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Revista Latitud 21
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X Columnas

La inteligencia artificial desde una óptica psicológica

por NellyG 1 febrero, 2024

 

Los avances en inteligencia artificial (IA) han despertado un creciente interés en los factores psicológicos que intervienen en la interacción entre humanos y sistemas de IA.

A medida que la IA se integra cada vez más en nuestras vidas, es fundamental comprender cómo los aspectos psicológicos influyen en la percepción, la aceptación y el uso de estas tecnologías.

Nuestra sociedad, quizás incluso sin darse cuenta, ya está inmersa en este nuevo sistema que poco a poco va ganando terreno y va siendo parte de nuestra cotidianidad.

En casa de mi mamá, ya hay un Alexa y ella le pide su música favorita. Mi mamá también ya utiliza su app para sacar sus citas médicas o para solicitar un Uber; y así, poco a poco, en cada casa vamos aprendiendo y siendo parte de la tecnología y de la IA.

Uno de los factores psicológicos clave es la percepción de esta tecnología como agente inteligente. Los usuarios tienden a atribuir intenciones y capacidades cognitivas a los sistemas de IA, lo que puede influir en la forma en que interactúan con ellos. Esta percepción puede afectar la confianza en la IA, así como las expectativas sobre su desempeño, lo que a su vez influye en la satisfacción del usuario y la adopción de la tecnología.

¿Hasta dónde llega esta tecnología y, sobre todo, qué hace que yo no sé y, por ende, no controlo?

Le pregunté a mi hermano Francisco si ya utiliza la IA y me contestó que no, y que yo debería tener cuidado ya que me puede estar robando mis datos…

Y esto tiene que ver con los factores emocionales, los cuales desempeñan un papel importante en la interacción con la IA. Las respuestas emocionales, como la ansiedad o la confianza, pueden influir en la forma en que los usuarios perciben y utilizan la IA. Por ejemplo, la ansiedad sobre la privacidad de los datos o el temor a la sustitución laboral por la IA pueden afectar la disposición de las personas a adoptar estas tecnologías. (Como el caso de mi hermano)

Otro factor psicológico relevante es la percepción de control. Los usuarios suelen preferir sistemas de IA que les otorguen cierto grado de control y comprensión sobre su funcionamiento. La falta de transparencia en los algoritmos de IA o la incapacidad de los usuarios para entender cómo se toman ciertas decisiones pueden generar desconfianza y resistencia hacia la tecnología.

En resumen, los factores psicológicos desempeñan un papel significativo en la forma en que los seres humanos perciben, interactúan y se relacionan con la inteligencia artificial. Comprender estos factores es crucial para diseñar sistemas de IA que sean aceptados, confiables y beneficiosos para las personas.

Cada etapa que hemos pasado ha sido similar en su transición. La etapa industrial, la era de la información, y actualmente la tecnología; y vamos hacia la tecnología digital.

 

 

Bitácora de Viaje XLIII

por NellyG 1 febrero, 2024

  A veces creo que hay vida en otros planetas y a veces creo que no. En cualquiera de los dos casos, la conclusión es asombrosa.”

CARL SAGAN

 

Espacio, la frontera final.  Estos son los viajes de la astronave Enterprise.  Su misión: explorar extraños y nuevos mundos, buscar nuevas formas de vida y nuevas civilizaciones; ir valientemente hacia donde nadie ha ido jamás.

Y así comenzaba en 1966 una aventura por las misteriosas dimensiones del rating televisivo y luego, a finales de los setenta, cinematográfico y literario. Star Trek o Viaje a las Estrellas, poco a poco se convirtió en un fenómeno de masas dentro del cine, la literatura, la música, la mercadotecnia, moda, expresiones cotidianas tan sólo unos 10 años antes que Star Wars, hoy su rival que polariza de manera muy divertida a las masas que atiborran las convenciones sobre ciencia ficción, fantasía, similares y conexas. Al creador de la serie y toda la avalancha que vino después, Gene Roddenberry, junto con otros creativos de la CBS, se les ocurrió la presentación con la que se ha abierto cada capítulo y cinta relacionada con este universo, y como dirían los Beatles, con un poco de ayuda de sus amigos. Roddenberry, un ateo tejano y entusiasta del género de anticipación científica (cuyas cenizas por cierto, fueron de las primeras en ser lanzadas al espacio, falta más, no podría ser de otra forma), basó la introducción en homenajes hechos a navegantes terrícolas del pasado, entre ellos, el portugués Vasco da Gama, el inglés James Cook y un folleto editado en 1958 por la Casa Blanca en donde se celebraba en plena guerra fría, al inicial paso dado por la humanidad para colocar ingenios mecánicos fuera de nuestra atmósfera, como el Sputnik. Sin intención de ser cizañoso, el primer transbordador espacial fue bautizado como la célebre nave de la federación espacial: Enterprise (no he sabido, hasta el cierre de la presente edición, de planes para nombrar una nave de la siguiente generación de vehículos espaciales como Millennium Falcon; ruego me corrijan de ser así).

