- Nelly García
- Editora
- ngarcia@ahernandezlatitud21-com-mx
El periodo vacacional ya quedó atrás y dejó números muy buenos en materia turística; más conexiones aéreas a través de aerolíneas nacionales e internacionales que mantuvieron el arribo constante en los aeropuertos, principalmente de visitantes extranjeros, excelente afluencia en parques temáticos, ocupación por arriba de 59% promedio en los principales destinos del Caribe Mexicano, con repuntes superiores a 70%, cruces llenos a las islas del estado y una larga lista de balances positivos que se reflejan en la economía de la entidad y, por ende, en fuentes de empleo y mejores ingresos para las familias residentes.
También la vacunación avanzó significativamente en la lucha contra el Covid-19; en Cancún, principal polo turístico del país, ya aplicaron segundas dosis a todos los adultos de 40 años en adelante y los de más de 18 ya tienen la primera inyección.
Sin embargo, los contagios no ceden, la tercera ola de la pandemia sigue azotando, lo cual significa que los protocolos no se están acatando y que las medidas se han relajado. Algo está pasando que la lección no queda clara.
Estas semanas viene un nuevo reto: ya inició el ciclo escolar 2021-2022 y en muchas ciudades las escuelas reabrieron sus puertas; algunas tienen modalidad híbrida, combinando clases presenciales con en línea. Las voces a favor y en contra se enfrentan, cada una exponiendo sus razones. Más allá de quién exponga los mejores motivos, el tiempo pondrá las cosas en su lugar y en breve veremos, en cada uno de los hogares, si las decisiones tomadas fueron las más atinadas.
Por cierto, en el Caribe Mexicano tuvimos el embate leve de un primer huracán de la temporada, “Grace” fue bastante benévolo con esta región, pues a familias de Veracruz y otras ciudades les fue bastante mal. A lo mucho, árboles caídos, algunas colonias sin energía eléctrica durante unas horas, enseres de pesca dañados y encharcamientos en zonas bajas. La verdad es que, insisto, nos fue bastante bien. Sin embargo, no nos confiemos, no bajemos la guardia, porque vienen las semanas más intensas, según los pronósticos; redoblemos la cultura de la prevención y, en caso de ser necesario, de la solidaridad, que tanta falta hace en tiempos difíciles.
Iniciamos el último cuatrimestre del año. Seamos optimistas, pero muy realistas.
Hagamos cada quien lo que consideremos pertinente, pero siempre privilegiando la responsabilidad de cada cosa que emprendamos. Es por el bien individual y colectivo.