de la limo y desde ahí solo hacía ruidos para llamar su atención.
En algún punto me sentí aterrado, luego de dar vueltas por quién sabe que sitios, cuando escuché a alguien decir, algo como “yo no sé, a mí solo me piden que abandone los cuerpos”…

Empecé a sospechar que pretendían ahora deshacerse de mí.
Finalmente, luego de horas a bordo de aquel auto y al parecer muy lejos de la ciudad, llegamos a una especie de establo, ahí bajamos el chino y yo, y el auto se marchó.
El chino que me llevaba atado de una mano a él me introdujo en un cuartucho reducido que parecía como una bodega del establo y que olía a caballos.

Ahí me puso en el piso, me ató una mano a la pata de un mueble y la otra la enganchó en alguna parte de un baúl, luego me aventó una almohada y me dijo: duerme.
Yo no podía dormir, estaba exhausto, harto de estar atado, ansioso por ver a mis seres queridos y ahora también temeroso. Le dije al chino: “mejor llévame con los míos, ya estoy curado” … él solo respondió: será mañana.
Más tarde, alguien llevó a la misma choza a mi hijo Lester. Lo pusieron junto a mí con la misma instrucción, “duerme”. Me parece que él no estaba atado.
Recuerdo haber estado muy molesto con Lester porque se ponía a chatear con su celular que emitía un ruido al enviar cada mensaje y me parecía que con tanto ruido no dejaríamos dormir al chino y menos querría llevarme al día siguiente temprano con mi gente.

Por la madrugada, casi al amanecer, insistí de nuevo al chino, quien dormía dentro del baúl, para que me llevara, asegurándole que ya se me había salido el demonio y que estaba curado.
Finalmente, el chino se puso de pie, me vendó los ojos y salimos. Era una fría mañana y podía escuchar los jadeos y ruidos que emite un caballo. Eso me hizo pensar que el chino me llevaría a caballo hacia mi destino.
Luego de un rato de sarcasmos, burlas y charla sin sentido entre el chino y una mujer, me di cuenta de que se estaba burlando de mí y que nunca me llevaría.

Al reclamárselo al chino, sin tener muy claro, porque no lo recuerdo, cómo lo hizo, ni cuáles son los detalles, pero me cambió de sitio y me dejó atado y abandonado en la rústica vivienda de unos mariguanos que al parecer vivían en una suerte de comunidad. “Mariguanos” digo, porque al parecer, sembraban, vendían y consumían mariguana.
Entre ellos había una mujer europea, una anglosajona de cabellos rubios largos y sucios que apenas hablaba, parecía la mujer del líder.
Cuando me encontré sólo con ella, le dije “oye, tú pareces buena persona, desátame, por favor, te lo ruego, no me maten”. Estaba seguro de que me querían matar, quizá era el encargo del chino, y de que me ejecutarían por escaso dinero.
Luchando solo como podía y tallando mi brazo contra el catre en el que me encontraba, me fui quitando uno de los amarres, mientras le rogaba a la europea que me liberara.
Repentinamente aparece su pareja, el lidercillo del grupo y dice en tono irónico “mucha conversación por aquí ¿no?”, mientras veía con molestia mi brazo derecho casi libre de las amarras y a la mujer le dedicaba miradas de reclamo.

Me armé de valor y le dije: “mira, yo sé que quieren matarme, no sé cuánto te paguen, pero si nos llevas a mi hijo que está en el establo y a mí al hotel y nos dejas vivir, te pago 90 mil pesos en efectivo, te los entrego apenas lleguemos al hotel”. Se puso en cuclillas, me miró fijamente y luego la miró a ella. Se hizo un silencio. Finalmente se puso de pie, salió de la habitación y se dirigió al cuarto contiguo desde donde se escuchaban las conversaciones. Había otra pareja ahí y un hombre solo. El líder se aproximó a ellos y les expuso mi oferta. Luego de unos segundos de silencio, la mujer dijo: “podríamos comprar una carcacha”. Uno de los hombres interrumpió para decir: “mejor sembramos mariguana, pronto habrá turistas y la podemos vender muy bien”; hubo risas y comentarios, hacían planes sobre cómo gastarían el dinero y cómo lo repartirían; luego hablaron con entusiasmo sobre llevar una libreta y en ella anotar todos los gastos.

Aquella discusión era música para mis oídos, parecía que aceptarían mi oferta. El líder se aproximó hacia mí y me dijo: “está bien, salimos mañana por la mañana”. Di gracias al cielo en silencio. ¡quería vivir!

Estaba por venir un difícil e incómodo viaje de cuatro horas en alguno de sus destartalados vehículos, pero me motivaba pensar que pronto podría abrazar a Alice y contarle esta terrible experiencia.
Un grupo saldría primero con Lester a bordo, con quien no había podido hablar nada, ni decirle que sospeché que querían matarnos, ni de mi plan para salvarnos. Pensaba que si ellos llegaban antes que yo al hotel, Lester tendría que hablar con mi amigo Alberto, el español, quien seguro ya estaba ahí, tanto para sacarse también el demonio, como para buscar a Amalia, quien habría llegado antes, y que le facilitaría el efectivo prometido para nuestros captores; Alberto siempre lleva efectivo consigo, pensé.

Mi transporte se demoraba en partir y recuerdo que el líder y la mujer europea se repartían múltiples quehaceres en la casucha y alimentaban a los perros, yo sentía mucho frío.
Hasta ahí recuerdo con claridad. Luego algo debió haber pasado que frustró mi traslado, pues según me pudieron contar en el hospital aparecí abandonado en la arena, semiinconsciente y temblando de frío.