Star Trek tenía la consigna de ser una serie de televisión basada en posibilidades científicas relegando al género de fantasía a un segundo pero necesario plano. Un programa repleto de ciencia dura, que únicamente lograra entender una mínima parte de la teleaudiencia, sería como dispararse el proverbial rayo láser en los metatarsos. Con todo y todo, las tres temporadas que se filmaron no tuvieron un éxito arrollador.  El gran público es más próximo a lo que se considera “space opera”; más cercano al concepto de fantasía que presenta Star Wars o décadas atrás los seriales cinematográficos que convocaban a nuestros padres y abuelos para ver qué pasó con los héroes espaciales Flash Gordon y Buck Rogers, versiones futuristas y campechanos entre una de caballeros medievales y un folletín western de John Wayne. La verdadera visión y misión de Roddenberry era educar divirtiendo, ya que la misión de la nave era científica y diplomática, aunque a veces las cosas terminaban a torpedazos de protón.  Por supuesto, Star Trek ha tenido sus críticos y detractores. Todo mundo se siente científico, detective, policía, vaquero o juez mientras vive, como dice Guillermo del Toro, su experiencia cinematográfica sentado en una butaca o en cómodo sofá. Pero ha sido un esfuerzo encomiable poner dentro del drama de un guión, conceptos como agujeros negros, súper novas, estrella de neutrones, teleportación, agujeros de gusano, warp, física cuántica, viaje en el tiempo, composición atmosférica, motores de antimateria…   Conceptos que poco a poco, desde 1966, nuevas generaciones de científicos entusiastas de la serie (entre ellos Stephen Hawking, quien por cierto, ocupó el asiento principal en el puente de mando del Enterprise durante su visita al foro) fueron inspirados por el reto de las millones de posibilidades de probar o refutar con bases sólidas los principios que para el siglo XXIII, en la mente de los guionistas (muchos de ellos científicos escritores de tesis y de relatos de ciencia ficción), ya era asunto sabido y cotidiano. Eso no es todo: el género no únicamente se ocupa de las ciencias físicas, químicas o biológicas; las ciencias sociales como la filosofía, lógica, ética, diplomacia, relaciones internacionales (bueno, aquí serían intergalácticas), políticas públicas con innumerables y riquísimas facetas en algunas insospechadas, otras familiares formas de gobierno están representadas. Incluso, temas tan espinosos, aún hoy, como cuando el capitán Kirk besa a la teniente de origen afrodescendiente Uhura (el primer beso mal llamado “interracial” de la televisión), salieron a retar a una sociedad en una década de profundos cambios sociales como fue la de los sesenta. La onda de choque y el espíritu de Roddenberry sigue atrapando en su influencia gravitacional a quienes valientemente quieren aceptar el reto hacia donde nadie ha ido jamás.

En 2021, William Shatner, quien durante años prestó su cuerpo al segundo (con toda justicia cronológica) capitán del Enterprise, James Tiberius Kirk, subió 100 kilómetros hasta la línea Karman, la que limita la atmósfera terrestre del espacio exterior; su personaje, curtido en mil experiencias con culturas, razas y civilizaciones variopintas, no subió con él. A esta misión del transbordador Blue Origin, subió, junto con la tripulación, un ser humano. La misión no duró años, como la de Kirk; tan sólo diez minutos.  En ese lapso y en ese espacio, nunca vio una nave klingon o un crucero vulcano. Tan sólo y tan solo, el más triste, pero a la vez glorioso vacío que compartió a su llegada a este planeta pletórico de serendipias, que sin haberse presentado esas cientos de millones de posibilidades, yo no estaría escribiendo esto y ustedes no lo estarían leyendo. Así de fácil:

“Reforzó diez veces mi propia opinión sobre el poder de nuestro hermoso y misterioso enredo humano colectivo y devolvió un sentimiento de esperanza a mi corazón. En esa insignificancia que compartimos, tenemos un don que quizá otras especies no tienen: somos conscientes no sólo de nuestra insignificancia, sino de la grandeza que nos rodea y que nos hace insignificantes. Eso nos permite una oportunidad de volver a dedicarnos a nuestro planeta, a los demás, a la vida, al amor que nos rodea. Si aprovechamos esa oportunidad”.

¿Estamos solos? Hasta ahora no hay experiencia que lo confirme o que lo refute. Carl Sagan, otro agnóstico irredento, siempre fue proclive a explicar la ocurrencia de la vida en lugares ajenos a las características de nuestra Tierra, pero también advirtió que las condiciones son dolorosamente difíciles.  Junto con Frank Drake elaboraron una ecuación esperanzadora sobre posibilidades, pero, ¿quién sabe? Justo esa incertidumbre, aún apoyada por ciencia dura y real, es lo que nos tiene que hacer madurar como especie responsable de los mayores cambios que ha sufrido este planeta por causa de un ente biológico local, o sea nosotros. O como decía mi tía de Zitácuaro: “Arregla primero tu desmadre y ya después sales a ver lo demás”. Lamentablemente, no todos podremos tener la efímera pero nutritiva experiencia de Shatner que nos regale la epifanía y nos cambie; si apenas nos alcanza para subirnos a un avión o al Tren Maya. Sin embargo, las señales actuales ya no tienen nada de crípticas y no hace falta ser un genio de Cornell para entender e interpretar que lo que le hagamos al mundo, nos lo estamos haciendo nosotros. Y para como vamos, faltan siglos para que la Federación de Planetas se fije en el homo sapiens. Como dijera el capitán Jean Luc Piccard: Make it so.

 

Larga Vida y Prosperidad.  Iñaki Manero.

 

Dedicado a Stephy. Me queda claro que por tu valor e inteligencia, el asiento principal en el puente del Discovery te está esperando.

 

 

 

Elecciones 2024: ¿preservar o no la democracia?

por NellyG 1 febrero, 2024

Por Uriel Jarquin Gálvez*

 

Después de la triste violencia a la que quieren que nos acostumbremos, no hubo nada más presente en el año 2023 que las elecciones del 2024. Lo que está en juego en esta contienda es si el partido en el gobierno se mantendrá o si tendremos un cambio de poder una vez más. Los mecanismos de la democracia electoral demuestran su efectividad cada vez que un partido entrega el poder a otro, ya sea dentro del mismo partido cuando los miembros se lo transfieren, o porque así lo decidieron los ciudadanos al expresarse con su voto. Es casi poético cuando la banda presidencial se traspasa de manera pacífica. Sin embargo, detrás de este acto existen leyes, procesos, entidades electorales y una infinidad de elementos que hacen posible que esto suceda. Sobre todo, está la disposición de los jugadores a atenerse a las reglas. Porque en democracia no hay perdedores absolutos ni ganadores eternos.

El año pasado se habló mucho de elecciones. Se buscaron reformas al sistema electoral que parecían subvertir el modelo establecido en los últimos años, en el cual un organismo autónomo tiene el control del padrón electoral y la capacidad operativa suficiente para garantizar elecciones regulares y eficientes. La autonomía se vio amenazada con recortes sucesivos al presupuesto del órgano electoral, así como propuestas de reforma, tanto constitucionales como legales, que buscaban devolver al gobierno algunas funciones que actualmente tiene el organismo autónomo, siendo la más importante el control del padrón electoral. También se plantearon reformas para reducir la estructura operativa del INE, así como algunas funciones de sus órganos ejecutivos y otras propuestas que, al no ser discutidas en profundidad en el órgano legislativo, parecían no tener otra finalidad que desmantelar el modelo electoral vigente e implantar uno de carácter autoritario.

Las reformas propuestas no tuvieron éxito. Las reformas constitucionales no alcanzaron la mayoría calificada y las reformas a las leyes se llevaron a cabo de manera irregular en las cámaras legislativas, por lo que fueron invalidadas por la Corte.

 

El gran tema para el 2024 es ese: ¿preservaremos o no la democracia? Esa es la perspectiva desde la cual debemos analizar a las candidatas y candidatos, a sus coaliciones y a sus propuestas. No será el tema principal para muchos, quienes estarán más pendientes de la continuidad de los programas que reciben o de las promesas relacionadas con el salario y el empleo. Es legítimo.

Pero, mi deseo para las elecciones de 2024, parafraseando a José Woldenberg, es que se mantenga el acto poético de la transmisión pacífica del poder. Y que quien resulte ganador tenga esa convicción. La convicción de que el poder está en manos del ciudadano para decidir en el momento de votar. Un acto sublime que define nuestro futuro.