Alguien me recogió y me llevaron al hospital.
Recuerdo haber esperado largas horas en la recepción de un hospital a que llegara un médico que me revisaría; escuché a alguien decir que tenía arena en los pulmones. Luego me internaron y un doctor me explicó que me tendrían que entubar.
Pasados unos días llenos de incomodidades, un doctor me dijo que había llegado la hora de extubarme, práctica que llevó a cabo estando yo consciente.

Al día siguiente vino un doctor diferente y me dijo con claridad que ahora todo dependía de mí, si me movía, si no respiraba bien, si no tosía como es debido, me podrían volver a intubar. Pasé la noche casi inmóvil, muy incómodo, tosiendo de vez en vez y tratando de acatar todo lo que aquel doctor dijera, al día siguiente vendría a revisar mis pulmones y si quería salir de ahí, estos deberían verse mejor.

A ese doctor nunca lo volví a ver. A la mañana siguiente vino otro doctor muy amable y me dijo: Don Sergio, felicidades, va usted muy bien, ahora le informamos a sus hijos.

Me quedé perplejo, mis hijos ya sabían que estaba yo ahí, así que seguramente lo sabrían también Alice y mi madre, eso me alegró un poco. No sabía cómo se llamaba el hospital, ni dónde estaba exactamente, pero tendría que ser un lugar próximo a Macao…

Preguntando a los enfermeros indagué que el hospital pertenecía a Grupo PlayaMed, me pareció sumamente extraño.

Luego me llegó la sorpresa de ver a mi hijo Sergio parado en la puerta de la habitación, hasta ahí podía llegar, no le dejaban acercarse más a mí. Me dio mucho gusto verle y lo primero que le pregunté fue sobre quién se había hecho cargo de pagarle a los “mariguanos”, a los “malosos” y cómo se encontraba Lester. Me dijo:
-Todo bien Papá, ya no te preocupes de nada.
– ¿Pero debo algo aún? insistí.
– Todo bien papito. ¿Confías en mí?
– Sí, por supuesto.
– Entonces tranquilo, todo está bajo control.

Luego le dije a través de la enfermera que me quisieron matar y me dejaron tirado en la arena, pero me salvé. Mi hijo sólo sonrió y me dijo: descansa, mañana vengo a verte.
Hasta ese momento, no sabía que estaba en el Hospital PlayaMed de Cancún.
Por la noche una muy amable enfermera logró que mi hijo se comunicara conmigo a través del celular de ella, lo saludé muy angustiado, le pedí que no me abandonara y quedamos en una hora exacta para vernos al día siguiente. Le pedí también que le dijera a Alice, por favor, que me llamara a ese número de mi amable enfermera, Jenifer, me parece que era su nombre.

A los pocos minutos me llamó Alice y la vi por videollamada, me emocioné muchísimo, le dije que la amaba y que estaba feliz de estar vivo. Le dije que nos casaríamos pronto. Fue una linda llamada; no había sabido nada de ella desde que me bajaron de aquella cama flotante, rodeada de bambú.
Luego de colgar, Alice le envió a Jenifer una canción italiana, “Un Nuovo Bacio” de Gigi D´Alessio, nuestra canción, en una hermosa versión traducida al español, y le pidió que me acercara el teléfono para escucharla y así lo hizo Jeny.
Escuché la canción y rompí en llanto. Jennifer me tomó de la mano cariñosamente y me permitió llorar por unos minutos.
Luego me preguntó más detalles sobre Alice y nuestra relación y le conté como pude, lo que pude. Fue un lindo momento.
No dormí bien y tuve sueños y pesadillas diversas como todas las noches desde aquella, casi hasta el día de hoy.

Al día siguiente vino mi hijo, más tarde de la hora acordada y le regañé por la demora, estaba ansioso por hablar con él y que hiciéramos planes para salir del hospital lo antes posible. Ya no recuerdo si fue esa mañana o la siguiente, pero por fin se despejaron muchas dudas. Al empezar a contarle a mi hijo los detalles de mi experiencia en Macao y cómo estuve cerca de perder la vida, se sonrió y me dijo: “Papá, tú no viajaste a ningún lado, nunca saliste de este hospital desde el 4 de julio” …
– Fue un “chochote”, papi. Para que veas el poder de los fármacos que te dieron.

Imaginarán mi cara de sorpresa y las risas calladas de Chuy, mi enfermero que había escuchado parte de mis historias. Le pedí a Sergio que me contara los detalles, y me hizo un breve resumen sobre mi estadía y las complicaciones, porque la historia era larga.

Mi hijo no podía ocultar su cara de felicidad al verme vivo, lloramos juntos; había despertado del coma dos días antes y me estaba poniendo al día.
Hace un par de días, hablé por teléfono con un neumólogo muy reconocido, quien fue un gran asesor de mis hijos en este proceso y me dijo: “Don Sergio, no sabe la enorme alegría que me da escucharlo y saber que está en recuperación. Su caso de supervivencia es uno de los pocos del mundo para un paciente entubado y con ese cuadro. Felicidades. “

Mis hijos perdieron a su madre hace algo más de un año, y yo no podía permitir que ahora perdieran a su padre, así que fue esa, una de las razones por las que luché.
Dios es grande y los milagros existen. Y sin duda mi fortaleza física y mental contribuyeron para que al final pueda contar esta historia. Gracias Sergio y Lester por todo.

Hoy me recupero en casa con los cuidados y cariño de Alice.
Vencí al COVID19.

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