 

*Secretario Técnico de la Comisión de Cultura del Congreso del Estado de Quintana Roo.

Los periodistas

por NellyG 1 febrero, 2024

 

 

Él no es más que el resultado del estallido de la demagogia y la insensatez. Todos contribuimos a crearlo. Y todos, por resentidos, demagogos, estúpidos o malvados, somos culpables de que llegara al poder.

Así escribió en su testamento político el periodista Miguel Ángel Quevedo, antes de suicidarse en el exilio en 1969: su tiro en la sien fue la muerte simbólica del periodismo libre, que permitió a Fidel Castro tomar el poder e instaurar una dictadura que perdura en Cuba.

Parece oportuno insistir en su historia, después de que Jenaro Villamil firmó recientemente, en La Habana, un acuerdo con la dictadura para capacitar periodistas y crear proyectos entre los medios oficiales de México y Cuba, donde sólo hay medios oficiales.

Quevedo fue director de la revista Bohemia, el principal medio de la Cuba democrática, donde el opositor Fidel Castro escribía, desde la cárcel, una columna semanal contra el mismo gobierno que lo había condenado a prisión por asaltar un cuartel.

 

Dice el testamento de Quevedo:

“Querrán presentarme como ‘el único culpable’ de la desgracia de Cuba. Y no niego mis errores ni mi culpabilidad; lo que sí niego es que fuera ‘el único culpable’. Culpables fuimos todos. Los periodistas que llenaban mi mesa de artículos demoledores contra todos los gobernantes, por sentirse halagados por la aprobación del pueblo.

No importa quién fuera el presidente. Ni las cosas buenas que estuviese realizando. Había que atacarlos, y destruirlos. El mismo pueblo que los elegía, pedía sus cabezas en la plaza pública. El pueblo también fue culpable. El pueblo que compraba Bohemia, porque era vocero de ese pueblo.

Fidel no es más que el resultado del estallido de la demagogia y de la insensatez. Todos contribuimos a crearlo. Y todos, por resentidos, demagogos, estúpidos o malvados, somos culpables de que llegara al poder.

Fueron culpables los comentaristas de radio y televisión que lo colmaron de elogios. Fueron culpables los millonarios que lo llenaron de dinero para que derribara al régimen. Bohemia sólo era el eco de la calle”.

Viene a cuento la historia de Quevedo, porque el presidente de México tiene a Cuba de moda: dice que busca para México el sistema político de la isla, invita a su gobernante designado como único orador en las Fiestas Patrias, firma convenios de prensa…

¿Bohemia? Aún existe en Cuba. Hace poco recordó a Quevedo:

Nuestra primera edición salió a venta el 10 de mayo de 1908. Su fundador y propietario fue Miguel Ángel Quevedo. La prensa burguesa emprendió una lucha sin cuartel contra la revolución. Quevedo sólo pudo resistir tales contradicciones hasta 1960, cuando se exiló.

Pero Quevedo no se exilió voluntariamente.

Fue obligado a irse, por el mismo a quien había abierto sus páginas generosamente.

Los nuevos influencers: La revolución digital

por NellyG 1 febrero, 2024

 

 

En un mundo donde la velocidad del cambio es cada vez más vertiginosa, el panorama de los influencers no se queda atrás. Lo que una vez fue un fenómeno emergente, se ha convertido en una fuerza dominante en la esfera digital. Sin embargo, lo que quizás no muchos esperaban es el surgimiento de los «nuevos» influencers digitales, quienes están redefiniendo completamente el juego y dejando su marca en el mundo de las redes sociales.

Los influencers no nacen de la noche a la mañana, sino que se construyen a partir de una combinación de factores como la autenticidad, la relevancia y la capacidad de conectar con su audiencia. Anteriormente, los influencers solían ser celebridades o expertos en un campo específico, pero con la democratización de las redes sociales, cualquiera puede convertirse en un influencer si logra captar la atención y el interés de un público fiel.

 

Impacto en las empresas y el área comercial

 

El ascenso de los influencers ha tenido un impacto significativo en el mundo empresarial y en el área comercial. Las marcas han descubierto el valor de asociarse con influencers para promocionar sus productos o servicios, ya que estos tienen la capacidad de llegar a audiencias específicas de manera auténtica y convincente. Esta colaboración se ha convertido en una estrategia clave para aumentar el alcance, la visibilidad y la credibilidad de una marca en un mercado saturado de información.

 

Inteligencia Artificial

En este contexto de cambio y evolución, la Inteligencia Artificial está desempeñando un papel cada vez más importante en el mundo de los influencers. Gracias a algoritmos avanzados y análisis de datos, las plataformas de redes sociales pueden identificar y recomendar influencers que se ajusten perfectamente a las necesidades y objetivos de una marca. Además, la IA también puede ayudar a estos a optimizar su contenido y aumentar su impacto en la audiencia. Un ejemplo destacado es el caso de Fit_aitana, un perfil en Instagram con más de 275 mil seguidores, cuya mujer no existe: es 100% inteligencia artificial. Este caso es un resultado directo del esfuerzo de una agencia de marketing digital para contrarrestar las grandes tarifas que estaban cobrando otros influencers.

A medida que continuamos avanzando en esta era digital, es importante reflexionar sobre el papel de los influencers y cómo están transformando nuestra forma de consumir información y tomar decisiones de compra. Los nuevos influencers digitales representan una nueva ola de creatividad y conexión humana en un mundo cada vez más digitalizado. Su ascenso nos recuerda la importancia de adaptarnos a los cambios y aprovechar las oportunidades que nos ofrece la tecnología para conectar con los demás y hacer una diferencia en el mundo.

Estado de la industria de cruceros

por NellyG 1 febrero, 2024
Por Rubén Olmos Rodríguez

CEO de Global Nexus

Analista y Consultor Internacional

@rubenolmosr

 

El 2024 promete ser el año de la consolidación de los cruceros a nivel global. La industria dejó atrás los días más aciagos de la pandemia que marcaron un antes y un después del sector. En este primer trimestre tenemos un par de tendencias que nos permiten visualizar la revolución que está generando la recuperación plena de este segmento de turismo. Por un lado, llegó a América el crucero más grande del mundo, Icon of the Seas, de Royal Caribbean Group, una embarcación que parece una ciudad con una capacidad de alojar a más de 8,000 pasajeros y tripulación; estará navegando de manera frecuente a Cozumel. La recuperación y la confianza del sector por parte de los turistas y los inversionistas se refleja en que durante este año se prevé entren en operación 12 nuevos barcos y 8 durante el 2025, que se suman a los 14 barcos que entraron en operación en 2023.

El interés de construir más barcos en un futuro se puso de manifiesto hace unos días, cuando el gobierno de China anunció la conclusión de su primera embarcación, el Adora Magic City, que pronto entrará en operación y competirá con los astilleros europeos que tradicionalmente han construído la mayoría de los actuales hoteles flotantes.

El crecimiento de la industria presenta también retos importantes debido al número de embarcaciones a nivel global (hoy más de 300) y al hecho de que durante 2024 se prevé movilice a más de 35 millones de pasajeros, mayormente en el Caribe y México y Europa, con mayor oferta de puertos. Hoy hay una exigencia clara de varios actores de la sociedad de elevar la agenda verde del sector, y es que se dice que los cruceros contaminan los mares y dejan una huella negativa cada vez que llegan a un puerto. La realidad es que poco se sabe de lo mucho que está trabajando la industria para modernizarse y hacer frente a estos cuestionamientos.

Hoy se trabaja en barcos que contaminan menos, que producen su propia agua y que reciclan su basura, que trabajan en campañas para educar a los pasajeros y a las tripulaciones a no contaminar los mares y a trabajar con touroperadores en los puertos que visitan para implementar agendas agresivas de responsabilidad corporativa. De hecho, se planea que en los próximos años entren en operación los primeros cruceros eléctricos y puertos modernos que permitan abastecer las embarcaciones.

Otro aspecto importante a considerar es la presión de los hoteleros de imponer impuestos a las navieras para generar un piso parejo en el sector de los servicios. Existen islas en el Caribe que han creado nuevos impuestos que cobran directamente a las navieras por el número de pasajeros que traen a los puertos. Estas contribuciones sirven para modernizar la infraestructura turística, mejorar los servicios públicos y la seguridad de los pasajeros. En este sentido, por primera vez en la historia de Quintana Roo se cobrará un impuesto a partir de enero de 2025 de $5 dólares por cada pasajero que arribe a los puertos de Cozumel y Mahahual.

Arranca pues otro gran año para el sector de cruceros a nivel global y Quintana Roo se seguirá posicionado como el 5º. puerto más importante de arribos a nivel internacional, con casi 5 millones de pasajeros.

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